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lunes, diciembre 26, 2022

AntiHumanos

Las organizaciones ambientalistas del mundo son un nuevo instrumento no gubernamental empleado por comunistas y socialistas (neototalitarios) para determinar la agenda de políticas públicas aplicada desde los gobiernos. Estas organizaciones obtienen beneficios y aportes económicos otorgados por los gobernantes y cumplen la implacable tarea de fijar aquellas medidas políticas que ellos predeterminan arbitrariamente y que el poder político está obligado a aplicar sobre tablas para someter a toda la sociedad.

Con esta estratégia, el comunismo/socialismo agrega un tentáculo más en su gobierno desde las sombras; en la mayoría de los casos estos tentáculos no se integran oficialmente al gobierno pero adquieren el suficiente poder de influencia como para fijar los ataques hacia el capitalismo, hacia la libertad, y redirigir cuantiosas cantidades de recursos hacia las arcas de este neototalitarismo. El ambientalismo, junto con la ideología de género, son nuevas ideologías instrumentales a esta estrategia totalitaria.

El ambientalismo tiene diferentes frentes de ataque. El primero y más resonante es el cambio climático y calentamiento global, el segundo es la contaminación y biodiversidad y el tercero es la superpoblación humana. Para los ambientalistas, estos problemas tienen un origen común: el accionar humano. Ellos suponen que el ser humano es la causa de todo mal y, en este contexto, el mercado, el capitalismo y la libertad conforman el eje del mal.

Pero a no confundirse. Los ambientalistas, como cualquier totalitario, viven carcomidos por la envidia y el resentimiento. Ellos no son competitivos dentro del único sistema social exitoso que es el mercado capitalista, por lo que dirigen sus ataques buscando desviar y apropiarse de recursos generados por el mismo sistema de cooperación social que ellos atacan. El comunismo/socialismo es esencialmente un sistema de explotación social sea institucionalizado o camuflado como entidades supuestamente beneficiosas. Entre estas entidades están los ambientalistas.

Claro que la actividad humana afecta al ambiente. Eso es innegable pues el humano forma parte del ambiente. Pero es precisamente el comunismo/socialismo (el extremo intervencionismo) la principal causante de los efectos negativos sobre el ambiente, al impedir que el mercado capitalista incorpore al ambiente como una componente más, como un elemento más del mercado. El intervencionismo gubernamental, exagerado por el neototalitarismo, es el principal obstáculo para resolver los problemas ambientales en el mercado, que es el legítimo ámbito donde una sociedad de mercado debe resolver sus problemas de cooperación voluntaria.

El fenómeno de cambio climático y calentamiento global no está estrictamente demostrado. Hay varios estudios que así lo afirman. Pero aún suponiendo que tal fenómeno ocurre actualmente, no hay forma de probar que este se debe a causas antrópicas. Los efectos ambientales de la acción humana pacífica son insignificantes cuando se comparan con otras causas de un supuesto calentamiento global como pueden ser la dinámica interna del planeta tierra, los efectos externos por interacciones gravitatorias o la dinámica propia del sol.

Las fuerzas terrestres, las fuerzas gravitatorias o las fuerzas solares son infinitamente más poderosas que cualquier fuerza humana, por lo que es casi improbable un cataclismo climático terrestre de origen antrópico. Aunque los ambientalistas se lo atribuyen, maliciosamente, al hombre y así fundan sus ataques al uso de combustibles fósiles, a la agricultura y a la cría de ganado. Obviamente, al impulsar esta agenda, los ambientalistas son financiados por pseudo emprendedores socios del gobierno que obtienen condiciones de privilegio para montar sus negocios sustitutos.

Los efectos contaminantes y sobre la biodiversidad son también fácilmente abordables en el mercado. Pero los gobiernos se encargan de impedir que la iniciativa privada desarrolle las respectivas soluciones privadas. La iniciativa privada posee la habilidad y capacidad que permite obtener las respuestas biotecnológicas oportunas para controlar la contaminación y preservar la biodiversidad terrestre. Ninguna respuesta intervencionista puede superar las soluciones obtenidas en el mercado de la contaminación precisamente porque el valor de la contaminación puede obtenerse sólo en el mercado. Igualmente, el verdadero valor de la biodiversidad aflora sólo en el mercado. Es improbable que la contaminación y la biodiversidad valgan según el valor asignado por políticos, todos ellos corruptos, mercenarios delincuentes que responden a sus propios objetivos totalitarios de explotación social.

Otro tanto ocurre con la supuesta superpoblación humana. La población humana hoy araña los 8 billones (8.000.000.000) de personas. Los ambientalistas sostienen que al ritmo de crecimiento actual, en el 2050 destruiremos el planeta. Esta afirmación expresa una brutalidad sin igual. Hace 200 años, casi el 95% de la población era pobre. Hoy en día sólo el 5% de la población mundial es pobre, con el agregado de que el nivel de vida de un pobre actual sería la envidia de un rico medieval. El capitalismo, el libre mercado, hizo posible este logro; Si hoy en día desaparecieran los gobiernos, la raza humana eliminaría por completo el hambre y la pobreza del mundo en pocas décadas. Por este efecto exponencial de mejora en la calidad de vida, la población lejos de aumentar tendería a disminuir y desaparecería la supuesta amenaza por superpoblación.

En rigor, la verdadera amenaza que hoy enfrenta el planeta y la raza humana es precisamente la que proviene del comunismo/socialismo y sus socios neototalitarios. Por ejemplo la utilización de virus de diseño, como el coronavirus, están programados no sólo para mutar sistemáticamente y provocar enfermedades adicionales como afecciones pulmonares, renales o el desarrollo de diabetes y disfunción del sistema reproductivo, sino también pueden modificar el genoma humano conforme un plan de control poblacional y aniquilación humana.

La gestación de pandemias es una estrategia del neototalitarismo para confinar y someter a la población mientras se desarrollan vacunas de inoculación obligatoria como instrumentos para asesinar personas, para desviar recursos públicos y generar enormes ganancias compulsivas obtenidas por otros socios neototalitarios dígase laboratorios, farmacéuticas, universidades, institutos de investigación y medios propagandísticos. Las pandemias, al igual que los conflictos y las guerras, se utilizan para conquistar territorios, someter a la población y tomar el control político y económico en la sociedad.

El mayor peligro de aniquilación que actualmente enfrenta la humanidad entera proviene del comunismo/socialismo aplicado por los gobiernos. Observe las amenazas de aniquilación nuclear provenientes de los regímenes totalitarios Ruso, Chino, Norcoreano e Iraní. Súmele a esto las amenazas incipientes provenientes desde los regímenes totalitarios de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Argentina y ahora Chile y Brasil, todos países que se han vuelto un caldo de cultivo del comunismo/socialismo neototalitario.

Los creadores, impulsores y operadores de ideologías como la ambientalista, el feminismo, de género, etc., son los únicos beneficiados por el neototalitarismo. Los gobernantes y las burocracias estatales son títeres operativos de estos poderes en las sombras. Todos ellos cómplices de la aniquilación humana al perseguir sus objetivos antihumanos.

1 comentario:

jcv dijo...

Es altamente probable que un eventual evento de calentamiento global actual se deba al fenómeno gravitacional de superposición en los ciclos de oblicuidad terrestre. La tierrra se encuentra en baja en ambos ciclos, en el de largo plazo (de 2,5° en 40.000,00 años) y también en el de corto plazo (de 9,2" en 18,6 años). Es lógico que la tierra se caliente por un ligero incremento en la incidencia de la radicación solar sobre la superficie del planeta.