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sábado, diciembre 31, 2022

Fórmula de Euler

Leonhard Euler (1707-1783), el matemático Suizo más importante del siglo xviii y uno de los más importantes de todos los tiempos, hizo grandes aportes a las matemáticas. Las más destacadas se relacionan al número e. El número e, o número de Euler, es una constante matemática, uno de los números irracionales, trascendentes, muy reconocidos. Es un número puro, no algebraico. El número e está por toda la física, en donde varias aplicaciones se desprenden de la famosa fórmula de Euler y de la ecuación de Euler. Leer Todo.

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viernes, diciembre 30, 2022

Sin Salida

En el mundo hay algunos países que se niegan a vivir en libertad. Cuba, Venezuela, Nicaragua, China, Rusia, Norcorea son los más reconocibles; sus sociedades no lograron superar las condiciones de explotación, de sometimiento, que les imponen los gobernantes pseudo demócratas que ellos mismos eligen. Sí sí, que ellos mismos eligen. Estos son casos socialmente perdidos pues sólo una gran tragedia social podrá liberar a esas personas condenadas a vivir casi en la esclavitud. Pero hay otras sociedades que van en la misma senda, aunque para ellas no todo está perdido.

Entre ellos se encuentran varios países latinoamericanos. Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Bolivia y México están bajo amenaza comunista/socialita. Aunque Argentina es la sociedad más comprometida en este grupo, la mayoría de los países de esta región sufren una oleada de neototalitarismo democrático, que destruye las perspectivas y el futuro para varias generaciones de millones de personas. Con el comunismo/socialismo a flor de piel, latinoamérica se encamina hacia su propia autodestrucción.

Al recuperar la democracia Argentina, fue con el gobierno de Ricardo Alfonsín que se intentó introducir la servidumbre socialista. Este experimento terminó en el colapso hiperinflacionario del año 1989. Luego vinieron 10 años de intento civilizador con la presidencia de Carlos Menen, en donde, por la astucia de Domingo Cavallo, se desarmó una parte de la estructura socialista introduciendo reformas pro libre mercado con privatizaciones de empresas públicas y liberación del comercio internacional.

Pero este intento transformador de los años 1.990’s duró poco porque la administración nacional menemista fué incapaz de trasladar las reformas hacia las administraciones provinciales donde quedaron abroquelados los feudos locales de raigambre comunista/socialista neototalitaria que, aún hoy, persisten. En la mayoría de las provincias argentinas se han establecido poderes totalitarios que someten y explotan a sus poblaciones dejando una estela de pobreza y miseria sin igual. Salvo en CABA, Córdoba, Santa Fé y Mendoza, los habitantes del resto de las provincias serán eternamente pobres si sus habitantes no expulsan del poder a sus gobernantes neototalitarios.

A inicio de los 2.000’s, la sociedad argentina retomó su senda neototalitaria. La llegada de los kirchners al poder, significó un viraje hacia el comunismo/socialismo. Los kirchners cerraron la economía, fijaron una agenda socioeconómica intensamente intervencionista y se asociaron geopolíticamente con el eje comunista/socialista mundial representado por Rusia, Irán y China. A nivel regional, los kirchners adoptaron el socialismo latinoamericano del siglo xxi impulsado desde Cuba, Venezuela, y Nicaragua. La presidencia de Macri desde 2015 puso una pausa a esta locura socilista/comunista, la cual fue retomada desde diciembre de 2019 con la presidencia de Alberto Fernández.

El gobierno de Alberto Fernández es, esencialmente, el gobierno en las sombras de la cámpora. La cámpora, comandada por Cristina Fernández de Kirchner y su hijo Máximo, ha montado toda una administración paralela, donde sus sistemas de diplomacia e inteligencia propia mantienen vínculos estrechos con las milicias de los castros, los maduros y los putins. Además, la cámpora comanda varios ministerios de la administración Fernández; estos ministerios forman el brazo operativo empleado por la cámpora para conseguir recursos ilimitados y fijar políticas públicas con sesgo comunista/socialista.

El compromiso de la administración Fernández con el comunismo/socialismo es tal que el Presidente Alberto Fernández le manifestó abiertamente al señor putin que disponía de todo el apoyo del gobierno Argentino para instalar una base operativa totalitaria en el país y desde allí avanzar al resto de los países de la región. Esta intención manifiesta del Presidente Alberto Fernández es un claro ejemplo de promoción del terrorismo intercontinental que impone un totalitario como putin.

Un gobierno anterior, liderado por Cristina Fernández de Kirchner, concedió al gobierno totalitario chino un derecho de ocupación territorial por 50 años para instalar y operar una base militar china. En esta base funciona un sistema geoestratégico de investigación y espionaje que, entre otras cosas, se encarga de monitorear, interceptando comunicaciones, el ingreso de negocios del gobierno chino en el país. Con esta base1, los chinos están actualmente en condiciones de invadir el territorio Argentino usando la excusa de proteger las inversiones de ciudadanos chinos que inundan la actividad comercial interna.

Parece que el sueño de los Fernández (Alberto y Cristina) es imponer un totalitarismo a la cubana, a la venezolana, a la rusa o a la china en Argentina. Al no disponer del apoyo ni de las fuerzas armadas, ni de las fuerzas de seguridad ni de la inteligencia interna, invitan al dictador putin a brindar ese apoyo armado que permita imponer y sostener un régimen absolutista para el sometimiento hegemónico. Pero esa estrategia fracasó porque una abrumadora mayoría en la sociedad Argentina jamás apoyaría semejante disparate.

Las manifiestas pretensiones totalitarias de los Fernández es tan literal que recientemente intentaron un golpe de estado desconociendo un fallo del Tribunal Superior de Justicia, donde se ordena restituir fondos que la administración nacional le sustrajo arbitrariamente al gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los Fernández mantienen una batalla sin cuartel con los miembros del máximo tribunal porque saben que este organismo republicano es una barrera infranqueable a sus ambiciones totalitarias. El golpe de estado es el recurso de última instancia empleado por esta clase de totalitarios que, al igual de lo ocurrido en Perú, en Argentina no podrá prosperar.

Dada la derrota militar y judicial de los Fernández, el panorama en Argentina parece despejado, especialmente después del estrepitoso fracaso del programa económico aplicado por la pareja presidencial. Pero la oscuridad de una larga y gélida noche avanza sobre Brasil, Chile, Bolivia y Colombia donde sus gobernantes totalitarios se han alineado con las ideologías comunistas/socialistas del grupo puebla o foro de Sao Paulo. Esta tragedia totalitaria está por escribirse aún, aunque no falta mucho para presenciar cómo se destruye el futuro de millones de habitantes de esas regiones. El poder predatorio del comunismo/socialismo es arrasador, por donde pasa deja miseria y desolación, que muy pronto observaremos.

Cuba, Venezuela, Nicaragua son casos perdidos. No hay salida pacífica para su gente. Ellos mismos se condenaron. Ellos mismos rechazan ser libres y prósperos. Ellos mismos rechazan el libre mercado, el capitalismo. Sus pobladores carecen del coraje para ganarse la liberación y la libertad. Ellos eligen vivir bajo el sometimiento, la explotación y la servidumbre estatal. Pueden pasar siglos hasta que su gente logre reconocer y subsanar ese error social, después de que generaciones sobre generaciones pierdan interés y repudien masivamente su propia sociedad decadente. Argentina está en la frontera de ese camino sin retorno. El peronismo/kirchnerismo, en donde los Fernandez abonan, llevaron a la sociedad Argentina a las inmediaciones de ese lugar sin salida.
1 El expresidente Mauricio Macri tuvo la oportunidad de negar la entrada en operaciones de esta base militar, pero no lo hizo. Con el tiempo se tendrán que juzgar estas conductas, tanto de Cristina Kirchner como de Mauricio Macri, que agravian la integridad territorial Argentina.
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miércoles, diciembre 28, 2022

Incertidumbre

Cada persona siente permanentemente los efectos de la incertidumbre. La condición humana nos lleva a actuar, a fijar objetivos y aplicar consistentemente los medios disponibles con el propósito de alcanzarlos. Los resultados de esos actos premeditados se obtienen en el futuro; el ser humano no tiene forma de conocer con certeza estos resultados. Esta carencia de certeza es lo que se llama incertidumbre. ¿De dónde proviene la incertidumbre? ¿Es evitable?

Por este carácter incierto del acto humano se dice que la incertidumbre es una categoría de la acción humana. Esta incertidumbre requiere de la naturaleza temporal de la acción. Si algún resultado se obtiene instantáneamente, sin el transcurso de tiempo alguno, entonces no puede provenir de un acto humano pues en tal caso dejaría de ser incierto. Pero la ley de la mínima acción física (no humana) impide la instantaneidad de cualquier proceso, incluido los procesos humanos. Si bien el tiempo es una categoría de acción pues todo acto humano lo implica, éste no es la causa última de la incertidumbre.

La causa última está en la misma condición humana, en la intención, en el propósito. Cuando un ser humano pretende lograr algo, lo hace recurriendo a la premeditación: los datos y las facultades fundamentales de la mente (la razón, la voluntad y la emoción). Las condiciones de la premeditación son tales que toda la síntesis de la acción es incierta. No hay fórmulas matemáticas que permitan expresarla completamente. Siempre hay aspectos desconocidos, imponderables, ignorados o redundantes que inundan el acto humano. Los medios, la tecnología, las necesidades, el trabajo, el ambiente, etc., se combinan de forma tal que le dan a la acción una complejidad extrema. Esto se vuelve mucho más complejo aún, cuando los humanos intentan concertar sus acciones en sociedad.

La característica principal de la incertidumbre de la acción es que no se puede medir matemáticamente. No es posible expresarla en una fórmula o con un número. Es como un ruido de fondo permanente. Esta incertidumbre sólo se puede tratar lógicamente dentro de la teoría de la acción humana, en la praxeología. Allí uno puede descubrir las implicancias lógicas de la incertidumbre pero los datos y las estadísticas son inútiles para predecir y hacer pronósticos. En este sentido se dice que la incertidumbre en la acción humana es estrictamente inevitable.

Entonces ¿qué hacer con ella? ¿se la puede domar? Se la puede minimizar evitando todo aquel ruido innecesario, no lógico. Por ejemplo en una sociedad de mercado, toda intervención del gobierno es innecesaria no sólo porque genera daño cierto en el proceso de concertación voluntaria de la acción sino también porque agrega incertidumbre a los mismos resultados de la cooperación social. Ningún gobierno puede garantizar un mejor resultado con su intervención innecesaria. Siempre, los mejores actos concertados son aquellos concertados voluntariamente. Por esto, el libre mercado es dominante.

La lógica de la acción humana, el único instrumento de su teoría, nos enseña que la incertidumbre siempre está, que se deriva últimamente de las propias limitaciones de la mente humana, que es no medible y que todo ruido innecesario es evitable. Tal vez la incertidumbre es un recordatorio más del carácter no divino del hombre. Tal vez los Dioses, como una marca más de su creación, nos dejaron como obsequio la incertidumbre.
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lunes, diciembre 26, 2022

AntiHumanos

Las organizaciones ambientalistas del mundo son un nuevo instrumento no gubernamental empleado por comunistas y socialistas (neototalitarios) para determinar la agenda de políticas públicas aplicada desde los gobiernos. Estas organizaciones obtienen beneficios y aportes económicos otorgados por los gobernantes y cumplen la implacable tarea de fijar aquellas medidas políticas que ellos predeterminan arbitrariamente y que el poder político está obligado a aplicar sobre tablas para someter a toda la sociedad.

Con esta estratégia, el comunismo/socialismo agrega un tentáculo más en su gobierno desde las sombras; en la mayoría de los casos estos tentáculos no se integran oficialmente al gobierno pero adquieren el suficiente poder de influencia como para fijar los ataques hacia el capitalismo, hacia la libertad, y redirigir cuantiosas cantidades de recursos hacia las arcas de este neototalitarismo. El ambientalismo, junto con la ideología de género, son nuevas ideologías instrumentales a esta estrategia totalitaria.

El ambientalismo tiene diferentes frentes de ataque. El primero y más resonante es el cambio climático y calentamiento global, el segundo es la contaminación y biodiversidad y el tercero es la superpoblación humana. Para los ambientalistas, estos problemas tienen un origen común: el accionar humano. Ellos suponen que el ser humano es la causa de todo mal y, en este contexto, el mercado, el capitalismo y la libertad conforman el eje del mal.

Pero a no confundirse. Los ambientalistas, como cualquier totalitario, viven carcomidos por la envidia y el resentimiento. Ellos no son competitivos dentro del único sistema social exitoso que es el mercado capitalista, por lo que dirigen sus ataques buscando desviar y apropiarse de recursos generados por el mismo sistema de cooperación social que ellos atacan. El comunismo/socialismo es esencialmente un sistema de explotación social sea institucionalizado o camuflado como entidades supuestamente beneficiosas. Entre estas entidades están los ambientalistas.

Claro que la actividad humana afecta al ambiente. Eso es innegable pues el humano forma parte del ambiente. Pero es precisamente el comunismo/socialismo (el extremo intervencionismo) la principal causante de los efectos negativos sobre el ambiente, al impedir que el mercado capitalista incorpore al ambiente como una componente más, como un elemento más del mercado. El intervencionismo gubernamental, exagerado por el neototalitarismo, es el principal obstáculo para resolver los problemas ambientales en el mercado, que es el legítimo ámbito donde una sociedad de mercado debe resolver sus problemas de cooperación voluntaria.

El fenómeno de cambio climático y calentamiento global no está estrictamente demostrado. Hay varios estudios que así lo afirman. Pero aún suponiendo que tal fenómeno ocurre actualmente, no hay forma de probar que este se debe a causas antrópicas. Los efectos ambientales de la acción humana pacífica son insignificantes cuando se comparan con otras causas de un supuesto calentamiento global como pueden ser la dinámica interna del planeta tierra, los efectos externos por interacciones gravitatorias o la dinámica propia del sol.

Las fuerzas terrestres, las fuerzas gravitatorias o las fuerzas solares son infinitamente más poderosas que cualquier fuerza humana, por lo que es casi improbable un cataclismo climático terrestre de origen antrópico. Aunque los ambientalistas se lo atribuyen, maliciosamente, al hombre y así fundan sus ataques al uso de combustibles fósiles, a la agricultura y a la cría de ganado. Obviamente, al impulsar esta agenda, los ambientalistas son financiados por pseudo emprendedores socios del gobierno que obtienen condiciones de privilegio para montar sus negocios sustitutos.

Los efectos contaminantes y sobre la biodiversidad son también fácilmente abordables en el mercado. Pero los gobiernos se encargan de impedir que la iniciativa privada desarrolle las respectivas soluciones privadas. La iniciativa privada posee la habilidad y capacidad que permite obtener las respuestas biotecnológicas oportunas para controlar la contaminación y preservar la biodiversidad terrestre. Ninguna respuesta intervencionista puede superar las soluciones obtenidas en el mercado de la contaminación precisamente porque el valor de la contaminación puede obtenerse sólo en el mercado. Igualmente, el verdadero valor de la biodiversidad aflora sólo en el mercado. Es improbable que la contaminación y la biodiversidad valgan según el valor asignado por políticos, todos ellos corruptos, mercenarios delincuentes que responden a sus propios objetivos totalitarios de explotación social.

Otro tanto ocurre con la supuesta superpoblación humana. La población humana hoy araña los 8 billones (8.000.000.000) de personas. Los ambientalistas sostienen que al ritmo de crecimiento actual, en el 2050 destruiremos el planeta. Esta afirmación expresa una brutalidad sin igual. Hace 200 años, casi el 95% de la población era pobre. Hoy en día sólo el 5% de la población mundial es pobre, con el agregado de que el nivel de vida de un pobre actual sería la envidia de un rico medieval. El capitalismo, el libre mercado, hizo posible este logro; Si hoy en día desaparecieran los gobiernos, la raza humana eliminaría por completo el hambre y la pobreza del mundo en pocas décadas. Por este efecto exponencial de mejora en la calidad de vida, la población lejos de aumentar tendería a disminuir y desaparecería la supuesta amenaza por superpoblación.

En rigor, la verdadera amenaza que hoy enfrenta el planeta y la raza humana es precisamente la que proviene del comunismo/socialismo y sus socios neototalitarios. Por ejemplo la utilización de virus de diseño, como el coronavirus, están programados no sólo para mutar sistemáticamente y provocar enfermedades adicionales como afecciones pulmonares, renales o el desarrollo de diabetes y disfunción del sistema reproductivo, sino también pueden modificar el genoma humano conforme un plan de control poblacional y aniquilación humana.

La gestación de pandemias es una estrategia del neototalitarismo para confinar y someter a la población mientras se desarrollan vacunas de inoculación obligatoria como instrumentos para asesinar personas, para desviar recursos públicos y generar enormes ganancias compulsivas obtenidas por otros socios neototalitarios dígase laboratorios, farmacéuticas, universidades, institutos de investigación y medios propagandísticos. Las pandemias, al igual que los conflictos y las guerras, se utilizan para conquistar territorios, someter a la población y tomar el control político y económico en la sociedad.

El mayor peligro de aniquilación que actualmente enfrenta la humanidad entera proviene del comunismo/socialismo aplicado por los gobiernos. Observe las amenazas de aniquilación nuclear provenientes de los regímenes totalitarios Ruso, Chino, Norcoreano e Iraní. Súmele a esto las amenazas incipientes provenientes desde los regímenes totalitarios de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Argentina y ahora Chile y Brasil, todos países que se han vuelto un caldo de cultivo del comunismo/socialismo neototalitario.

Los creadores, impulsores y operadores de ideologías como la ambientalista, el feminismo, de género, etc., son los únicos beneficiados por el neototalitarismo. Los gobernantes y las burocracias estatales son títeres operativos de estos poderes en las sombras. Todos ellos cómplices de la aniquilación humana al perseguir sus objetivos antihumanos.
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jueves, diciembre 15, 2022

Ausencia de Coerción

El ser humano es libre si desarrolla su vida, sus actos humanos, en ausencia de coerción. La vida en ausencia de coerción puede transcurrir bajo dos condiciones contrapuestas: viviendo en autarquía o viviendo en sociedad. Bajo condiciones de autarquía, la ausencia de coerción es inmediata porque las personas no mantienen vínculos sociales, no hay acción concertada. Pero la vida en sociedad es distinta, porque al concertar acciones surge la posibilidad de coerción y violencia de unos contra otros.

Vivir bajo autarquía es como vivir en las cavernas. En principio no hay coerción ni violencia pero se anula toda posibilidad de prosperidad y evolución. Cuando estos humanos primitivos se cruzan, se desatan eventos agresivos. Así se instala la violencia permanente y el caos que aniquilan a la especie. Bajo estas condiciones primitivas pudo ocurrir la extinción de algunas estirpes prehumanas. La autarquía es un enemigo para la sociedad en una especie consciente, como la humana.

Para prosperar y evolucionar, el ser humano debe cooperar, debe concertar sus actos, debe vivir en sociedad. Pero la vida en sociedad trae consigo la posibilidad de coerción y violencia. Para evitar esto, el humano tendrá que seguir ciertas reglas exigidas para una cooperación exitosa y beneficiosa. Estas reglas sociales se llaman leyes praxeológicas. Estas leyes son reglas prácticas, no creadas por el hombre, que las personas deben observar y cumplir si pretenden actuar de manera pacífica en sociedad.

La agresión, la violencia y las guerras son una constante en la vida social del ser humano. Es como que siempre que surge una sociedad, también surge la violencia. No hay excepción ni en la historia ni en el mundo. No se tiene registro de una civilización no violenta. En principio, sólo en principio, las mieles de lo que puede ser una sociedad pacífica siempre terminan en un caldo para cultivar violentos.

Si la receta para prosperar y evolucionar es tán simple, tan evidente, ¿por qué el hombre no la aplica? ¿Por qué el humano es un ser agresivo y violento? ¿Es inevitable la violencia en sociedad?

La observancia de leyes praxeológicas es el prerrequisito del hombre libre. El humano que actúa fuera de estas leyes provoca agresión y daño en el proceso de cooperación voluntaria, destruye la libertad. Destruir la libertad es equivalente a destruir la propiedad, todo aquello que un ser libre puede crear y lograr. Este fenómeno social destructivo de la propiedad detiene la prosperidad y evolución humana. Al final de cuentas, si el hombre sometido y esclavo fuera tan productivo como el hombre libre pues entonces la coerción no tendría efectos sociales negativos y, dado esto, toda civilización pujante sería una tiranía absoluta.

El hombre sabe, por las leyes praxeológicas, que la libertad y la coerción son antagónicas, sabe que la coerción destruye la libertad. El ser humano aprende estas leyes no de la lectura, sino de la lógica de la acción humana. La concertación de sus actos, la cooperación, le muestra los límites dentro de los cuales él se vuelve socialmente libre, en donde esos actos son beneficiosos a tal extremo que cada persona puede distinguir esos beneficios sin ambigüedades. Así nace el intercambio, el comercio, los contratos, las organizaciones productivas, las asociaciones, las ciudades, la industria, etc. Bajo la tutela de estas reglas praxeológicas germina cualquier civilización.

Pero este germen civilizador significa riquezas, beneficios, satisfacción. Y si un humano no alcanza estos logros integrándose a la civilización pues entonces los intentará obtener atacando la concertación voluntaria del acto humano. Aquí irrumpe la coerción y el robo. La coerción es el instrumento para la apropiación violenta del logro ajeno, para la transferencia violenta de aquella propiedad alcanzada por el ejercicio de la libertad. El sistema totalitario de mando-obediencia justifica la coerción, simplemente porque este sistema no funciona sin ella. Pero en una sociedad libre la coerción siempre es dañina e injustificable.

La injustificabilidad lógica de la coerción lleva a la organización de la violencia. Los violentos saben que su violencia aislada y espontánea es impracticable, pues a la larga se los descubre y castiga. La única posibilidad para aplicar violencia sistemática en una sociedad es mediante un súper aparato coercitivo, mediante la institucionalización monopólica de la coerción: a través del estado. Esta institución monopólica es la razón de ser del estado. El estado es una creación de los violentos para aplicar su violencia.

El extremo de la coerción se da cuando se anulan por completo la libertad y la propiedad privada, lo cual ocurre en el comunismo/socialismo. En esta situación, una élite totalitaria se apropia de todos los logros, de toda la vida de las personas. Esta servidumbre total jamás puede alcanzarse sin un monopolio de la coerción y por esto todo político, todo totalitario, es estatista y nunca libertario. Por esto mismo, ningún libertario es estatista.

Hoy en día, las sociedades del mundo transitan una encrucijada, un cruce entre el camino de la esclavitud y la explotación y el camino de la libertad. Le toca a la democracia ser el campo donde se libra una batalla encarnizada entre el totalitarismo y la libertad, entre el sometimiento y la liberación. Las democracias del mundo, lejos de fomentar la libertad y el libre capitalismo, son un fertilizante donde germina y se desarrolla el totalitarismo comunista/socialita, son el abono de la coerción y la violencia. Los gobernantes atrapan a las masas con su estructura clientelista, las seducen con falsos privilegios hasta que cada persona se vuelve dependiente de la servidumbre estatal. La democracia es completamente funcional a esta estrategia totalitaria. Todos sabemos el final de esta historia: decadencia, miseria, guerras y atrocidades humanas.

Pero cada hombre, cada ser humano que integra las masas, es consciente de sus actos. Ellos se dejan seducir y atrapar por falsos profetas de la prosperidad, ellos adoran a sus propios verdugos, a sus propios explotadores. Ellos saben que al final del camino totalitario su descendencia será esclavizada, explotada y aniquilada. Ese es el destino final del totalitarismo: se lleva puesta civilizaciones enteras. Esta es una excusa más que suficiente para educar y vivir bajo los principios de la libertad.

El faro que hoy ilumina la ruta de la libertad tendrá que brillar con más potencia para despejar las dudas en las mentes y corazones de aquellos que deben elegir el camino a seguir. Las opciones son muy claras: libertad o explotación. La gran batalla, la última tarea del libertario, es mostrar al mundo entero que el camino de la libertad es la mejor opción y que la única forma de transitarlo exitosamente es bajo ausencia de coerción.
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