Immanuel Kant comienza su magnífica obra sobre la razón, “The Critique of Pure Reason”, planteando la diferencia entre el origen -temporal- del conocimiento y la fuente -última- que lo elabora en la mente humana. Kant sostiene, en el primer y segundo párrafo de su libro, que si bien no hay dudas sobre el origen temporal ya que la experiencia -el objeto estimulando al sistema sensorial quien recibe, administra, y transmite un resultado a la mente- precede a todo conocimiento obtenido, eso nada dice sobre la fuente que elabora -manufactura- ese conocimiento que finalmente se registra en la mente humana. Para Kant, esa fuente puede ser tanto empírica como a priori. Es decir, los conocimientos pueden derivarse estrictamente de la experiencia, o pueden ser absolutamente independientes de ella. Leer todo el artículo.
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lunes, diciembre 02, 2013
miércoles, noviembre 20, 2013
Historia, Ciencias Naturales, Matemáticas, y Praxeología
Si una pizca de conocimiento -un enunciado- ha de ser considerado verdadero en una ciencia, púes éste deberá ser lógicamente consistente; esto es, un enunciado científicamente verdadero es "siempre" no contradictorio(1). Si un enunciado contradice lógicamente algo que se sabe verdadero, pues entonces el enunciado es falso. Esto vale para toda disciplina que pretenda llamarse “científica”. Un enunciado científico, o no tiene causa precedente, o cumple “estrictamente” con el principio de causalidad(2). Tal postulado, que podría llamarse de suficiencia científica, permite garantizar la no inconsistencia lógica en una ciencia. Quiero examinar en esta oportunidad el modo en que el postulado de suficiencia opera al determinar el carácter de la economía como ciencia.
A la luz del postulado de suficiencia, uno sabe que cualquier método -o instrumento- que vaya a emplearse en la obtención de conocimiento científico estará obligado a generar enunciados que satisfacen la condición de suficiencia. Esto vale en particular para un método de la ciencia de la acción humana y, dentro de esta, para la economía. Si un método empleado en una ciencia no cumple con esta exigencia, pues entonces su aplicación "no" podrá garantizar la deducción de enunciados lógicamente verdaderos.
Dado esto, la pregunta que puede formularse es ¿por qué la historia, el experimento controlado, o las matemáticas, resultan ser métodos insuficientes, completamente inapropiados, para obtener conocimiento económico?. ¿Por qué resulta imposible elaborar teoría económica a partir de sus observaciones?. La respuesta es trivial: ninguno de estos métodos cumple la condición de suficiencia. Veamos esta violación caso por caso.
Toda experiencia es una colección de eventos pasados. Nada suficiente podrá decir la experiencia sobre la necesaria colección de eventos futuros salvo que o tales sucesos sean efectivamente reducibles a una singularidad causal, o se vuelvan completamente independientes del tiempo. La acción humana, por ejemplo, es un fenómeno sumamente complejo; en cada una de sus manifestaciones concurre una infinidad de causas interactuantes que hace imposible aislar los elementos individuales de variación del fenómeno hasta reducirlos a una singularidad; además, los resultados de la acción humana ocurren, siempre, a lo largo del tiempo en tal forma que cualquier proceso causal opera sólo con el transcurso del mismo. No hay nada en las manifestaciones pasadas de este fenómeno que permita concluir que los hechos pasados constituyen, en sí, causa suficiente de la cual se derivan necesariamente los hechos futuros. Es decir, en una teoría de la acción humana, el pasado no constituye garantía de suficiencia, por lo que usarlo como tal puede resultar en contradicciones lógicas. Por esto, el pasado no es fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana en general, ni para la economía en particular.
Lo dicho en el párrafo anterior deja al método histórico sin posibilidades en el terreno científico. La historia, tal como lo menciona von Mises, es una colección y arreglo sistemático de datos de la experiencia de la acción humana. O sea, la historia es una representación de la "experiencia" de un fenómeno complejo y como tal -esta experiencia- no reúne las condiciones suficientes para derivar o probar enunciados no contradictorios. Nada más que decir de la historia sólo recomendar la cuidadosa lectura de las páginas 347, 348, y 349 -Human Action, de von Mises-.
¿Es aplicable el método de las Ciencias Naturales?. Aún suponiendo que la inducción -extensión arbitraria de verdad- es un procedimiento válido para obtener conocimientos, no es posible en el terreno de la acción human reproducir las condiciones experimentales requeridas por el método empirista. Este método utiliza la experiencia proveniente de experimentos controlados -en tal grado- que los eventos resultantes son como manifestaciones de elementos singulares, de variación, e independientes del tiempo. No es posible aislar y estudiar de este modo un único elemento de cambio en el fenómeno de acción humana. Luego, si el método de las ciencias naturales ha de aplicarse a la acción humana éste deberá emplear la experiencia de la acción human, esto es, la historia de la acción human; la cual es compleja e irreductible. De lo cual la completa inutilidad, de este método, queda garantizada.
¿Es aplicable el método matemático?. ¿Son los enunciados matemáticos última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana?. El atajo lógico que aquí encuentro para verificar la condición de suficiencia es primero establecer que "las matemáticas no son fuente cognitiva para la acción humana" para luego probar la verdad lógica de este enunciado. Para probar este enunciado suponga lo contrario; o sea, suponga que existe al menos un enunciado estrictamente matemático que cumple con la condición de suficiencia. Este enunciado, al ser estrictamente matemático, no se deriva ni de la historia ni de ninguna fuente experimental. Es el producto de la pura lógica matemática. Pero si algo estrictamente matemático ha de ser fuente cognitiva de la acción humana, pues esto presupone que nada, ni siquiera su reconocimiento, se interpone entre él y sus necesarias conclusiones sobre acción humana. Su reconocimiento implicaría que la mente, a través de la razón, ha actuado para identificar tal implicancia; la acción humana identificatoria del enunciado, y su vínculo con la conducta humana, precedería a la deducción cognitiva pues de otro modo no se podría reconocer esto; es así como el enunciado matemático quedaría precedido por la acción humana(3). Lo único que queda es que si tal enunciado existe pues entonces debe pasar desapercibido para la mente y la razón; es decir, nunca nos enteraríamos de sus implicaciones en el terreno de la ciencia acción human con lo cual sería un enunciado estéril, completamente incapaz de proporcionar conocimiento relevante para esta disciplina. Se concluye así que ningún enunciado estrictamente matemático es última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana.
Lo que queda entonces como único método válido de la ciencia de la acción humana es la pura lógica en sí. Es decir, los enunciados de esta ciencia son implicaciones estrictamente lógicas en las cuales la condición de suficiencia no está ni empírica ni matemáticamente determinada. La pregunta subsiguiente aquí es: ¿implicaciones estrictamente lógicas de quién?. ¿cuál es la fuente, la condición de suficiencia, de esos enunciados que necesariamente se deducen de ella?. Si tal fuente cognitiva de la acción humana existe ella debe ser axiomática ya que el origen de los conocimientos de esta disciplina no es ni histórico, ni empírico, ni matemático. Ese complejo axiomático debe ser una verdad lo suficientemente amplia para alcanzar a todo el espectro cognitivo de la acción humana. La única posibilidad para que una tal verdad revele todo este espectro cognitivo es púes que ella sea a priori y expresa portadora de las últimas causas que determinan el fenómeno de la acción humana. Esta excepcional condición de suficiencia es reunida por un único axioma, una expresión de las causas finales, que se denomina el axioma de la acción humana, y que fue postulado por Ludwig von Mises. Este axioma sostiene: Los Hombres Actúan. Todo el conocimiento de la ciencia de la acción humana se deriva como implicaciones lógicas de este axioma, y el complejo de tales implicaciones es lo que el mismo von Mises bautizó con el nombre de "praxeología".
La praxeología es el método por excelencia de la ciencia de la acción humana. Es un método lógico y completamente a priori. Dado que el punto de partida de la praxeología es la causa última del fenómeno -la causa última de la acción humana, la fuerza fundamental que mueve a los hombres- pues entonces tal conocimiento debe alcanzar para obtener todos los resultados teóricos de tal fenómeno. Los enunciados de la praxeología son implicaciones verdaderas derivadas de una última verdad. Esto le otorga a la praxeología una posición de privilegio respecto a otras disciplinas naturales como la biología o la física. En éstas ciencias se desconocen las causas últimas del fenómeno por lo que ellas se vuelven propensas al cultivo del empirismo, y métodos arbitrarios, dado que no hay una última condición de suficiencia que lo determina. Por esto, tales ciencias no quedan totalmente liberadas de la propagación del error debido a la aceptación de enunciados falsos que jamás serán verificados en última instancia.
El axioma de acción humana es, como von Mises lo indica, una verdad a priori categórica. Es una verdad porque cualquier intento de falsificarla conduce a una contradicción; que el hombre actúa quiere decir que tiene comportamiento intencional; actuar quiere decir eso: comportarse intencionalmente; no actuar también es un comportamiento intencional, es una forma de acción, pues implica optar por un estado de cosas invariable. Es a priori porque, tal como se demostró anteriormente, al ser un enunciado válido sobre la acción humana es completamente independiente de toda experiencia. Y es categórica, porque no tiene enunciado lógico que la preceda. Por el principio de suficiencia, toda implicación lógica derivada de esta categoría es, necesariamente, verdadera; por lo que todo enunciado de la praxeología posee como última -por regresión- condición de suficiencia lo establecido por tal categoría.
La condición de suficiencia es el postulado por excelencia que rige a toda ciencia. Su vigencia no sólo constituye garantía de verdad para sus enunciados sino que, fundamentalmente, permite juzgar si es que el método utilizado para generarlos es el apropiado. Se concluye que es tal, pues, el carácter de la economía: la de ser una ciencia a priori cuyos enunciados tienen como condición de suficiencia lo expresado por el axioma de acción humana. El carácter de la economía es estrictamente praxeológico.
Referencias
(1) Una disciplina que admite contradicciones podrá quedar, entre algunas verdades, plagada de falsedades.
(2) Este principio establece: "nada ocurre sin causa suficiente que lo determine."
(3) Algún hombre, empleando la razón, habría concebido esa condición de suficiencia de la implicancia matemática de modo que tal reconocimiento alcanzaría para obtenerla. Es así como el accionar de su mente, con sus nociones precedentes, intercede a la hora de obtener ese conocimiento sobre el accionar humano, con lo cual el enunciado matemático no puede ser la condición suficiente de última instancia. Esto hace pensar que habrá algo más profundo, más fundamental, que impulsa a ese hombre a utilizar su mente, y la razón, esperando obtener algunos resultados con este accionar
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A la luz del postulado de suficiencia, uno sabe que cualquier método -o instrumento- que vaya a emplearse en la obtención de conocimiento científico estará obligado a generar enunciados que satisfacen la condición de suficiencia. Esto vale en particular para un método de la ciencia de la acción humana y, dentro de esta, para la economía. Si un método empleado en una ciencia no cumple con esta exigencia, pues entonces su aplicación "no" podrá garantizar la deducción de enunciados lógicamente verdaderos.
Dado esto, la pregunta que puede formularse es ¿por qué la historia, el experimento controlado, o las matemáticas, resultan ser métodos insuficientes, completamente inapropiados, para obtener conocimiento económico?. ¿Por qué resulta imposible elaborar teoría económica a partir de sus observaciones?. La respuesta es trivial: ninguno de estos métodos cumple la condición de suficiencia. Veamos esta violación caso por caso.
Toda experiencia es una colección de eventos pasados. Nada suficiente podrá decir la experiencia sobre la necesaria colección de eventos futuros salvo que o tales sucesos sean efectivamente reducibles a una singularidad causal, o se vuelvan completamente independientes del tiempo. La acción humana, por ejemplo, es un fenómeno sumamente complejo; en cada una de sus manifestaciones concurre una infinidad de causas interactuantes que hace imposible aislar los elementos individuales de variación del fenómeno hasta reducirlos a una singularidad; además, los resultados de la acción humana ocurren, siempre, a lo largo del tiempo en tal forma que cualquier proceso causal opera sólo con el transcurso del mismo. No hay nada en las manifestaciones pasadas de este fenómeno que permita concluir que los hechos pasados constituyen, en sí, causa suficiente de la cual se derivan necesariamente los hechos futuros. Es decir, en una teoría de la acción humana, el pasado no constituye garantía de suficiencia, por lo que usarlo como tal puede resultar en contradicciones lógicas. Por esto, el pasado no es fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana en general, ni para la economía en particular.
Lo dicho en el párrafo anterior deja al método histórico sin posibilidades en el terreno científico. La historia, tal como lo menciona von Mises, es una colección y arreglo sistemático de datos de la experiencia de la acción humana. O sea, la historia es una representación de la "experiencia" de un fenómeno complejo y como tal -esta experiencia- no reúne las condiciones suficientes para derivar o probar enunciados no contradictorios. Nada más que decir de la historia sólo recomendar la cuidadosa lectura de las páginas 347, 348, y 349 -Human Action, de von Mises-.
¿Es aplicable el método de las Ciencias Naturales?. Aún suponiendo que la inducción -extensión arbitraria de verdad- es un procedimiento válido para obtener conocimientos, no es posible en el terreno de la acción human reproducir las condiciones experimentales requeridas por el método empirista. Este método utiliza la experiencia proveniente de experimentos controlados -en tal grado- que los eventos resultantes son como manifestaciones de elementos singulares, de variación, e independientes del tiempo. No es posible aislar y estudiar de este modo un único elemento de cambio en el fenómeno de acción humana. Luego, si el método de las ciencias naturales ha de aplicarse a la acción humana éste deberá emplear la experiencia de la acción human, esto es, la historia de la acción human; la cual es compleja e irreductible. De lo cual la completa inutilidad, de este método, queda garantizada.
¿Es aplicable el método matemático?. ¿Son los enunciados matemáticos última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana?. El atajo lógico que aquí encuentro para verificar la condición de suficiencia es primero establecer que "las matemáticas no son fuente cognitiva para la acción humana" para luego probar la verdad lógica de este enunciado. Para probar este enunciado suponga lo contrario; o sea, suponga que existe al menos un enunciado estrictamente matemático que cumple con la condición de suficiencia. Este enunciado, al ser estrictamente matemático, no se deriva ni de la historia ni de ninguna fuente experimental. Es el producto de la pura lógica matemática. Pero si algo estrictamente matemático ha de ser fuente cognitiva de la acción humana, pues esto presupone que nada, ni siquiera su reconocimiento, se interpone entre él y sus necesarias conclusiones sobre acción humana. Su reconocimiento implicaría que la mente, a través de la razón, ha actuado para identificar tal implicancia; la acción humana identificatoria del enunciado, y su vínculo con la conducta humana, precedería a la deducción cognitiva pues de otro modo no se podría reconocer esto; es así como el enunciado matemático quedaría precedido por la acción humana(3). Lo único que queda es que si tal enunciado existe pues entonces debe pasar desapercibido para la mente y la razón; es decir, nunca nos enteraríamos de sus implicaciones en el terreno de la ciencia acción human con lo cual sería un enunciado estéril, completamente incapaz de proporcionar conocimiento relevante para esta disciplina. Se concluye así que ningún enunciado estrictamente matemático es última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana.
Lo que queda entonces como único método válido de la ciencia de la acción humana es la pura lógica en sí. Es decir, los enunciados de esta ciencia son implicaciones estrictamente lógicas en las cuales la condición de suficiencia no está ni empírica ni matemáticamente determinada. La pregunta subsiguiente aquí es: ¿implicaciones estrictamente lógicas de quién?. ¿cuál es la fuente, la condición de suficiencia, de esos enunciados que necesariamente se deducen de ella?. Si tal fuente cognitiva de la acción humana existe ella debe ser axiomática ya que el origen de los conocimientos de esta disciplina no es ni histórico, ni empírico, ni matemático. Ese complejo axiomático debe ser una verdad lo suficientemente amplia para alcanzar a todo el espectro cognitivo de la acción humana. La única posibilidad para que una tal verdad revele todo este espectro cognitivo es púes que ella sea a priori y expresa portadora de las últimas causas que determinan el fenómeno de la acción humana. Esta excepcional condición de suficiencia es reunida por un único axioma, una expresión de las causas finales, que se denomina el axioma de la acción humana, y que fue postulado por Ludwig von Mises. Este axioma sostiene: Los Hombres Actúan. Todo el conocimiento de la ciencia de la acción humana se deriva como implicaciones lógicas de este axioma, y el complejo de tales implicaciones es lo que el mismo von Mises bautizó con el nombre de "praxeología".
La praxeología es el método por excelencia de la ciencia de la acción humana. Es un método lógico y completamente a priori. Dado que el punto de partida de la praxeología es la causa última del fenómeno -la causa última de la acción humana, la fuerza fundamental que mueve a los hombres- pues entonces tal conocimiento debe alcanzar para obtener todos los resultados teóricos de tal fenómeno. Los enunciados de la praxeología son implicaciones verdaderas derivadas de una última verdad. Esto le otorga a la praxeología una posición de privilegio respecto a otras disciplinas naturales como la biología o la física. En éstas ciencias se desconocen las causas últimas del fenómeno por lo que ellas se vuelven propensas al cultivo del empirismo, y métodos arbitrarios, dado que no hay una última condición de suficiencia que lo determina. Por esto, tales ciencias no quedan totalmente liberadas de la propagación del error debido a la aceptación de enunciados falsos que jamás serán verificados en última instancia.
El axioma de acción humana es, como von Mises lo indica, una verdad a priori categórica. Es una verdad porque cualquier intento de falsificarla conduce a una contradicción; que el hombre actúa quiere decir que tiene comportamiento intencional; actuar quiere decir eso: comportarse intencionalmente; no actuar también es un comportamiento intencional, es una forma de acción, pues implica optar por un estado de cosas invariable. Es a priori porque, tal como se demostró anteriormente, al ser un enunciado válido sobre la acción humana es completamente independiente de toda experiencia. Y es categórica, porque no tiene enunciado lógico que la preceda. Por el principio de suficiencia, toda implicación lógica derivada de esta categoría es, necesariamente, verdadera; por lo que todo enunciado de la praxeología posee como última -por regresión- condición de suficiencia lo establecido por tal categoría.
La condición de suficiencia es el postulado por excelencia que rige a toda ciencia. Su vigencia no sólo constituye garantía de verdad para sus enunciados sino que, fundamentalmente, permite juzgar si es que el método utilizado para generarlos es el apropiado. Se concluye que es tal, pues, el carácter de la economía: la de ser una ciencia a priori cuyos enunciados tienen como condición de suficiencia lo expresado por el axioma de acción humana. El carácter de la economía es estrictamente praxeológico.
Referencias
(1) Una disciplina que admite contradicciones podrá quedar, entre algunas verdades, plagada de falsedades.
(2) Este principio establece: "nada ocurre sin causa suficiente que lo determine."
(3) Algún hombre, empleando la razón, habría concebido esa condición de suficiencia de la implicancia matemática de modo que tal reconocimiento alcanzaría para obtenerla. Es así como el accionar de su mente, con sus nociones precedentes, intercede a la hora de obtener ese conocimiento sobre el accionar humano, con lo cual el enunciado matemático no puede ser la condición suficiente de última instancia. Esto hace pensar que habrá algo más profundo, más fundamental, que impulsa a ese hombre a utilizar su mente, y la razón, esperando obtener algunos resultados con este accionar
jueves, octubre 03, 2013
El Significado Puro de la Propiedad del Individuo
En un artículo publicado anteriormente en este sitio expuse la noción, forjada por Bastiat, acerca de la equivalencia entre la existencia, la libertad, y la propiedad de un individuo como determinantes fundamentales de su vida humana. Estas tres concepciones, dice Bastiat, son nociones acerca de la vida de un hombre que resultan últimamente equivalentes entre sí. Si se promueve cualquiera de ellas entonces se promueve la vida, pero si alguna se deteriora entonces se deteriora la vida. Esta equivalencia actúa en la práctica como un sofisticado instrumento que disponen las personas para juzgar la bondad de sus acciones. Cualquier acción que agrede o la propiedad o la libertad o la existencia de alguien pues entonces agrede la vida de ese ser humano. En general me interesa estudiar si este enunciado alcanza el suficiente grado de pureza característico del estatus moral. En particular, aprovechando esta equivalencia, quiero revisar en esta oportunidad si es que existe ese carácter más puro de todo aquello que posee un individuo y que llamamos su propiedad. Leer todo el artículo.
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miércoles, septiembre 11, 2013
La Odisea del Emprendedor Capitalista
Toda riqueza acumulada bajo un orden económico capitalista es generada por emprendedores capitalistas. Tal como lo dice Hans Hermann Hoppe en un excelente artículo publicado el 18 de Noviembre del 2011 en el sitio mises.org, un emprendedor capitalista recurre a los ahorros -propios o prestados por terceros- para contratar trabajadores, comprar materias primas, adquirir o contratar capital productivo, y luego intentar obtener un bien con cuya venta espera generar beneficios o ganancias. Leer todo el artículo.
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viernes, junio 28, 2013
La Deflación: Reduce la Pobreza y Promueve la Prosperidad
Resulta sorprendente escuchar a un economista afirmando que “la deflación reduce la pobreza”. Pues bueno yo soy un economista y puedo demostrar, con pura lógica y sentido común, que esto es así. Es más, se que ni un solo economista está en condiciones de refutar la siguiente afirmación: la deflación constituye la única garantía de prosperidad verdadera. Revisemos ambas ideas. Leer todo el artículo.
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lunes, abril 22, 2013
¿Es un Mito el Bitcoin?
Muy rara vez estoy en desacuerdo con lo que publica el sitio mises.org. Pero en esta oportunidad lo estoy. El 17 de Abril pasado, Frank Shostak escribió una nota donde expone la ausencia de cualidades monetarias propias del Bitcoin (BTC). El autor afirma: el BTC, como moneda, es un mito. Para Shostak las pretensiones del BTC son sólo un sueño por lo que, el BTC, nunca podrá remplazar a la moneda fiduciaria. Shostak sostiene que el BTC no deriva su valor y transabilidad del trueque, como sí lo hacen el resto de las monedas; el BTC es algo virtualmente creado por una máquina, por lo que exhibe valor y transabilidad derivada de otros bienes, señala Shostak. En esta nota, sin negar la crítica de Shostak, quiero mostrar el modo en que él -siendo un Austriaco- se muerde la cola exponiendo sus argumentos para criticar al BTC. Leer todo el artículo.
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sábado, abril 06, 2013
Moneda Perfecta: ¿El Bitcoin?
De la misma manera que predije el ocaso del fascismo del siglo xxi propuesto por el delirante y criminal hugo chávez como estándar social aplicable a toda la región latinoamericana [cosa que ya ocurrió], del mismo modo que predije la inexorable muerte del Euro o cualquier patrón fiduciario como estándar monetario mundial [cosa que está ocurriendo], es exactamente del mismo modo en que hoy me arriesgo por una predicción de máxima social: se viene, indefectiblemente, la moneda perfecta, la moneda sin bancos. Desde hace un tiempo vengo estudiando el fenómeno Bitcoin con el objeto de descubrir si esta moneda pude aproximar rápidamente sus cualidades monetarias hacia un estándar de perfección. ¿Qué es para mi una moneda perfecta?. ¿Es el Bitcoin una moneda perfecta?. Dos interrogantes que intentaré responder en esta nota. Leer todo el artículo.
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martes, marzo 12, 2013
Asesinos Silenciosos
Un asesino -o criminal- es una persona que aniquila o anula la existencia de otra persona. El daño que este acto provoca es irreparable. Cuando el asesino quita la vida de alguien, nada puede hacerse para reparar esa agresión y restituir lo sustraído. El asesinato es, por hoy, un evento irreversible. El corolario apriorístico que surge de ésto es que "...la convivencia social de los humanos exige ser intolerante con los asesinos...", de lo contrario las personas se auto-aniquilarían mediante una progresiva escalada de asesinatos masivos. Dado que cada individuo es consciente de esta consecuencia entonces se pone en alerta permanente para proteger y preservar su vida de todo accionar criminal, y la sociedad humana ha intentado desplegar arreglos institucionales para disuadir la criminalidad en general. Pero ¿qué le ocurriría al hombre social si de repente surgiera un asesino silencioso -tan perfectamente oculto- de tal forma que su accionar e identidad se vuelven indetectable para los demás?. La respuesta es que, dada la implacabilidad del asesino, esa sociedad tarde o temprano sucumbe.
Comúnmente se dice que "...no existe el crimen perfecto..." pues la institución humana puede rastrear cada crimen y detectar exitosamente al criminal. Pero esta conclusión es endeble. No hay demostración contundente de ella. Su único argumento se basa en observaciones empíricas, por lo que su prueba resulta de una extensión arbitraria de validez. Y ya lo mostró von Mises: "...una extensión arbitraria de validez jamás puede constituir lo que en rigor se entiende como una prueba definitiva...". Una prueba en rigor no puede dejar hueco alguno, no puede dejar lugar a dudas. Extender la rastreabilidad del accionar e identidad de un asesino a todos los asesinatos futuros sobre la base de asesinatos ocurridos no puede sostener una noción definitiva -no falsificable- de detectabilidad. Entonces, dado que el empirismo en general no permite constituir pruebas concluyentes, no es posible falsificar empíricamente "...el crimen perfecto...". No hay garantías para su no ocurrencia futura. El crimen perfecto no puede negarse empíricamente.
Es más, el crimen perfecto es de lo más frecuente que sucede en una sociedad. ¿Cuál es ese crimen?. Un asesino sutil no tiene incentivos para aniquilar la existencia, per se, de un individuo al cometer su crimen. Le basta aniquilar las cualidades -aptitudes- que determinan la existencia para así ver cumplido su objetivo. Eso es lo que un criminal silencioso hace. Esta clase de criminal es mucho más ambicioso que uno común. No sólo aniquila las cualidades que él minuciosamente elije, sino que fomenta el cultivo de aquellas que le sirven al propósito aún mayor que es esclavizar a su víctima y quedarse con todos sus logros. O sea, además de asesinar, esclaviza, y roba. Su esmerada tarea le permite apropiarse por completo de la vida de las personas. Las personas muertas no le sirven, y por eso al aplicar su plan las deja vivir.
Pero ¿qué individuo u organización social tiene semejante envergadura y poderes similares a los de esta clase de criminales?. La respuesta es simple: "los gobernantes". En las sociedades contemporáneas, los gobernantes ostentan monopolios que les permiten hacer lo que les plazca. Por ejemplo tienen el monopolio de crear y administrar reglas de convivencia, el monopolio para forzar el cumplimiento de esas reglas, el monopolio para emitir moneda falsa sin respaldo alguno, y el monopolio de decisión de última instancia -árbitros o jueces de última instancia. Estos cuatro monopolios alcanza para que los gobernantes violen impunemente los derechos de cualquier otra persona. Los gobernantes nos dicen cómo tenemos que vivir y, si no acatamos esto, nos aplican los castigos por ellos elegidos; los gobernantes siempre tienen la razón porque son el árbitro en última instancia; y ellos pueden financiar todas sus acciones falsificando dinero e imponiendo costos. Cualquier organización social que dispone de semejantes poderes posee suficientes incentivos para cometer toda clase de crímenes.
Pero los gobernantes han elegido una clase de asesinatos silenciosos que parecen sacados de una macabra obra de terror. Ellos no aniquilan abruptamente la vida de las personas sino que se apoderan lentamente de ella. El método inicial que utilizan es el adoctrinamiento. El instrumento operativo es la educación pública compulsiva y coercitiva. Los gobernantes deciden, a puerta cerrada, qué aptitudes se fomentarán y cultivarán en una sociedad. Y, por consiguiente, deciden cuáles se reprimirán, combatirán, castigarán, y anularán. Ellos determinan los contenidos que serán impartidos en las aulas de escuelas, colegios, y universidades, sin importar el verdadero significado que la educación tiene en la vida futura del individuo más allá de su objetivo de adoctrinamiento. Hay aptitudes que a los gobernantes les interesan, se trabaja sobre ellas; se anulan todas las demás. El resultado, puesto, de eso es: "una sociedad de zombis -cadáveres sin intelecto- formada por individuos condenados a la esclavitud y la pobreza, quienes jamás sentirán la verdadera felicidad de la realización personal; una sociedad autodestructiva".
Estos perseverantes criminales silenciosos son sumamente efectivos; van al grano, atacando desde el principio a los más indefensos de una sociedad: los niños. Tan miserables y cobardes son estos detestables señores que destruyen la vida desde la infancia. Pero lo más repugnante de esta tragedia es que la tarea de adoctrinamiento se hace en completa complicidad con los señores padres. Los padres entregan a esas criaturas indefensas quienes serán adoctrinadas y puesta al servicio de la servidumbre humana. Debo confesar que siento mucho asco cuando observo a estos miserables criminales destruyendo vidas de inocentes; pero más asco me provoca la actitud de los padres que eligen el sometimiento y la esclavitud para sus propios hijos. Asco y mucha tristeza es lo que me invade cuando pienso en todo ese accionar que convalida el predominio de los Asesinos Silenciosos.
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Comúnmente se dice que "...no existe el crimen perfecto..." pues la institución humana puede rastrear cada crimen y detectar exitosamente al criminal. Pero esta conclusión es endeble. No hay demostración contundente de ella. Su único argumento se basa en observaciones empíricas, por lo que su prueba resulta de una extensión arbitraria de validez. Y ya lo mostró von Mises: "...una extensión arbitraria de validez jamás puede constituir lo que en rigor se entiende como una prueba definitiva...". Una prueba en rigor no puede dejar hueco alguno, no puede dejar lugar a dudas. Extender la rastreabilidad del accionar e identidad de un asesino a todos los asesinatos futuros sobre la base de asesinatos ocurridos no puede sostener una noción definitiva -no falsificable- de detectabilidad. Entonces, dado que el empirismo en general no permite constituir pruebas concluyentes, no es posible falsificar empíricamente "...el crimen perfecto...". No hay garantías para su no ocurrencia futura. El crimen perfecto no puede negarse empíricamente.
Es más, el crimen perfecto es de lo más frecuente que sucede en una sociedad. ¿Cuál es ese crimen?. Un asesino sutil no tiene incentivos para aniquilar la existencia, per se, de un individuo al cometer su crimen. Le basta aniquilar las cualidades -aptitudes- que determinan la existencia para así ver cumplido su objetivo. Eso es lo que un criminal silencioso hace. Esta clase de criminal es mucho más ambicioso que uno común. No sólo aniquila las cualidades que él minuciosamente elije, sino que fomenta el cultivo de aquellas que le sirven al propósito aún mayor que es esclavizar a su víctima y quedarse con todos sus logros. O sea, además de asesinar, esclaviza, y roba. Su esmerada tarea le permite apropiarse por completo de la vida de las personas. Las personas muertas no le sirven, y por eso al aplicar su plan las deja vivir.
Pero ¿qué individuo u organización social tiene semejante envergadura y poderes similares a los de esta clase de criminales?. La respuesta es simple: "los gobernantes". En las sociedades contemporáneas, los gobernantes ostentan monopolios que les permiten hacer lo que les plazca. Por ejemplo tienen el monopolio de crear y administrar reglas de convivencia, el monopolio para forzar el cumplimiento de esas reglas, el monopolio para emitir moneda falsa sin respaldo alguno, y el monopolio de decisión de última instancia -árbitros o jueces de última instancia. Estos cuatro monopolios alcanza para que los gobernantes violen impunemente los derechos de cualquier otra persona. Los gobernantes nos dicen cómo tenemos que vivir y, si no acatamos esto, nos aplican los castigos por ellos elegidos; los gobernantes siempre tienen la razón porque son el árbitro en última instancia; y ellos pueden financiar todas sus acciones falsificando dinero e imponiendo costos. Cualquier organización social que dispone de semejantes poderes posee suficientes incentivos para cometer toda clase de crímenes.
Pero los gobernantes han elegido una clase de asesinatos silenciosos que parecen sacados de una macabra obra de terror. Ellos no aniquilan abruptamente la vida de las personas sino que se apoderan lentamente de ella. El método inicial que utilizan es el adoctrinamiento. El instrumento operativo es la educación pública compulsiva y coercitiva. Los gobernantes deciden, a puerta cerrada, qué aptitudes se fomentarán y cultivarán en una sociedad. Y, por consiguiente, deciden cuáles se reprimirán, combatirán, castigarán, y anularán. Ellos determinan los contenidos que serán impartidos en las aulas de escuelas, colegios, y universidades, sin importar el verdadero significado que la educación tiene en la vida futura del individuo más allá de su objetivo de adoctrinamiento. Hay aptitudes que a los gobernantes les interesan, se trabaja sobre ellas; se anulan todas las demás. El resultado, puesto, de eso es: "una sociedad de zombis -cadáveres sin intelecto- formada por individuos condenados a la esclavitud y la pobreza, quienes jamás sentirán la verdadera felicidad de la realización personal; una sociedad autodestructiva".
Estos perseverantes criminales silenciosos son sumamente efectivos; van al grano, atacando desde el principio a los más indefensos de una sociedad: los niños. Tan miserables y cobardes son estos detestables señores que destruyen la vida desde la infancia. Pero lo más repugnante de esta tragedia es que la tarea de adoctrinamiento se hace en completa complicidad con los señores padres. Los padres entregan a esas criaturas indefensas quienes serán adoctrinadas y puesta al servicio de la servidumbre humana. Debo confesar que siento mucho asco cuando observo a estos miserables criminales destruyendo vidas de inocentes; pero más asco me provoca la actitud de los padres que eligen el sometimiento y la esclavitud para sus propios hijos. Asco y mucha tristeza es lo que me invade cuando pienso en todo ese accionar que convalida el predominio de los Asesinos Silenciosos.
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miércoles, marzo 06, 2013
De Nuevo Online
Las amenazas han expirado. Yo estoy de nuevo online. El sentimiento de LIBERTAD siempre es Superior. Y así será por siglo de los siglos. ¿La imagen adjunta a la izquierda.? La dibujé yo mismo en un intento por registrar la creación y extinción cósmica. En el cosmos surge el orden pero también se desvanece lo que antes estuvo ordenado. Sólo queda de ese fenómeno la conciencia que el hombre tiene el privilegio de constituir. La conciencia vive con el hombre mismo y se revela como una manifestación libre de toda voluntad. De este modo el sentimiento de libertad se sobrepone como legado de la existencia misma...
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viernes, enero 04, 2013
Men Act
The superb heading of this note, "Men Act", is know as "human action axiom". This axiom was proposed by Ludwig von Mises, who stated it and studied its implication along of all his known book "Human Action". From this axiom it is obtained whole implication of "praxeology -the study of human actions", in general, and of "economics -the study of human scarcities", in particular. This proposition is a synthetic a priori judgment; in other word, it is a new a priori knowledge. Let me for a moment to use Kantian test of necessity and absoluteness to characterize this pure sentence.
It can be said that this axiom it isn't an empirical judgment because in other way the notion of "act" -the purposeful or intentional behavior- is learned through experience. But learning assumption supposes the existence of a given notion of "act" -someone else should exhibit this notion- in such a way that another men, ignorants of it, must learn it; which is an absurd result; any attempt to deny the "act" notion implies its existence. Then, the action axiom predicates an a priori knowledge.
Now: is the action axiom an analytic judgment?, is the notion of “act” a notion contained in another known notion?. Whither this were so then the notion of "human", which the men know, contains -cogitated through identity- the notion of "act". But the "human" notion says nothing conclusive about of human behavior. Then, the "act" is a synthetic notion.
In other words, it has been proved that the action axiom is a synthetic a priori judgment. Moreover, there is no other sentence from which it could be derived the action axiom, because it contains the idea of necessity in its very conception. Similarly it exhibits strict and absolute, and not assumed and comparative, universality; any attempt to deny it implies its existence. The action axiom is an absolutely pure knowledge. In this way it has been shown the purity of the sentence "Men Act".
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It can be said that this axiom it isn't an empirical judgment because in other way the notion of "act" -the purposeful or intentional behavior- is learned through experience. But learning assumption supposes the existence of a given notion of "act" -someone else should exhibit this notion- in such a way that another men, ignorants of it, must learn it; which is an absurd result; any attempt to deny the "act" notion implies its existence. Then, the action axiom predicates an a priori knowledge.
Now: is the action axiom an analytic judgment?, is the notion of “act” a notion contained in another known notion?. Whither this were so then the notion of "human", which the men know, contains -cogitated through identity- the notion of "act". But the "human" notion says nothing conclusive about of human behavior. Then, the "act" is a synthetic notion.
In other words, it has been proved that the action axiom is a synthetic a priori judgment. Moreover, there is no other sentence from which it could be derived the action axiom, because it contains the idea of necessity in its very conception. Similarly it exhibits strict and absolute, and not assumed and comparative, universality; any attempt to deny it implies its existence. The action axiom is an absolutely pure knowledge. In this way it has been shown the purity of the sentence "Men Act".
miércoles, enero 02, 2013
Necessary and Absolutely Independent of all Experience
More o less about two days ago, a friend asked me a question on a "pure a priori knowledge": what the meaning of sentence -necessary and absolutely independent of all experience is? he asked me. I must admit here my crooked temptation of using the mathematical gimmick of "definition" to respond such relevant question to my friend. But I'm not a such dishonest boy as to block his mind. In mathematics, you know, I told him, a sentence is: or a definition or a theorem. Period. Sometime it is more easy to use a definition than a theorem, of something. A definition doesn't require proof, while a theorem must be always a proved judgment. But both the necessary and absolute predicated on a pure a priori knowledge are a kind of notions contained in the notion of a priori; its connections are cogitated through identity. Then, it is possible to give a simple definition but it's both more exciting and more enlightening to show a best detailed explanation.
The Prussian Philosopher Immanuel Kant, in its "The Critique of Pure Reason" page 25, gives a clear definition about of this kind of special knowledge. He says, "...By the term "knowledge a priori", therefore, we shall in the sequel understand, not such as is independent of this or that kind of experience, but such as is absolutely so of all experience. Opposed to this is empirical knowledge, or that which is possible only a posteriori, that is, through experience. Knowledge a priori is either pure or impure. Pure knowledge a priori is that with which no empirical element is mixed up. For example, the proposition, "Every change has a cause," is a proposition a priori, but impure, because change is a conception which can only be derived from experience...".
So, to Kant, all knowledge is temporally preceded by experience. Our cognitive faculty is awakened by mean of experience. The experience kicks off our intellect. But in no way all knowledge arises from experiences -by mean of intermediation of sensuous impressions. In effect, there are knowledges -some predicates- which have no connection with the experience and they are completely -absolutely- independent of it. This kind of knowledge is called "a priori" in contradistinction of "a posteriori" which is raised from experience. A priori knowledge is impure or pure while, respectively, it contain or not empirical elements. A predicated of an a priori judgment is, always, absolutely pure -without empirical elements-, while its subject would contain some empirical elements in which case it is an impure a priori judgment. On another side, the predicated of a posteriori -empirical- judgment is, always, raised from experience, it is always impure.
Immanuel Kant, warned of the importance of the pure judgments, elaborated a simple standard to discriminate a pure from and empirical judgment. In first place, Kant says, "...Now, in the first place, if we have a proposition which contains the idea of necessity in its very conception, it is a if, moreover, it is not derived from any other proposition, unless from one equally involving the idea of necessity, it is absolutely a priori...". En Second place, Kant says, "...Secondly, an empirical judgment never exhibits strict and absolute, but only assumed and comparative universality (by induction); therefore, the most we can say is so far as we have hitherto observed, there is no exception to this or that rule. If, on the other hand, a judgment carries with it strict and absolute universality, that is, admits of no possible exception, it is not derived from experience, but is valid absolutely a priori...".
These two criteria -necessary and absolute- stated by Kant to discriminate between pure or empirical, are both so useful and so simple logically ones. Why are they so important criteria?. First, both criteria yield the same result; a necessary pure judgment is an absolutely universal judgment. Second, some time one standard is more easy to use than the other; it could happen that the necessity -its whole independence of other judgments- is more evident than its absolute universality -its not exceptionality; or it could be that all exception -all attempt of falsification- arises as a self evident contradiction in a way that its not necessity is not. Finally, both criteria are simple and convincing; they characterize a pure judgment as Necessary and Absolutely Independent of all Experience.
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The Prussian Philosopher Immanuel Kant, in its "The Critique of Pure Reason" page 25, gives a clear definition about of this kind of special knowledge. He says, "...By the term "knowledge a priori", therefore, we shall in the sequel understand, not such as is independent of this or that kind of experience, but such as is absolutely so of all experience. Opposed to this is empirical knowledge, or that which is possible only a posteriori, that is, through experience. Knowledge a priori is either pure or impure. Pure knowledge a priori is that with which no empirical element is mixed up. For example, the proposition, "Every change has a cause," is a proposition a priori, but impure, because change is a conception which can only be derived from experience...".
So, to Kant, all knowledge is temporally preceded by experience. Our cognitive faculty is awakened by mean of experience. The experience kicks off our intellect. But in no way all knowledge arises from experiences -by mean of intermediation of sensuous impressions. In effect, there are knowledges -some predicates- which have no connection with the experience and they are completely -absolutely- independent of it. This kind of knowledge is called "a priori" in contradistinction of "a posteriori" which is raised from experience. A priori knowledge is impure or pure while, respectively, it contain or not empirical elements. A predicated of an a priori judgment is, always, absolutely pure -without empirical elements-, while its subject would contain some empirical elements in which case it is an impure a priori judgment. On another side, the predicated of a posteriori -empirical- judgment is, always, raised from experience, it is always impure.
Immanuel Kant, warned of the importance of the pure judgments, elaborated a simple standard to discriminate a pure from and empirical judgment. In first place, Kant says, "...Now, in the first place, if we have a proposition which contains the idea of necessity in its very conception, it is a if, moreover, it is not derived from any other proposition, unless from one equally involving the idea of necessity, it is absolutely a priori...". En Second place, Kant says, "...Secondly, an empirical judgment never exhibits strict and absolute, but only assumed and comparative universality (by induction); therefore, the most we can say is so far as we have hitherto observed, there is no exception to this or that rule. If, on the other hand, a judgment carries with it strict and absolute universality, that is, admits of no possible exception, it is not derived from experience, but is valid absolutely a priori...".
These two criteria -necessary and absolute- stated by Kant to discriminate between pure or empirical, are both so useful and so simple logically ones. Why are they so important criteria?. First, both criteria yield the same result; a necessary pure judgment is an absolutely universal judgment. Second, some time one standard is more easy to use than the other; it could happen that the necessity -its whole independence of other judgments- is more evident than its absolute universality -its not exceptionality; or it could be that all exception -all attempt of falsification- arises as a self evident contradiction in a way that its not necessity is not. Finally, both criteria are simple and convincing; they characterize a pure judgment as Necessary and Absolutely Independent of all Experience.
miércoles, diciembre 26, 2012
Más Allá del Empirismo...
Recuerdo siempre con agrado que, durante mi niñez y adolescencia, nunca llevaba apuntes de clase ni libros para estudiar. Lo tenía todo en mi mente. Anotar las trivialidades que repetían los maestros y profesores me resultaba molesto; y leer lo que ellos sugerían era mucho más desagradable aún. Cada vez que asistía a clases, o cada vez que leía lo obligatorio sentía que lo sabia. Esas obligaciones eran como vivir de vuelta algo ya vivido. Un déjà vu. No necesitaba estudiar. Ese período de mi vida lo dediqué íntegramente a vivir en plena naturaleza. Lo mio era estar en el campo, el contacto con los animales y las plantas. Era tal mi devoción por lo natural que a veces andaba en medio de la oscuridad hasta altas horas de la noche, perdido por el desierto. Pero todo cambió al llegar a la universidad.
En la universidad donde estudie mi primera carrera, ingeniería, como en cualquier otra del mundo, el programa de adoctrinamiento es más cruel. Profesores y burócratas son discípulos estrictos de la doctrina. Se imparten determinados contenidos, se intenta enseñarlos, y luego se evalúa para asegurarse si es que al estudiante se le ha lavado su mente. En una carrera universitaria tan estricta en sí misma, como lo es cualquier ingeniería, el adoctrinamiento es riguroso en extremo. El sutil y efectivo instrumento intelectual que se utiliza para ponerlo en escena se llama "empirismo".
El empirismo se aplica como una clase de lenguaje para comunicarse con el oráculo de la verdad. Para la secta empirista la experiencia es la única fuente de conocimiento. Todo conocimiento se origina y proviene de la experiencia, dicen. Obviamente, por lo comentado en el primer párrafo, no podía coincidir con el dogma empirista. Yo sabia que ciertos conocimientos no requerían de la experiencia. Lo había vivido en mi infancia y adolescencia al darme cuenta de los déjà vu. Pero en esta situación el empirismo era inevitable. Estaba solo, nadie lo cuestionaba, todos estudiábamos ingeniería, Argentina vivía en cuasi-dictadura con democracia incipiente, y todo el aparato doctrinario de la universidad era implacablemente sofisticado, tal como lo es hoy en día. Una criatura sola no puede frente a semejante monstruo.
Ante esa situación agobiante, mi estrategia fue apechugar y esperar. Llegará el momento, me dije, en el cual yo decidiré qué leer, dónde buscarlo, cuándo leerlo, qué clases escuchar, y qué clases rechazar. Y, de nuevo, como en aquellos bellos pasajes de mi infancia, no me equivoque. Ese momento llegó luego de finalizada mi carrera de ingeniería. El adoctrinamiento compulsivo impuesto por ese sistema universitario terminó para mi. A partir de ahí, fui yo quien decidió qué hacer y qué estudiar; a pesar de recibir una formación adicional obligatoria en dos postgrados de economía.
La economía es una ciencia social. Para abordar y entender un fenómeno social uno está obligado a abrir la cabeza. No se puede ser tan cerrado como en una ingeniería. También, en el medio, estudié bastante de matemáticas. Estudiar economía y matemáticas fue para mi como tocar el cielo con las manos. Se confirmaban todas mis sospechas. No me quedaban dudas de que el empirismo era un espantoso dogma que se usaba para el adoctrinamiento. Ambas ciencias, la economía y las matemáticas, no requieren de la experiencia para obtener sus teoremas e implicaciones. Punto.
Por fortuna, y gracias a mi resistencia, hoy puedo estudiar y entender por mi mismo toda la complejidad de: la relatividad, la teoría cuántica, las teorías cosmológicas, los espacios vectoriales y topológicos, los espacios de Hilbert, la teoría del caos, la praxeología, las teorías jurídicas, y la economía, entre otras. Entender esto no requiere de la experiencia. Es completa y absolutamente independiente de ella. En mi caso, la semilla de tal entendimiento no la sembró la experiencia. La semilla venía conmigo y germinó en mi infancia. Eso estaba ocurriendo cuando me aburrían maestros y profesores; cuando lo que ellos me obligaban a leer ya lo sabía.
La explicación racional a mis juveniles déjà vu, que aún hoy vivo, se encuentra en los trabajos del, para mi, más grande de todos los filósofos que he leído: Inmanuel Kant. En su conmovedora obra "The Critique of Pure Reason" Kant explora minuciosamente las distintas fuentes que alimentan de conocimiento a la mente humana. Allí él se concentra y estudia una clase de conocimiento muy especial que es completa y absolutamente independiente de toda experiencia. Él llama a los enunciados de este tipo de conocimiento "juicios sintéticos a priori". Es decir, son nuevos conocimientos, nuevos juicios o enunciados, para la mente que no tienen nada que ver con toda experiencia. Estos conocimientos no requieren de experiencia para de repente surgir en la mente de una persona. La mente tiene esa maravillosa habilidad para generarlos. Eso es, simplemente, un evento fantástico, un patrimonio único del ser humano.
Kan demuestra en detalle la existencia de los juicios sintéticos a priori, con lo cual no quedan dudas de su existencia. En una nota que escribí aquí en este blog, intento probar la existencia de estos juicios usando rigurosa lógica proposicional. Además, desafortunadamente para los empiristas, las matemáticas, la geometría en especial, son una prueba viviente de que estos juicios existen. De todos los juicios sintéticos a priori que suelo encontrar, uno de los que me dejan perplejo -anonadado- es el axioma praxeológico de acción de Ludwig von Mises: "los humanos actúan", dice Mises. De este juicio sintético a priori se deriva la completitud de las implicancias de la praxeología incluida “toda” la teoría económica. Fantástico, no?.
Claro, para entender el significado de esto, uno debe entender el significado de la experiencia. ¿Qué es la experiencia?. Para una mente tan genial, como la de Kant, el conocimiento empírico es aquel conocimiento que se obtiene con la participación de la impresión sensorial. Los objetos -cosas, fenómenos, eventos- afectan nuestros sentidos, produciendo representaciones de ellos mismos, lo cual pone nuestro poder de entendimiento en actividad para comparar, conectar, o separar los objetos y así trasformar la materia prima sensorial en conocimiento de esos objetos.
Kant sostiene, que este conocimiento llamado empírico no tiene por qué derivarse exclusivamente de la impresión sensorial. Parte puede provenir como una oferta de la propia facultad cognitiva más que de la impresión sensorial. El conocimiento que no proviene, absolutamente, de la impresión sensorial Kant lo llama a priori. Y si en ese conocimiento -en su enunciado- no hay ningún elemento empírico -algo que se deriva empíricamente- el enunciado es a priori puro, sino es a priori impuro porque está contaminado con impurezas empíricas. Además el conocimiento a priori puede ser analítico si es que el predicado de su enunciado está contenido -oculto- en el sujeto, o sintético si es que no lo está. El enunciado de este último conocimiento es lo que Kant denomina "juicio sintético a priori". Los juicios a priori, en especial los sintéticos, constituyen la explicación de mis déjà vu. De repente me encontraba leyendo juicios -enunciados- a los cuales mi mente había accedido de algún modo.
Por supuesto, lo que he comentado sobre mis déjà vu debe pasarle a millones de jóvenes todo el tiempo, quienes se ven obligados a no avanzar. Ocurre que el sistema educativo doctrinario compulsivo nos tiene entrampados. Vivimos en un callejón sin salida. Las criaturas educando son inocentes e indefensas. No tienen la fuerza ni los recursos para decidir sobre su educación. Y para peor de los males, sus padres son todos conformistas ignorantes, quienes no entienden, ni entenderán, el daño que le ocasionan a sus propios hijos y a su propia descendencia.
La única posibilidad de cambio es que el dogma y la doctrina empirista desaparezca como estándar compulsivo de educación. Pero esta es una decisión que no pueden tomar las víctimas, sino sus victimarios: adultos conformistas ignorantes que usan incluso el adoctrinamiento para lucrar. Cuando pienso sobre esta situación entiendo la ocurrencia de muchas miserias humanas, como: las guerras, la indignidad de la esclavitud, el terrorismo, la explotación, el hambre, y la pobreza. La educación dogmática y doctrinaria impide que la gente se de cuenta que tarde o temprano caerá en esa situación de miseria. Con lo cual, la miseria ocurre.
El ser humano compulsivamente adoctrinado no puede ser libre. Un humano no libre es un humano no viviente, es una momia que se reproduce. Este resultado es muy triste. Pero tengo la esperanza que llegará el día en el que nuestra única salida para continuar como especie sea el completo reconocimiento de que necesitamos ser y vivir en condiciones de absoluta libertad que nos permita elegir, entre otras cosas, cómo educarnos. Tengo la esperanza de que ese momento llegará. Eso será cuando nuestra mente y nuestro espíritu, como miembros de la raza humana, se encuentren liberados y mucho más allá del empirismo.
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En la universidad donde estudie mi primera carrera, ingeniería, como en cualquier otra del mundo, el programa de adoctrinamiento es más cruel. Profesores y burócratas son discípulos estrictos de la doctrina. Se imparten determinados contenidos, se intenta enseñarlos, y luego se evalúa para asegurarse si es que al estudiante se le ha lavado su mente. En una carrera universitaria tan estricta en sí misma, como lo es cualquier ingeniería, el adoctrinamiento es riguroso en extremo. El sutil y efectivo instrumento intelectual que se utiliza para ponerlo en escena se llama "empirismo".
El empirismo se aplica como una clase de lenguaje para comunicarse con el oráculo de la verdad. Para la secta empirista la experiencia es la única fuente de conocimiento. Todo conocimiento se origina y proviene de la experiencia, dicen. Obviamente, por lo comentado en el primer párrafo, no podía coincidir con el dogma empirista. Yo sabia que ciertos conocimientos no requerían de la experiencia. Lo había vivido en mi infancia y adolescencia al darme cuenta de los déjà vu. Pero en esta situación el empirismo era inevitable. Estaba solo, nadie lo cuestionaba, todos estudiábamos ingeniería, Argentina vivía en cuasi-dictadura con democracia incipiente, y todo el aparato doctrinario de la universidad era implacablemente sofisticado, tal como lo es hoy en día. Una criatura sola no puede frente a semejante monstruo.
Ante esa situación agobiante, mi estrategia fue apechugar y esperar. Llegará el momento, me dije, en el cual yo decidiré qué leer, dónde buscarlo, cuándo leerlo, qué clases escuchar, y qué clases rechazar. Y, de nuevo, como en aquellos bellos pasajes de mi infancia, no me equivoque. Ese momento llegó luego de finalizada mi carrera de ingeniería. El adoctrinamiento compulsivo impuesto por ese sistema universitario terminó para mi. A partir de ahí, fui yo quien decidió qué hacer y qué estudiar; a pesar de recibir una formación adicional obligatoria en dos postgrados de economía.
La economía es una ciencia social. Para abordar y entender un fenómeno social uno está obligado a abrir la cabeza. No se puede ser tan cerrado como en una ingeniería. También, en el medio, estudié bastante de matemáticas. Estudiar economía y matemáticas fue para mi como tocar el cielo con las manos. Se confirmaban todas mis sospechas. No me quedaban dudas de que el empirismo era un espantoso dogma que se usaba para el adoctrinamiento. Ambas ciencias, la economía y las matemáticas, no requieren de la experiencia para obtener sus teoremas e implicaciones. Punto.
Por fortuna, y gracias a mi resistencia, hoy puedo estudiar y entender por mi mismo toda la complejidad de: la relatividad, la teoría cuántica, las teorías cosmológicas, los espacios vectoriales y topológicos, los espacios de Hilbert, la teoría del caos, la praxeología, las teorías jurídicas, y la economía, entre otras. Entender esto no requiere de la experiencia. Es completa y absolutamente independiente de ella. En mi caso, la semilla de tal entendimiento no la sembró la experiencia. La semilla venía conmigo y germinó en mi infancia. Eso estaba ocurriendo cuando me aburrían maestros y profesores; cuando lo que ellos me obligaban a leer ya lo sabía.
La explicación racional a mis juveniles déjà vu, que aún hoy vivo, se encuentra en los trabajos del, para mi, más grande de todos los filósofos que he leído: Inmanuel Kant. En su conmovedora obra "The Critique of Pure Reason" Kant explora minuciosamente las distintas fuentes que alimentan de conocimiento a la mente humana. Allí él se concentra y estudia una clase de conocimiento muy especial que es completa y absolutamente independiente de toda experiencia. Él llama a los enunciados de este tipo de conocimiento "juicios sintéticos a priori". Es decir, son nuevos conocimientos, nuevos juicios o enunciados, para la mente que no tienen nada que ver con toda experiencia. Estos conocimientos no requieren de experiencia para de repente surgir en la mente de una persona. La mente tiene esa maravillosa habilidad para generarlos. Eso es, simplemente, un evento fantástico, un patrimonio único del ser humano.
Kan demuestra en detalle la existencia de los juicios sintéticos a priori, con lo cual no quedan dudas de su existencia. En una nota que escribí aquí en este blog, intento probar la existencia de estos juicios usando rigurosa lógica proposicional. Además, desafortunadamente para los empiristas, las matemáticas, la geometría en especial, son una prueba viviente de que estos juicios existen. De todos los juicios sintéticos a priori que suelo encontrar, uno de los que me dejan perplejo -anonadado- es el axioma praxeológico de acción de Ludwig von Mises: "los humanos actúan", dice Mises. De este juicio sintético a priori se deriva la completitud de las implicancias de la praxeología incluida “toda” la teoría económica. Fantástico, no?.
Claro, para entender el significado de esto, uno debe entender el significado de la experiencia. ¿Qué es la experiencia?. Para una mente tan genial, como la de Kant, el conocimiento empírico es aquel conocimiento que se obtiene con la participación de la impresión sensorial. Los objetos -cosas, fenómenos, eventos- afectan nuestros sentidos, produciendo representaciones de ellos mismos, lo cual pone nuestro poder de entendimiento en actividad para comparar, conectar, o separar los objetos y así trasformar la materia prima sensorial en conocimiento de esos objetos.
Kant sostiene, que este conocimiento llamado empírico no tiene por qué derivarse exclusivamente de la impresión sensorial. Parte puede provenir como una oferta de la propia facultad cognitiva más que de la impresión sensorial. El conocimiento que no proviene, absolutamente, de la impresión sensorial Kant lo llama a priori. Y si en ese conocimiento -en su enunciado- no hay ningún elemento empírico -algo que se deriva empíricamente- el enunciado es a priori puro, sino es a priori impuro porque está contaminado con impurezas empíricas. Además el conocimiento a priori puede ser analítico si es que el predicado de su enunciado está contenido -oculto- en el sujeto, o sintético si es que no lo está. El enunciado de este último conocimiento es lo que Kant denomina "juicio sintético a priori". Los juicios a priori, en especial los sintéticos, constituyen la explicación de mis déjà vu. De repente me encontraba leyendo juicios -enunciados- a los cuales mi mente había accedido de algún modo.
Por supuesto, lo que he comentado sobre mis déjà vu debe pasarle a millones de jóvenes todo el tiempo, quienes se ven obligados a no avanzar. Ocurre que el sistema educativo doctrinario compulsivo nos tiene entrampados. Vivimos en un callejón sin salida. Las criaturas educando son inocentes e indefensas. No tienen la fuerza ni los recursos para decidir sobre su educación. Y para peor de los males, sus padres son todos conformistas ignorantes, quienes no entienden, ni entenderán, el daño que le ocasionan a sus propios hijos y a su propia descendencia.
La única posibilidad de cambio es que el dogma y la doctrina empirista desaparezca como estándar compulsivo de educación. Pero esta es una decisión que no pueden tomar las víctimas, sino sus victimarios: adultos conformistas ignorantes que usan incluso el adoctrinamiento para lucrar. Cuando pienso sobre esta situación entiendo la ocurrencia de muchas miserias humanas, como: las guerras, la indignidad de la esclavitud, el terrorismo, la explotación, el hambre, y la pobreza. La educación dogmática y doctrinaria impide que la gente se de cuenta que tarde o temprano caerá en esa situación de miseria. Con lo cual, la miseria ocurre.
El ser humano compulsivamente adoctrinado no puede ser libre. Un humano no libre es un humano no viviente, es una momia que se reproduce. Este resultado es muy triste. Pero tengo la esperanza que llegará el día en el que nuestra única salida para continuar como especie sea el completo reconocimiento de que necesitamos ser y vivir en condiciones de absoluta libertad que nos permita elegir, entre otras cosas, cómo educarnos. Tengo la esperanza de que ese momento llegará. Eso será cuando nuestra mente y nuestro espíritu, como miembros de la raza humana, se encuentren liberados y mucho más allá del empirismo.
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sábado, diciembre 22, 2012
Las Bondades de la Paz
La vida pacífica dignifica al ser humano. Vivir en paz eleva su estatus moral, espiritual, y material. El cultivo de las mejores cualidades de la vida sólo se vuelve posible bajo las condiciones reinantes en la paz. Pero, ¿qué es vivir en paz?; y ¿cuáles son sus implicancias?. Lo que recurrentemente retorna a mi mente cada vez que planteo estas interrogantes es si los dos millones de años -más de 100 mil generaciones de humanos; algo así como 100 mil tiradas de dados de un supuesto apostador biológico- de historia sirvió para que los hombre entendieran algo sobre la verdadera trascendencia de la vida, o si es que esa disminuida bestia primitiva -asesina, violadora, y caníbal- ejerce aun un control predominante sobre la conducta de los individuos.
Vivir en paz significa vivir en sociedad respetando la existencia, la libertad, y la propiedad de los demás; es decir, respetando sus plenos derechos. Cualquier violación a estos derechos, altera las condiciones de vida social y tensa las relaciones humanas en el sentido de la agresión que es lo opuesto a la paz. La violencia agresiva es inconsistente con la vida social pacífica. Cuando alguien va por el mundo agrediendo a los demás, no puede esperar menos que recibir agresiones; esta es una ley cuasi-biológica. Es la ley de la selva. ¿Hasta donde se extienden los alcances de esta primitiva ley sobre la conducta humana?. Se extiende hasta donde el orden social humano establece sus límites.
A priori, se sabe que un hombre está predispuesto a agredir siempre que los beneficios obtenidos por hacerlo superen los costos o pérdida que ello le genere. Esto es una consecuencia lógica del axioma de acción de Mises. Si cualquier agresión humana fuera perfectamente identificable con el agresor y tal agresor fuera efectivamente punible, el orden social del hombre sería completamente pacífico, al no quedar espacios para agredir. En tal caso la agresión quedaría totalmente limitada e imposibilitada. Los costos del agresor serían siempre onerosos. Esto es lo que yo llamaría “el” ideal de la paz. Pero el ideal, sin ser una fantasía, resulta poco probable en la práctica social. Lo habitual es que muchos hombres no detecten sus actos agresivos y actúen generando daño involuntario; y también ocurre que individuos intencionalmente dañinos y agresivos actúan agrediendo sin ser detectados o castigados. En una sociedad real hay daño esperable.
Pero sin una cota mínima de paz o una cota máxima de agresión, la sociedad humana se vuelve impracticable. Superada esta cota máxima toda sociedad se disuelve o no se constituye. Una sociedad sólo es constituible sobre el estándar de la paz y no sobre el predominio de la violencia agresiva. En algún momento la paz debe predominar. Dos personas, o grupos, o pueblos, o naciones que se agreden permanentemente, se terminan aniquilando. La aniquilación social es el resultado trivial de la agresión permanente. ¿Por qué ocurre esto?
Aquí entran en juego las implicancias de la paz. Estas implicaciones son económicas. La paz es una condición necesaria para la prosperidad de los hombres y sus sociedades. Los valiosos recursos que requiere la agresión se sustraen del progreso potencial. Las guerras, por ejemplo, no solamente destruyen progreso ya obtenido por aplicar recursos en el pasado sino también impiden que los recursos usados para el accionar bélico se apliquen a generar nueva prosperidad en la sociedad. Es a lo que yo me refiero como “pérdida de doble vía”: se destruye el progreso creado y se impide crear progreso. La suma de esas pérdidas suele ser tan significativa que a la larga vuelven inviables a los pueblos guerreros. Ellos mismos se auto-aniquilan. De este modo, la agresión conduce a la auto-aniquilación.
El ser humano, dispone del motivo, de la intención; rasgo que lo distingue de otras bestias y lo vuelve consciente de casi toda su conducta, de todos sus actos. Conducta y acción se explican por el motivo y la intención. Así lo expresa el gran axioma de la praxeología propuesto por Ludwig von Mises: “el hombre actúa”. Actuar, aquí, significa comportarse motivada e intencionalmente.
El hombre identifica determinadas metas, se focaliza sobre ellas y elige las que desea para luego arbitrar los medios en su intento por alcanzarlas. Así actúa el ser humano. Esta es una verdad innegable y en buena hora que así sea. El problema surge cuando el hombre, viviendo en sociedad, elige metas y arbitra medios que dañan derechos de otras personas. En una sociedad pacífica esos daños se evitan o minimizan habilitando de ese modo la mejor perspectiva para la prosperidad que surge como una de las Bondades de la Paz.
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Vivir en paz significa vivir en sociedad respetando la existencia, la libertad, y la propiedad de los demás; es decir, respetando sus plenos derechos. Cualquier violación a estos derechos, altera las condiciones de vida social y tensa las relaciones humanas en el sentido de la agresión que es lo opuesto a la paz. La violencia agresiva es inconsistente con la vida social pacífica. Cuando alguien va por el mundo agrediendo a los demás, no puede esperar menos que recibir agresiones; esta es una ley cuasi-biológica. Es la ley de la selva. ¿Hasta donde se extienden los alcances de esta primitiva ley sobre la conducta humana?. Se extiende hasta donde el orden social humano establece sus límites.
A priori, se sabe que un hombre está predispuesto a agredir siempre que los beneficios obtenidos por hacerlo superen los costos o pérdida que ello le genere. Esto es una consecuencia lógica del axioma de acción de Mises. Si cualquier agresión humana fuera perfectamente identificable con el agresor y tal agresor fuera efectivamente punible, el orden social del hombre sería completamente pacífico, al no quedar espacios para agredir. En tal caso la agresión quedaría totalmente limitada e imposibilitada. Los costos del agresor serían siempre onerosos. Esto es lo que yo llamaría “el” ideal de la paz. Pero el ideal, sin ser una fantasía, resulta poco probable en la práctica social. Lo habitual es que muchos hombres no detecten sus actos agresivos y actúen generando daño involuntario; y también ocurre que individuos intencionalmente dañinos y agresivos actúan agrediendo sin ser detectados o castigados. En una sociedad real hay daño esperable.
Pero sin una cota mínima de paz o una cota máxima de agresión, la sociedad humana se vuelve impracticable. Superada esta cota máxima toda sociedad se disuelve o no se constituye. Una sociedad sólo es constituible sobre el estándar de la paz y no sobre el predominio de la violencia agresiva. En algún momento la paz debe predominar. Dos personas, o grupos, o pueblos, o naciones que se agreden permanentemente, se terminan aniquilando. La aniquilación social es el resultado trivial de la agresión permanente. ¿Por qué ocurre esto?
Aquí entran en juego las implicancias de la paz. Estas implicaciones son económicas. La paz es una condición necesaria para la prosperidad de los hombres y sus sociedades. Los valiosos recursos que requiere la agresión se sustraen del progreso potencial. Las guerras, por ejemplo, no solamente destruyen progreso ya obtenido por aplicar recursos en el pasado sino también impiden que los recursos usados para el accionar bélico se apliquen a generar nueva prosperidad en la sociedad. Es a lo que yo me refiero como “pérdida de doble vía”: se destruye el progreso creado y se impide crear progreso. La suma de esas pérdidas suele ser tan significativa que a la larga vuelven inviables a los pueblos guerreros. Ellos mismos se auto-aniquilan. De este modo, la agresión conduce a la auto-aniquilación.
El ser humano, dispone del motivo, de la intención; rasgo que lo distingue de otras bestias y lo vuelve consciente de casi toda su conducta, de todos sus actos. Conducta y acción se explican por el motivo y la intención. Así lo expresa el gran axioma de la praxeología propuesto por Ludwig von Mises: “el hombre actúa”. Actuar, aquí, significa comportarse motivada e intencionalmente.
El hombre identifica determinadas metas, se focaliza sobre ellas y elige las que desea para luego arbitrar los medios en su intento por alcanzarlas. Así actúa el ser humano. Esta es una verdad innegable y en buena hora que así sea. El problema surge cuando el hombre, viviendo en sociedad, elige metas y arbitra medios que dañan derechos de otras personas. En una sociedad pacífica esos daños se evitan o minimizan habilitando de ese modo la mejor perspectiva para la prosperidad que surge como una de las Bondades de la Paz.
domingo, diciembre 16, 2012
Infinita et Infinitesimal -Part II-
Aunque hace rato debí publicar esta nota, me tomó casi un año de tiempo retomar el apasionante problema de la extensión del Universo. No soy físico de profesión, aclaro, -aunque he estudiado matemáticas, pero este aspecto de la dimensión del mundo físico es uno sobre los que pienso cada día de mi vida. Esta nota debí escribirla en Ingles, pues en tal lenguaje fue publicada su antecesora Infinita et Infinitesimal -Part I-. Decidí escribirla en español con el único propósito de que quién la inspiró, la mente brillante de una hermosa y joven mujer que vive 15.000 Km de distancia de Argentina, haga el esfuerzo de leerla en mi lenguaje materno. Tal como lo sabe, de ser verdadero, lo que aquí digo lo dedico para ella.
Muchas personas con las que he hablado sobre la extensión del universo me han dicho que éste no puede extenderse infinitamente porque en tal caso no habría un comienzo a partir de una singularidad como la propuesta en la teoría de los agujeros negros de Stephen Hawking. Si se originó a partir de un punto arbitraria e infinitamente pequeño -de la nada- luego, dicen los críticos de la infinitud, el universo debería ser eterno para ser infinito. Pero un universo inicial eterno, argumentan, carece de significado epistemológico pues el observador -el hombre creador o portador de toda lógica- no lo es al estar viviendo en un periodo limitado de la historia que no es ni el inicio ni el fin. La eternidad no tiene inicio ni fin. Un universo, a priori, no tendría ni inicio ni fin si uno pretendiera otorgar significado epistemológico a la noción de "universo eterno".
El atajo que yo utilizo para salvar esta discusión es la teoría de la relatividad "general" de Albert Einstein. Esta teoría no impone restricciones sobre la expansión del espacio. El espacio es quien contiene y aparece junto con la masa -materia y la energía-. La masa, cuando irrumpe en la existencia, crea simultáneamente espacio; o sea, lo genera para existir. La teoría "especial" de la relatividad de Einstein sólo impone restricciones para el desplazamiento de la materia y la energía sosteniendo que nada que tenga masa puede moverse en el espacio más rápido que la luz. De este modo, dado que el universo es masivo, si tuviera un inicio no podría extenderse infinitamente ni por toda la eternidad.
Pero la teoría "general" de la relatividad de Einstein acepta la posibilidad de que el espacio -es decir, el continente de la materia y la energía- se desplace a cualquier velocidad arbitraria, incluida una velocidad infinita, por el sólo hecho de que nada lo contiene. Si dos objetos espaciales que contienen materia y energía se alejaran el uno del otro a velocidad infinita entonces en "cualquier" instante infinitesimal, contado desde algún inicio de tales objetos, ellos se encontrarían a distancia infinita el uno del otro. O sea, en una fracción de tiempo arbitrariamente pequeño el universo podría alcanzar una extensión infinita. Brillante!!!; no?.
En este contexto, el inicio en Big Bang propuesto por Stephen Hawking -esa noción de explosión colosal que dio origen a un universo infinito- adquiere estatus epistemológico. Esta noción se vuelve una verdad irrefutable; absoluta y necesariamente independiente de toda verificación empírica. O sea, la teoría de Stephen aplicada a un cosmos ilimitado es una noción a priori. Esto también es Brillante, pero además Exultante!!!; no?.
Para los fundamentalistas del empirismo, cosa con la que yo no coincido ya que el empirismo es en sí mismo contradictorio, tengo un ejemplo sumamente simple y contundente de que algo arbitrariamente pequeño que lo contiene todo puede extenderse infinitamente en una fracción arbitraria de tiempo. Considere un círculo. Hágalo tan pequeño como su mente lo pueda; o sea, haga su diámetro tan pequeño como lo quiera. Pues eso es un objeto infinitamente pequeño. Además ese círculo contiene infinitos puntos, que es todo lo que contiene; está infinitamente constituido por los mismo puntos que emergerían al incrementar su diámetro. Ahora haga el esfuerzo mental de aumentar el diámetro de ese círculo originalmente cuasi-inexistente. Por último, intente incrementar el diámetro del círculo a un tamaño tan grande como lo desee casi instantáneamente; imagine que ese diámetro es infinito.
Listo. Con este ejercicio Usted ha logrado replicar el Big Bang de Stephen que vuelve consistente la finitud y la infinitud. Usted imaginó simultáneamente un círculo infinitamente pequeño y ese mismo círculo infinitamente grande, por decirlo de alguna manera entendible. Por supuesto, no se asuste!!!, su réplica del Big Bang no es una explosión creativa colosal. Usted no ha creado nada, sólo lo ha imaginado. O sea lo hizo a apriori, despojado de toda experiencia.
Darle la vuelta a este ejercicio mental es algo aburrido y trivial. Es un ejercicio que cualquiera puede hacer una vez que captura la noción del Big Bang. Algo que se puede inflar infinitamente en un instante, desde luego que también se podrá desinflar en un instante. Piense en un globo que se infla y explota. Ambos eventos, inflar y desinflar el globo, pueden ocurrir casi simultáneamente de manera violenta. Algo así como una creación y destrucción violenta. O sea, el espacio puede aparecer violentamente a partir de la singularidad de Stephen para desvanecerse violentamente a partir de una tensión espacial admitida por la relatividad general de Einstein. Así es como toma consistencia epistemológica esta noción a priori del universo. Esta nota, no termina aquí. Seguiré escribiendo sobre esto que he llamado Infinita et Infinitesimal.
---------------------------------------------------------------ad Egle
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Muchas personas con las que he hablado sobre la extensión del universo me han dicho que éste no puede extenderse infinitamente porque en tal caso no habría un comienzo a partir de una singularidad como la propuesta en la teoría de los agujeros negros de Stephen Hawking. Si se originó a partir de un punto arbitraria e infinitamente pequeño -de la nada- luego, dicen los críticos de la infinitud, el universo debería ser eterno para ser infinito. Pero un universo inicial eterno, argumentan, carece de significado epistemológico pues el observador -el hombre creador o portador de toda lógica- no lo es al estar viviendo en un periodo limitado de la historia que no es ni el inicio ni el fin. La eternidad no tiene inicio ni fin. Un universo, a priori, no tendría ni inicio ni fin si uno pretendiera otorgar significado epistemológico a la noción de "universo eterno".
El atajo que yo utilizo para salvar esta discusión es la teoría de la relatividad "general" de Albert Einstein. Esta teoría no impone restricciones sobre la expansión del espacio. El espacio es quien contiene y aparece junto con la masa -materia y la energía-. La masa, cuando irrumpe en la existencia, crea simultáneamente espacio; o sea, lo genera para existir. La teoría "especial" de la relatividad de Einstein sólo impone restricciones para el desplazamiento de la materia y la energía sosteniendo que nada que tenga masa puede moverse en el espacio más rápido que la luz. De este modo, dado que el universo es masivo, si tuviera un inicio no podría extenderse infinitamente ni por toda la eternidad.
Pero la teoría "general" de la relatividad de Einstein acepta la posibilidad de que el espacio -es decir, el continente de la materia y la energía- se desplace a cualquier velocidad arbitraria, incluida una velocidad infinita, por el sólo hecho de que nada lo contiene. Si dos objetos espaciales que contienen materia y energía se alejaran el uno del otro a velocidad infinita entonces en "cualquier" instante infinitesimal, contado desde algún inicio de tales objetos, ellos se encontrarían a distancia infinita el uno del otro. O sea, en una fracción de tiempo arbitrariamente pequeño el universo podría alcanzar una extensión infinita. Brillante!!!; no?.
En este contexto, el inicio en Big Bang propuesto por Stephen Hawking -esa noción de explosión colosal que dio origen a un universo infinito- adquiere estatus epistemológico. Esta noción se vuelve una verdad irrefutable; absoluta y necesariamente independiente de toda verificación empírica. O sea, la teoría de Stephen aplicada a un cosmos ilimitado es una noción a priori. Esto también es Brillante, pero además Exultante!!!; no?.
Para los fundamentalistas del empirismo, cosa con la que yo no coincido ya que el empirismo es en sí mismo contradictorio, tengo un ejemplo sumamente simple y contundente de que algo arbitrariamente pequeño que lo contiene todo puede extenderse infinitamente en una fracción arbitraria de tiempo. Considere un círculo. Hágalo tan pequeño como su mente lo pueda; o sea, haga su diámetro tan pequeño como lo quiera. Pues eso es un objeto infinitamente pequeño. Además ese círculo contiene infinitos puntos, que es todo lo que contiene; está infinitamente constituido por los mismo puntos que emergerían al incrementar su diámetro. Ahora haga el esfuerzo mental de aumentar el diámetro de ese círculo originalmente cuasi-inexistente. Por último, intente incrementar el diámetro del círculo a un tamaño tan grande como lo desee casi instantáneamente; imagine que ese diámetro es infinito.
Listo. Con este ejercicio Usted ha logrado replicar el Big Bang de Stephen que vuelve consistente la finitud y la infinitud. Usted imaginó simultáneamente un círculo infinitamente pequeño y ese mismo círculo infinitamente grande, por decirlo de alguna manera entendible. Por supuesto, no se asuste!!!, su réplica del Big Bang no es una explosión creativa colosal. Usted no ha creado nada, sólo lo ha imaginado. O sea lo hizo a apriori, despojado de toda experiencia.
Darle la vuelta a este ejercicio mental es algo aburrido y trivial. Es un ejercicio que cualquiera puede hacer una vez que captura la noción del Big Bang. Algo que se puede inflar infinitamente en un instante, desde luego que también se podrá desinflar en un instante. Piense en un globo que se infla y explota. Ambos eventos, inflar y desinflar el globo, pueden ocurrir casi simultáneamente de manera violenta. Algo así como una creación y destrucción violenta. O sea, el espacio puede aparecer violentamente a partir de la singularidad de Stephen para desvanecerse violentamente a partir de una tensión espacial admitida por la relatividad general de Einstein. Así es como toma consistencia epistemológica esta noción a priori del universo. Esta nota, no termina aquí. Seguiré escribiendo sobre esto que he llamado Infinita et Infinitesimal.
---------------------------------------------------------------ad Egle
miércoles, octubre 17, 2012
Ser Libertario
Un Ser Libertario es política y metodológicamente individualista, en el sentido de que es sólo y exclusivamente el individuo quien piensa, valora, elige, y actúa. Sólo un individuo posee estos dones naturales. Un Ser Libertario tiene plenos derechos sobre si mismo y sobre todo aquello que le pertenece -aquellas apropiaciones que se derivan de aplicar sus plenas aptitudes naturales o aquellas apropiaciones que le son voluntaria o naturalmente obsequiadas-.
Un Ser Libertario rechaza toda clase de violencia salvo aquella violencia que lo protege de la violencia. Este principio libertario constituye “el imperativo de la no violación de derechos”. Solo la violencia puede proteger de la violencia debido a que los eventos violentos son ejecutados por personas, y es necesario violentar esa voluntad para que tales eventos no ocurran o sean reparados adecuadamente. Para un Ser Libertario la única función de la violencia es defender a los individuos de la violencia que los demás pueden ejercer sobre sus derechos -él y sus bienes-. Murray N. Rothbard sostiene que: toda violencia que va más allá de esta función protectora es agresiva, injusta, y criminal.
Todo -ad infinitum- le es permitido a un Ser Libertario salvo violentar a los demás individuos y sus propiedades. La libertad, y los derechos naturales derivados de ella, forma un infinito en sí; constituye una totalidad no enumerable. Los derechos implicados por la libertad no se pueden escribir en detalle, ningún ser terrestre puede detallar una infinitud, por lo tanto ningún hombre los puede crear. Ninguna regla, ninguna norma escrita, puede crear derechos. La regla o la norma sólo podrá servir para protegerlos y garantizarlos pero nunca para crearlos. Por ello, un Libertario sabe que ningún ser humano, ningún gobernante o legislador, está habilitado para crear y asignar los derechos mediante una norma o una ley.
El Libertarianismo es sólo una teoría política, o sea una parte de la teoría moral que trata sobre la función propia de la violencia en la vida social del hombre. Dado que la teoría política trata con lo que le es propio e impropio a un gobierno, y dado que un gobierno es la única institución de violencia organizada a tal fin, luego el Libertarianismo es una teoría que aborda el papel propio de un gobierno. Para un Ser Libertario, la violencia que aplica un gobierno no puede violentar a los individuos o sus propiedades. Cada vez que un gobierno impone algo coercitivamente que transgrede la función propia de la violencia no hace otra cosa que violar el principio libertario.
El Libertarianismo no tiene una teoría moral general o personal. Para el Libertarianismo cada persona es completamente libre de elegir su moral y se es Libertario siempre que se respete el imperativo de la no violación de derechos de los demás, siempre que se respete la absoluta inmoralidad de la violencia agresiva. Pero un Ser Libertario no puede imponer la creencia de este principio a los demás pues en tal caso se contradiría en sí mismo; cada individuo es plenamente libre de aceptarlo o no y así es o no un Ser Libertario. Un Ser Libertario jamas pretende anular o aniquilar a los No Libertarios porque elige voluntariamente convivir pacíficamente con ellos; si así no lo fuere, no sería un Libertario.
Para el Libertarianismo la libertad se encuentra en la cima de los fines políticos -fines del hombre viviendo en sociedad- aunque cada individuo la ubique en jerarquías distintas. Para un Ser Libertario los individuos son absolutamente libres para pensar, valorar, elegir, y actuar; nada, ni la misma moralidad, debe imponerse salvo la moral de la no agresión. Dado que la moralidad no se impone, entonces los hombres libres viviendo en sociedad no requieren de un guardián de la moralidad. Cada individuo es su propio guardián de su propia moralidad. Las personas que integran un gobierno no son guardianes morales, sino custodios de la libertad y la seguridad de las personas.
Esta noción Rothbardiana del Libertarianismo es completamente consistente con las características de la vida enunciadas por Bastiat. Bastiat fue un ferviente protolibertario. Según Bastiat, y así lo interpreto en una nota anterior, la vida del individuo queda determinada por su existencia, su libertad y su propiedad; anular o interferir alguna de estas componentes significa anular o interferir la vida misma del individuo. Por esto, garantizar la plenitud de una de ellas significa garantizar la plenitud de la vida. Para Bastiat al garantizar la plenitud de la vida de los hombres en sociedad se fomenta el orden necesario para crear riqueza y prosperidad indefinidamente, el orden necesario para cultivar la vida misma. Ese complejo, continuo, y fructífero orden emerge sólo al darse esta garantía.
En su versión Protolibertaria de Bastiat, los Libertarios enfatizan la libertad como el principio fundamental que garantiza la vida: el pleno ejercicio de las aptitudes de la personalidad del individuo constituye el garante de su personalidad y sus apropiaciones; Bastiat demuestra, a lo largo de toda su obra, que la vida del hombre se ve disminuida si se anula o interfiere su libertad. Los Libertarios eligen el imperativo de la libertad para caracterizar la vida porque es precisamente el deterioro de la libertad el objetivo elegido por los administradores de violencia agresiva y criminal (como los gobernantes de estado) para acomodar la vida social de los hombres a sus propios beneficios -beneficios que jamás obtienen de otro modo-.
Los violadores organizados disimulan su violencia agresiva atacando la libertad; los ataques directos a la existencia y a la propiedad son mucho más evidentes que las agresiones a la libertad; con los agravios a la libertad los violadores organizados anulan la vida de las personas, manipulan y redirigen las personalidades y las propiedades con el fin de apropiarse agresivamente de los frutos de la vida que sustraen de los demás. De ese modo se establece un pseudo orden que facilita y fomenta el robo, la agresión, la injusticia, y la criminalidad; y, lamentablemente, ese pseudo orden hoy está siendo, perversamente, fomentado y cultivado por gobiernos democráticos.
Los Libertarios saben que hay hombres buenos y malos; hombres que desean y practican el bien y otros que eligen la maldad; hombres de buenas y de malas intenciones para con sus pares en la sociedad; hombres pacíficos y hombres criminales; hombres sabios y otros no tanto. Esa variedad y diversidad forma parte de la naturaleza humana. Pero todo eso que es la naturaleza humana resulta completamente irrelevante para un Ser Libertario. Si hay algo que los Libertarios entienden es ese reinado de la diversidad que hace imposible la existencia de una sociedad pura y perfecta. En una sociedad convive toda esa diversidad de seres humanos.
Si los hombres agresivos toman el control de una sociedad, ellos aplican su agresión. Los Libertarios entienden que, para prevenir o reducir la agresión, una sociedad requiere instituir un orden social violento con la violencia agresiva. Los Libertarios entienden que el derecho natural a la vida sólo adquiere verdadero significado si está acompañado con el derecho a defenderla, preservarla, y cultivarla. De esto se deriva la función Libertaria del gobierno: el uso de la coerción o la represión para proteger a los hombres y sus propiedad de la violencia agresiva de los demás hombres. Un Libertario concuerda en principio con aquello enunciado por Albert Jay Nock "...el gobierno es un entendimiento y un acuerdo común en una sociedad con el único deseo de libertad y seguridad..."
Si un gobierno Libertario ha de existir éste debe concebirse como la institución de la violencia para protegerse de la violencia, y jamas suponer que sus hombres son probos. Suponerlos probos implicaría ceder el control para el reinado del mal. La diversidad del bien y del mal forma parte de la herencia social que recibe un gobierno: un gobierno está naturalmente integrado por hombres buenos y malos, tal como lo está cualquier organización humana, dado que la bondad y la maldad pueden coexistir en cada ser humano.
Para evitar que la maldad se apodere del gobierno, y ejerza así su agresión, es necesario enumerar lo muy poco que a los gobernantes les está permitido hacer como tal. Esa enumeración es lo que Bastiat denomina “Constitución”. Según la Constitución Libertaria del gobierno lo único que le está permitido hacer a los hombres que lo integran es usar la violencia para proteger a los hombres de la violencia agresiva, incluidos ellos mismos. A los hombres de gobierno se les retribuye por ejecutar, ni más ni menos, esta trascendental tarea social. Ningún otro poder le es propio ni delegado a un gobierno Libertario, siendo esta limitación funcional la única amenaza efectiva contra el reinado de la agresión.
Obviamente, para un Ser Libertario, la única forma exitosa de vida social de las personas es la plena libertad. Especialmente este imperativo Libertario significa que las personas deben quedar aisladas del control político -del control del resto de las personas-. Un Ser Libertario es dueño de sí mismo -no debe rendir cuentas a ninguna otra persona, incluida el gobierno, de sus asuntos personales-; toda invasión que un tercero hiciere a esa privacidad constituye una violación agresiva por lo que queda sujeto al acuerdo de represión. Por esto, la democracia se aparta del estándar Libertario ya que ella conduce a la deliberación y control de los asuntos privados de las personas. Se obtiene apriori que, si el sentimiento Libertario resultare predominante entre los miembros de una sociedad, cualquier democracia está destinada a fracasar porque es inconsistente con la supremacía Libertaria y la supremacía Libertaria implica el derecho a la autodeterminación de los miembros de una sociedad.
La supremacía Libertaria es, como lo estableció Bastiat, un principio absoluto. Para Bastiat, el hombre deposita su fe sobre el interés personal que es la "única" impronta natural para preservar y cultivar su vida; siendo este principio el que determina la libre acción del ser humano. La absoluta libertad es él ejercicio equivalente a la vida. Esa compleja regularidad que sostiene y promueve la vida del hombre sólo puede lograrse por el pleno ejercicio de las aptitudes obsequiadas por la naturaleza. La vida social de los hombres es abrumadoramente compleja como para que un hombre, o un grupo de ellos, pueda entenderla, manipularla, y controlarla exitosamente. Esa intervención no puede implicar otra cosa que pobreza, desesperación, agresión, criminalidad, y destrucción, dice Bastiat como si estuviera caracterizando a un Ser Libertario.
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Un Ser Libertario rechaza toda clase de violencia salvo aquella violencia que lo protege de la violencia. Este principio libertario constituye “el imperativo de la no violación de derechos”. Solo la violencia puede proteger de la violencia debido a que los eventos violentos son ejecutados por personas, y es necesario violentar esa voluntad para que tales eventos no ocurran o sean reparados adecuadamente. Para un Ser Libertario la única función de la violencia es defender a los individuos de la violencia que los demás pueden ejercer sobre sus derechos -él y sus bienes-. Murray N. Rothbard sostiene que: toda violencia que va más allá de esta función protectora es agresiva, injusta, y criminal.
Todo -ad infinitum- le es permitido a un Ser Libertario salvo violentar a los demás individuos y sus propiedades. La libertad, y los derechos naturales derivados de ella, forma un infinito en sí; constituye una totalidad no enumerable. Los derechos implicados por la libertad no se pueden escribir en detalle, ningún ser terrestre puede detallar una infinitud, por lo tanto ningún hombre los puede crear. Ninguna regla, ninguna norma escrita, puede crear derechos. La regla o la norma sólo podrá servir para protegerlos y garantizarlos pero nunca para crearlos. Por ello, un Libertario sabe que ningún ser humano, ningún gobernante o legislador, está habilitado para crear y asignar los derechos mediante una norma o una ley.
El Libertarianismo es sólo una teoría política, o sea una parte de la teoría moral que trata sobre la función propia de la violencia en la vida social del hombre. Dado que la teoría política trata con lo que le es propio e impropio a un gobierno, y dado que un gobierno es la única institución de violencia organizada a tal fin, luego el Libertarianismo es una teoría que aborda el papel propio de un gobierno. Para un Ser Libertario, la violencia que aplica un gobierno no puede violentar a los individuos o sus propiedades. Cada vez que un gobierno impone algo coercitivamente que transgrede la función propia de la violencia no hace otra cosa que violar el principio libertario.
El Libertarianismo no tiene una teoría moral general o personal. Para el Libertarianismo cada persona es completamente libre de elegir su moral y se es Libertario siempre que se respete el imperativo de la no violación de derechos de los demás, siempre que se respete la absoluta inmoralidad de la violencia agresiva. Pero un Ser Libertario no puede imponer la creencia de este principio a los demás pues en tal caso se contradiría en sí mismo; cada individuo es plenamente libre de aceptarlo o no y así es o no un Ser Libertario. Un Ser Libertario jamas pretende anular o aniquilar a los No Libertarios porque elige voluntariamente convivir pacíficamente con ellos; si así no lo fuere, no sería un Libertario.
Para el Libertarianismo la libertad se encuentra en la cima de los fines políticos -fines del hombre viviendo en sociedad- aunque cada individuo la ubique en jerarquías distintas. Para un Ser Libertario los individuos son absolutamente libres para pensar, valorar, elegir, y actuar; nada, ni la misma moralidad, debe imponerse salvo la moral de la no agresión. Dado que la moralidad no se impone, entonces los hombres libres viviendo en sociedad no requieren de un guardián de la moralidad. Cada individuo es su propio guardián de su propia moralidad. Las personas que integran un gobierno no son guardianes morales, sino custodios de la libertad y la seguridad de las personas.
Esta noción Rothbardiana del Libertarianismo es completamente consistente con las características de la vida enunciadas por Bastiat. Bastiat fue un ferviente protolibertario. Según Bastiat, y así lo interpreto en una nota anterior, la vida del individuo queda determinada por su existencia, su libertad y su propiedad; anular o interferir alguna de estas componentes significa anular o interferir la vida misma del individuo. Por esto, garantizar la plenitud de una de ellas significa garantizar la plenitud de la vida. Para Bastiat al garantizar la plenitud de la vida de los hombres en sociedad se fomenta el orden necesario para crear riqueza y prosperidad indefinidamente, el orden necesario para cultivar la vida misma. Ese complejo, continuo, y fructífero orden emerge sólo al darse esta garantía.
En su versión Protolibertaria de Bastiat, los Libertarios enfatizan la libertad como el principio fundamental que garantiza la vida: el pleno ejercicio de las aptitudes de la personalidad del individuo constituye el garante de su personalidad y sus apropiaciones; Bastiat demuestra, a lo largo de toda su obra, que la vida del hombre se ve disminuida si se anula o interfiere su libertad. Los Libertarios eligen el imperativo de la libertad para caracterizar la vida porque es precisamente el deterioro de la libertad el objetivo elegido por los administradores de violencia agresiva y criminal (como los gobernantes de estado) para acomodar la vida social de los hombres a sus propios beneficios -beneficios que jamás obtienen de otro modo-.
Los violadores organizados disimulan su violencia agresiva atacando la libertad; los ataques directos a la existencia y a la propiedad son mucho más evidentes que las agresiones a la libertad; con los agravios a la libertad los violadores organizados anulan la vida de las personas, manipulan y redirigen las personalidades y las propiedades con el fin de apropiarse agresivamente de los frutos de la vida que sustraen de los demás. De ese modo se establece un pseudo orden que facilita y fomenta el robo, la agresión, la injusticia, y la criminalidad; y, lamentablemente, ese pseudo orden hoy está siendo, perversamente, fomentado y cultivado por gobiernos democráticos.
Los Libertarios saben que hay hombres buenos y malos; hombres que desean y practican el bien y otros que eligen la maldad; hombres de buenas y de malas intenciones para con sus pares en la sociedad; hombres pacíficos y hombres criminales; hombres sabios y otros no tanto. Esa variedad y diversidad forma parte de la naturaleza humana. Pero todo eso que es la naturaleza humana resulta completamente irrelevante para un Ser Libertario. Si hay algo que los Libertarios entienden es ese reinado de la diversidad que hace imposible la existencia de una sociedad pura y perfecta. En una sociedad convive toda esa diversidad de seres humanos.
Si los hombres agresivos toman el control de una sociedad, ellos aplican su agresión. Los Libertarios entienden que, para prevenir o reducir la agresión, una sociedad requiere instituir un orden social violento con la violencia agresiva. Los Libertarios entienden que el derecho natural a la vida sólo adquiere verdadero significado si está acompañado con el derecho a defenderla, preservarla, y cultivarla. De esto se deriva la función Libertaria del gobierno: el uso de la coerción o la represión para proteger a los hombres y sus propiedad de la violencia agresiva de los demás hombres. Un Libertario concuerda en principio con aquello enunciado por Albert Jay Nock "...el gobierno es un entendimiento y un acuerdo común en una sociedad con el único deseo de libertad y seguridad..."
Si un gobierno Libertario ha de existir éste debe concebirse como la institución de la violencia para protegerse de la violencia, y jamas suponer que sus hombres son probos. Suponerlos probos implicaría ceder el control para el reinado del mal. La diversidad del bien y del mal forma parte de la herencia social que recibe un gobierno: un gobierno está naturalmente integrado por hombres buenos y malos, tal como lo está cualquier organización humana, dado que la bondad y la maldad pueden coexistir en cada ser humano.
Para evitar que la maldad se apodere del gobierno, y ejerza así su agresión, es necesario enumerar lo muy poco que a los gobernantes les está permitido hacer como tal. Esa enumeración es lo que Bastiat denomina “Constitución”. Según la Constitución Libertaria del gobierno lo único que le está permitido hacer a los hombres que lo integran es usar la violencia para proteger a los hombres de la violencia agresiva, incluidos ellos mismos. A los hombres de gobierno se les retribuye por ejecutar, ni más ni menos, esta trascendental tarea social. Ningún otro poder le es propio ni delegado a un gobierno Libertario, siendo esta limitación funcional la única amenaza efectiva contra el reinado de la agresión.
Obviamente, para un Ser Libertario, la única forma exitosa de vida social de las personas es la plena libertad. Especialmente este imperativo Libertario significa que las personas deben quedar aisladas del control político -del control del resto de las personas-. Un Ser Libertario es dueño de sí mismo -no debe rendir cuentas a ninguna otra persona, incluida el gobierno, de sus asuntos personales-; toda invasión que un tercero hiciere a esa privacidad constituye una violación agresiva por lo que queda sujeto al acuerdo de represión. Por esto, la democracia se aparta del estándar Libertario ya que ella conduce a la deliberación y control de los asuntos privados de las personas. Se obtiene apriori que, si el sentimiento Libertario resultare predominante entre los miembros de una sociedad, cualquier democracia está destinada a fracasar porque es inconsistente con la supremacía Libertaria y la supremacía Libertaria implica el derecho a la autodeterminación de los miembros de una sociedad.
La supremacía Libertaria es, como lo estableció Bastiat, un principio absoluto. Para Bastiat, el hombre deposita su fe sobre el interés personal que es la "única" impronta natural para preservar y cultivar su vida; siendo este principio el que determina la libre acción del ser humano. La absoluta libertad es él ejercicio equivalente a la vida. Esa compleja regularidad que sostiene y promueve la vida del hombre sólo puede lograrse por el pleno ejercicio de las aptitudes obsequiadas por la naturaleza. La vida social de los hombres es abrumadoramente compleja como para que un hombre, o un grupo de ellos, pueda entenderla, manipularla, y controlarla exitosamente. Esa intervención no puede implicar otra cosa que pobreza, desesperación, agresión, criminalidad, y destrucción, dice Bastiat como si estuviera caracterizando a un Ser Libertario.
jueves, octubre 11, 2012
La Desintegración de Venezuela
El triunfo electoral del chavismo, consumado el pasado 7 de Octubre -2012, fue un resultado apriori previsible para una mente Libertaria. Un Libertario, tal como creo serlo, sabe y entiende que la democracia contemporánea es un instrumento para legitimar la incompetencia, la agresión, y el crimen. Un Libertario sabe apriori que la democracia se ha vuelto un estándar de la vida social para consagrar y consolidar la maldad. Es el estado apriorístico que predomina en mi mente Libertaria la fuente de conclusiones sobre los destinos de una sociedad ya casi irreversiblemente disminuida y consumida por la decadencia. Con escasa edición, así lo escribí en las redes sociales:
"...La democracia vigente en la sociedad venezolana ha elegido la esclavitud como su estándar para la vida social de sus habitantes. Lo que los venezolanos no entienden ahora es que dentro de algunos años el resto del mundo estará enterrando los despojos cadavéricos de esa sociedad luego que sus habitantes sean consumidos por una guerra civil. Apriori se sabe que tarde o temprano esa clase de sociedades sucumbe abrupta y agresivamente. Que pena amigos Venezolanos; vuestro camino es sólo de ida..."
"...En rigor la guerra civil es un final extremo (aunque probable) para Venezuela si es que ambos grupos -chavistas y antichavistas- amplifican sus diferencias y no acuerdan un arreglo social consistente de sus derechos. Pero una resolución pacífica posible, sin pasar por una guerra, para esta clase de divergencias sociales es la desintegración del país tal como ocurrió con la ex- Unión Soviética. En tal caso la ya ex-Venezuela quedaría dividida en dos países distintos dentro de los cuales se alcanzarían acuerdos de derechos consistentes con la vida social pacífica. De ocurrir una guerra civil Venezuela espera dos finales posibles: se reintegra bajo un estándar político no totalitario, o se desintegra en países distintos. Luego, si el chavismo no abandona su régimen político totalitario, hay dos destinos posibles para Venezuela: ser devastada por una guerra civil, o se desintegra pacíficamente en dos países distintos. Por el momento se sabe que el chavismo -su método político- no podrá predominar por mucho tiempo más..."
Mucho se dice, hoy en día, sobre semejanzas y riesgos que Argentina siga el mismo rumbo de Venezuela. De serlo, su destino trágico de guerra y destrucción quedaría automáticamente determinado. Pero me permito ser no tan pesimista sobre los destinos de la sociedad Argentina. Argentina “no es” Venezuela. Nuestra sangre y nuestra genética mental es distinta. Hay una diferencia sustancial entre estos dos países: en Venezuela no hay Libertarios; en Argentina abundan. Punto. Este es el fin de la discusión; el totalitarismo chavista es inviable en Argentina. Los Libertarios son la única garantía para la libertad en una sociedad. Si eventualmente la política Argentina -su complejo de acciones y relaciones sociales- se encaminara hacia el totalitarismo entonces es cuando los Libertarios, siempre advertidos apriori, balizarían el sendero de la Libertad. Los Libertarios sabemos que el hombre vive siendo libre. La libertad es sinónimo de vida. Son la misma cosa; son indistinguibles. Una sociedad será libre siempre que albergue Libertarios.
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"...La democracia vigente en la sociedad venezolana ha elegido la esclavitud como su estándar para la vida social de sus habitantes. Lo que los venezolanos no entienden ahora es que dentro de algunos años el resto del mundo estará enterrando los despojos cadavéricos de esa sociedad luego que sus habitantes sean consumidos por una guerra civil. Apriori se sabe que tarde o temprano esa clase de sociedades sucumbe abrupta y agresivamente. Que pena amigos Venezolanos; vuestro camino es sólo de ida..."
"...En rigor la guerra civil es un final extremo (aunque probable) para Venezuela si es que ambos grupos -chavistas y antichavistas- amplifican sus diferencias y no acuerdan un arreglo social consistente de sus derechos. Pero una resolución pacífica posible, sin pasar por una guerra, para esta clase de divergencias sociales es la desintegración del país tal como ocurrió con la ex- Unión Soviética. En tal caso la ya ex-Venezuela quedaría dividida en dos países distintos dentro de los cuales se alcanzarían acuerdos de derechos consistentes con la vida social pacífica. De ocurrir una guerra civil Venezuela espera dos finales posibles: se reintegra bajo un estándar político no totalitario, o se desintegra en países distintos. Luego, si el chavismo no abandona su régimen político totalitario, hay dos destinos posibles para Venezuela: ser devastada por una guerra civil, o se desintegra pacíficamente en dos países distintos. Por el momento se sabe que el chavismo -su método político- no podrá predominar por mucho tiempo más..."
Mucho se dice, hoy en día, sobre semejanzas y riesgos que Argentina siga el mismo rumbo de Venezuela. De serlo, su destino trágico de guerra y destrucción quedaría automáticamente determinado. Pero me permito ser no tan pesimista sobre los destinos de la sociedad Argentina. Argentina “no es” Venezuela. Nuestra sangre y nuestra genética mental es distinta. Hay una diferencia sustancial entre estos dos países: en Venezuela no hay Libertarios; en Argentina abundan. Punto. Este es el fin de la discusión; el totalitarismo chavista es inviable en Argentina. Los Libertarios son la única garantía para la libertad en una sociedad. Si eventualmente la política Argentina -su complejo de acciones y relaciones sociales- se encaminara hacia el totalitarismo entonces es cuando los Libertarios, siempre advertidos apriori, balizarían el sendero de la Libertad. Los Libertarios sabemos que el hombre vive siendo libre. La libertad es sinónimo de vida. Son la misma cosa; son indistinguibles. Una sociedad será libre siempre que albergue Libertarios.
lunes, agosto 20, 2012
Inflación, Hiperinflación, Ley de Gresham, y Teoría Cuantitativa
El conocido genio Prusiano Nicolaus Copernicus -Mikolaj Kopernik, en Polaco- en el año 1517, por encargo del Rey Sigismund I de Polonia, finalizo un trabajo titulado “Monetae Cuadendae Ratio” que él escribió como una propuesta para reformar el enredado esquema monetaria que prevalecía en la región bajo dominios del Reino Prusiano. Si bien el Rey no adoptó la propuesta de Copernicus, su trabajo fue considerado por la Asamblea Real Prusiana en el año 1522, y luego publicado en el año 1526. Copernicus, con este trabajo, hizo importantes contribuciones al pensamiento monetario, pero dos de ellas sobresalen: 1-fortaleció la exposición de la Ley de Gresham, y 2- expuso por primera vez la Teoría Cuantitativa del Dinero. -Mire todo el documento pdf-.
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jueves, agosto 09, 2012
Significancia Epistemológica del Juicio Sintético A Priori
Un "juicio sintético(1) a priori(2)" es un juicio -un enunciado- portador de nuevo conocimiento -sintético- que es completa, necesaria, y absolutamente independiente de toda experiencia -a priori(3)-. Estos juicios comunican conocimiento que la propia facultad cognitiva de la mente ofrece de sí misma sin participación de impresión sensorial alguna. Inmanuel Kant con su famosa obra "The Critique of Pure Reason" aborda con éxito el desafío de exponer esta ampliación del espectro cognitivo de la mente humana a niveles de razonamiento que trascienden los sentidos. Él logra fundamentar y probar la significancia epistemológica de estos juicios en cuya síntesis no intervienen los sentidos. La tarea que aquí propongo a continuación es probar, con pura lógica, la existencia -es decir la significancia epistemológica- de esta categoría de juicios sin recurrir con detalle a la extensa e impecable argumentación propuesta por Kant.
En primer lugar propongo un juicio sobre los juicios sintéticos a priori, y a continuación se prueba el valor de verdad de este juicio.
El juicio propuesto dice:
[1] "Hay juicios sintéticos a priori."
Su demostración es:
----------
Suponga que [2] "Todo juicio a priori es no sintético -o sea analítico-."
El juicio [2] no puede ser a priori porque en tal caso pierde significado epistemológico ya que deja(4) de ser un juicio acerca de todos los juicios, pues él mismo tendría que ser un juicio a priori no sintético. Luego queda suponer que [2] es empírico. Con [2] empírico y dado que la experiencia(5) en sí carece de estricta universalidad(6) que garantice la completa validez de [2] entonces su única garantía de validez supone que toda experiencia lo confirma, lo cual es equivalente a suponer que [2] es necesaria, completa, y absolutamente independiente de toda experiencia, o sea a priori, con lo cual [2] recurre en la insignificancia epistemológica. En cualquier caso, [2] es en sí insignificante por lo que es falso, lo que confirma la verdad de [1].
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La irrevocable verdad de [1], o falsedad de [2], confirma el estatus epistemológico del juicio sintético a priori: hay al menos un juicio sintético a priori. Y si hay uno, nada impide que haya dos, tres, y así sucesivamente, con lo cual se abre la posibilidad para extender indefinidamente la fuente de conocimiento de la mente sin requerir de la experiencia. Como señala Kant, ha quedado establecido que la mente del hombre posee y ejerce la facultad de conocimiento a priori. Cada vez que la mente de un hombre se encuentre con un juicio sintético y desee averiguar si es “a priori” -sintetizado exclusivamente por la intervención de la mente- lo único que tendrá que hacer es aplicarle al juicio el test Kantiano(7) de necesidad o universalidad; estos tests son infalibles y equivalentes en su veredicto por lo que si se cumple uno entonces se cumple el otro; cualquiera de ellos es igualmente válido.
Sobre la base de esta clase de juicios, Ludwing von Mises construye toda la praxeología -la teoría de la acción humana. Es más, Mises postula un único axioma -necesaria, completa, y absolutamente presente en toda mente humana- para deducir de ahí toda esa teoría. Ese axioma se llama axioma de acción humana y dice: "human acts". Como consecuencia lógica de ese enunciado sintético a priori de dos palabras, Mises deriva toda la teoría económica que es la rama más desarrollada de la praxeología. De este modo Mises demuestra que la experiencia es necesaria, completa, y absolutamente irrelevante para la teoría económica, pues la economía es una ciencia a priori.
Referencias
Kant, Inmanuel. 2012. "The Critique of Pure Reason". [CPR]. The Project Gutenberg Ebook of The Critique of Pure Reason.
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Mises, Ludwig von. 1998. "Human Action – A Treatise on Economics". [HA]. Ludwig von Mises Institute, Auburn, Alabama. USA.
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Notas al Pié
(1) Un juicio sintético es aquel que agrega nuevo conocimiento. Kant, en CPR páginas 28 y 29 dice: "...In all judgements wherein the relation of a subject to the predicate is cogitated (I mention affirmative judgements only here; the application to negative will be very easy), this relation is possible in two different ways. Either the predicate B belongs to the subject A, as somewhat which is contained (though covertly) in the conception A; or the predicate B lies completely out of the conception A, although it stands in connection with it. In the first instance, I term the judgement analytical, in the second, synthetical. Analytical judgements (affirmative) are therefore those in which the connection of the predicate with the subject is cogitated through identity; those in which this connection is cogitated without identity, are called synthetical judgements. The former may be called explicative, the latter augmentative judgements..."
(2) Kant, en CPR página 25, así inicia su estudio sobre un juicio a priori: "...It is, therefore, a question which requires close investigation, and not to be answered at first sight, whether there exists a knowledge altogether independent of experience, and even of all sensuous impressions? Knowledge of this kind is called a priori, in contradistinction to empirical knowledge, which has its sources a posteriori, that is, in experience..." Luego Kan agrega: "...By the term "knowledge a priori," therefore, we shall in the sequel understand, not such as is independent of this or that kind of experience, but such as is absolutely so of all experience. Opposed to this is empirical knowledge, or that which is possible only a posteriori, that is, through experience..."
(3) Kant, en CPR páginas 25 y 26, dice: "...Knowledge a priori is either pure or impure. Pure knowledge a priori is that with which no empirical element is mixed up. For example, the proposition, "Every change has a cause," is a proposition a priori, but impure, because change is a conception which can only be derived from experience...". "...Now, in the first place, if we have a proposition which contains the idea of necessity in its very conception, it is a if, moreover, it is notderived from any other proposition, unless from one equally involving the idea of necessity, it is absolutely a priori. Secondly, an empirical judgement never exhibits strict and absolute, but only assumed and comparative universality (by induction); therefore, the most we can say is so far as we have hitherto observed, there is no exception to this or that rule. If, on the other hand, a judgement carries with it strict and absolute universality, that is, admits of no possible exception, it is not derived from experience, but is valid absolutely a priori..."
(4) Para quienes no están acostumbrados a demostrar enunciados usando lógica no les resultará convincente la idea que un juicio acerca de una totalidad no es tal. Por eso déjeme agregar aquí una interpretación que, sin ser metafísica, es algo extravagante. Suponer que [2] es a priori analítico, quiere decir que este juicio es parte de otro juicio que lo contiene, del cual forma parte de modo que al analizarlo -al explicar en detalle su significado- se obtiene [2].Hasta ahí todo va bien. El inconveniente surge cuando uno se pregunta cuál es el estatus del juicio que contiene a [2]. La respuesta a esto es que ese juicio debe ser distinto de [2] porque si fuera igual [2] dejaría de ser analítico; es a priori porque si fuera empírico carecería de validez universal; y es analítico porque si fuera sintético contradiría [2] . Por lo tanto el juicio que contiene a [2] es distinto de [2] y además es a priori analítico. Con lo cual hay otro que lo contiene, que a su vez es distinto y a priori analítico; y así sucesivamente hay indefinidos juicios con esta misma característica. Es decir esta secuencia de juicios, todos distintos y a priori analíticos, no tiene último elemento. Por lo tanto no hay manera de garantizar la propiedad que se quiere probar más que suponiendo la existencia de un último elemento a priori analítico. No quedan dudas que ese último elemento, de existir, es a priori porque sólo se pudo obtener suponiendo validez universal lo cual caracteriza a un juicio a priori. Pero ese último elemento, de existir, no puede ser analítico porque es último, no hay otro que lo contenga. Luego ese último elemento es sintético, con lo cual existe un juicio a priori sintético que es lo que [2] está negando. El absurdo proviene de suponer que [2] es a priori analítico. Finalmente queda como única posibilidad que si [2] es a priori entonces es sintético, que es lo que [2] pretende negar.
(5) Kant, en CPR páginas 25 y 26, al tratar la distinción entre un juicio puro y uno empírico dice: "...Empirical universality is, therefore, only an arbitrary extension of validity, from that which may be predicated of a proposition valid in most cases, to that which is asserted of a proposition which holds good in all; as, for example, in the affirmation, "all bodies are heavy."..." Obviamente, lo que afirma el último enunciado es válido para todos los casos, o sea es estrictamente universal.
(6) Kant, en CPR página 26, dice: "...When, on the contrary, strict universality characterizes a judgement, it necessarily indicates another peculiar source of knowledge, namely, a faculty of cognition a priori..."
(7) Kant, en CPR página 26, expone la distinción entre puro y empírico, y además agrega: "...But,for the present, we may content ourselves with having established the fact, that we do possess and exercise a faculty of pure a priori cognition; and, secondly, with having pointed out the proper tests of such cognition, namely, universality and necessity..." Read All... Leer Todo...
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miércoles, abril 04, 2012
Importancia Suprema de la Propiedad
Para Bastiat, la vida de un ser humano queda determinada por su existencia, su libertad, y su propiedad. Estos tres aspectos definen precisamente a un ser humano, constituyen los derechos básicos del hombre, son parte de los regalos asociados a su ser. Interpretando a Bastiat uno entiende que la existencia de una persona es el pleno despliegue de su personalidad; la libertad consiste en el pleno ejercicio de las aptitudes que emanan de su personalidad; y la propiedad se deriva de la plena disposición de los bienes o logros que la persona obtiene al ejercer las aptitudes que expresan su personalidad. Toda esta plenitud son sus derechos fundamentales; el hombre mismo es su individualidad, su libertad, y su propiedad; estos regalos naturales son hechos y derechos que preceden y superan a toda creación humana. Mire todo el documento pdf.
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viernes, marzo 02, 2012
La Gran Mentira del Calentamiento Global
David M.W. Evans, el 24 de Febrero pasado, ha publicado una contundente nota en donde expone de modo impecable sus argumentos para rebatir la idea sobre el calentamiento global. Desde esta nota de Evans se puede concluir que el planeta tierra “no” se está calentando tal como lo predijo James Hansen (el padre de la idea del calentamiento global) en 1988, y como lo predicen los modelos elaborados por científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en ingles) en 1990.
Es más, según evidencias de los últimos 500 años hoy acopiada por científicos escépticos al calentamiento de la tierra, la temperatura del aire y de los océanos terrestres oscila cíclicamente debido a causas aún no identificadas. Además, al comparar las predicciones realizadas por los modelos climáticos con datos confiables -no falsificados- recolectados en los últimos 20 años sobre el clima terrestre se puede concluir que: políticos, científicos, organizaciones gubernamentales, y organizaciones civiles, quienes impulsan el fundamentalismo del calentamiento global, han montado un escenario ficticio para transmitir a la sociedad esta falsa noción -del calentamiento global- que hace rato ha quedado al descubierto como una farsa y una gran estafa pública.
En este mismo blog, el día 4 de Diciembre del 2009, he dedicado una nota para describir parte del escándalo climático de ese momento que se hacía llamar como "climategate" y que James Delingpole resumió es su nota del 20 de Noviembre de ese año. Lo que en ese entonces se descubrió fue la punta de un ovillo, una madeja enredada de corrupción académica: con académicos inventando, falsificando, y ocultando cifras y hechos con el fin de ganar dinero pagado por otras personalidades tan corruptas como ellos quienes pretenden amasar fortunas estafando a toda la población civil del mundo. Dentro de ese espectro de estafadores sobresalen tanto académicos, como gobernantes, como hombres de negocios oscuros, y como organizaciones civiles que se hacen llamar 'sin fines de lucro'. Es un verdadero monstruo de cuatro cabezas.
Lo importante hoy en día es que se sabe que el cambio climático de la tierra "no" es tal, ya que se trata de una gran farsa. Las pruebas de esta estafa, abundan. Más allá de los mails y documentos derivados del climategate, hoy se suma la evidencia aportada por más de 20 años de datos verdaderos y confiables que contradicen las predicciones del modelo de cambio climático. Este modelo predice aumentos en la temperatura del aire que están -en el mejor de los casos- muy por arriba de lo observado, predice disminuciones de la radiación emitida por la tierra cuando estas emisiones se han incrementado constantemente, predice la formación de puntos calientes en la atmósfera cuando estos puntos no existen hoy en día, y predice incrementos en la temperatura del océano que jamás ocurrieron. O sea, las predicciones del modelo son un fiasco.
Siguiendo las explicaciones de Evans, y del grupo de escépticos, se concluye que las fallas del modelo se deben a la sobre-estimación del efecto feedback de la atmósfera. El efecto feedback es la respuesta térmica de la atmósfera al incremento en su concentración de CO2. El modelo supone que este efecto triplica al efecto directo que el aumento en la concentración de CO2 tiene sobre la temperatura del aire; mientras que los escépticos, y la realidad observada, indican que este efecto reduce a la mitad el efecto directo. Entonces el efecto directo, en lugar de triplicarse por el feedback, se reduce a la mitad. Esto tiene consecuencias drásticas sobre las predicciones del modelo, y las vuelve erróneas.
Evans explica que tal respuesta -feedback- es esperable en esta clase de sistemas que son persistentes y estables en largos periodos de tiempo. La lógica de esta idea sostiene que si un sistema complejo ha de ser estable en el tiempo entonces este debe amortiguar más que amplificar los efectos perturbadores de esa estabilidad, en caso contrario se vuelve inestable y entonces no podría persistir, lo cual es una contradicción. Esta característica de la persistencia se observa en complejos sistemas eléctricos bien estudiados.
La atmósfera terrestre es un sistema muy complejo y, a juzgar por los 4 billones de años que lleva su existencia, muy estable. La tierra ha sufrido durante su larga vida toda clase de ataques cósmicos violentos. Basta mencionar el que hizo desaparecer a los dinosaurios para tener una idea de la magnitud de esos eventos. Pero aún así, su atmósfera siempre se ha recuperado y restituido. Es asombrosa la capacidad que tiene la atmósfera de la tierra para amortiguar y, eventualmente, anular los efectos perturbadores. A la larga, la misma dinámica atmosférica corrige esos efectos perturbadores y los utiliza para fortalecer su propia estabilidad. Ese es el verdadero carácter de la estabilidad.
Si uno se da cuenta de este carácter, y reflexiona sobre su alcance, podrá entender que los humanos de hecho tienen habilidad y capacidad para perturbar la atmósfera del planeta; pero también podrá entender que el accionar humano perturbador del clima es limitado, y que los efectos climáticos destructivos de esto casi siempre serán amortiguados más que amplificados. También podrá entender que la vida de los hombres en este planeta recibe más amenazas desde el exterior no terrestre que desde su propio accionar. Afirmar que el hombre tiene la capacidad para destruir la atmósfera de la tierra contradice las verdaderas implicaciones de la vida sobre este planeta. Parte de esas implicaciones se vinculan con la persistente estabilidad de la atmósfera, sin lo cual la evolución de la vida a lo largo de 4 billones de años no habría ocurrido.
¿Qué queda entonces decir sobre el calentamiento global?. Tal como se ha planteado, por causas antrópicas, es falso. De ocurrir un calentamiento, no ocurrirá del modo en que unos pseudo académicos farsantes y estafadores -que arreglan informes a cambio de dinero- lo andan predicando por todo el mundo. Entonces esa triste idea que estos señores predican es "La Gran Mentira del Calentamiento Global".
Atte. Juan Carlos Vera.
Buenos Aires, Argentina. Read All... Leer Todo...
martes, enero 10, 2012
A New Spontaneous Monetary System
We know, as a priori revelation, that an observed persistent order in a transcendental complexity -in its very very vast finitude, or its vast infinitude- only arises spontaneously. There is no place for a command-control center in such subtle organization. The vastness of this complexity will erect an unbeatable boundary which precludes all sort of successful centralized organization into this complexity. If an organized complexity is called to exit and persist, then all entire dominance of its vastness tips the balance in favor of a decentralized organization. Why?.
One of the key reasons why a centralized solution is not a possible one is due to the fact that in this kind of phenomena it has been lost the principle of simultaneity. Doesn't exist some simultaneous events. For example doesn't exist the simultaneity between the state of a complexity and its eventual instantaneous interpretation and therefore commands issued to change the state. So the interpreted state obtained at the time of observation could be not the same state of the complexity at the time of issuing commands to change, or not, the state; therefore a sequence of centralized interventions could not converge to a desired organization or, if converge to some one, it wouldn't be possible determinate their certain causes and the effectiveness of commands.
It is simply impossible that from a central entity arises an arrange of vasts aspects -of vasts elements of a reality- to obtain all relevant information of such complexity, to process such information, and then to issue all elaborated and specific commands to each elements while the observed state remains fixed. The elapsed time between the observation time and the issued commands time is not a void time, and the state of the complexity may change along it; thus the information gathered about of state of the complexity becomes irrelevant to organizational ends.
In a social organization this limitation for centralization is clear. For example when Hayek, correctly, says that such supposed given information for an economic central planner isn't never given at all -while it is imperfect, incomplete, some time wrong, or biased pieces of information- he is accepting that no one individual in a society has the ability and capacity to obtain and harness a so complex and vast pile of information about of each from infinite aspect of the real world; and so no one central planner has such ability and capacity too. The piece of time demanded to obtain and harness such pile of information will be enough to turn this information into irrelevant. In this way any attempt of an individual to gather a detailed prospect of the reality is doomed to fail. So each individual is naturally forced to gather only a vary small, incomplete, and imperfect portion of dispersed information which will be used to understand "his or her" relevant world to make "his or her" feasible economic and social decisions.
All transcendental complexity is, fortunately, doomed to a not central persistent organization. In general, any transcendental complex order must be a decentralized one. In particular, a persistent order in a social complexity will be decentralized. The history of the more important and persistent economic institutions for the prosperity of the mankind are only some manifestation of such true sentence. Some undeniable examples are: the true rule of law, the private property rights, the free market economics, the governance rules, and the money. We are witnesses that all attempt made for controlling or centralizing these institutions has induced evident social or economic catastrophes. The utter destruction of money institution is something that the mankind has been making in the past one hundred years. The total central control of the money which has been imposed from the governments powers around the world can illuminate us about the consequences of destructing a decentralized complexity.
The monetary spontaneous order -free monetary system- derived from the social effort of decentralized cooperation among million of people, has been now replaced by a centralized fiat monetary system imposed coercively and commanded from the state, -from the government-. The money system which emerged from an spontaneous order, like an institution to support and promote economic prosperity in a society, has been turned into a coercive central instrument to defraud people and destroy economic prosperity. The relevant decentralized information that each people use to make an spontaneous monetary order has been annulled and replaced by information supposed relevant only for a central banker, or a president of a country or a reduced group of friends, whose -like a central planner- are trying to take total control over a vast and incontrollable complexity. The final fate is known: its total fail.
The solution to this trouble is a natural restitution of spontaneous monetary order. But the means that the society has to restore this order not looks so clear. I have heard the logical idea that it should be withdrawn the central control powers from the government, to be restored to each individual on the society. I have heard too that a shocking revolution could reach this end and I have wrote something like that in a precedent post when I'm talking about of a “great revolution”.
I think that this last expression "...a great revolution..." has a sense not only of a logical revolution but mainly of an spontaneous revolution. An spontaneous revolution here means that the only mean that the mankind has to restore a broken spontaneity is a new spontaneity. So the only mean to restore the sound money is through a new spontaneous money. If people wish sound money they must, in spontaneous cooperation, meet the challenge to build a new monetary system. An spontaneous side order that overcome to the dying coercive central fiat monetary system. So the solution of the restitution of the spontaneous monetary order is A New Spontaneous Monetary System. Read All... Leer Todo...
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