Mientras oleadas de globalización, como un gigantesco torbellino, va desparramando libertad sobre la mente de los nuevos jóvenes para las generaciones futuras, viejos y arcaicos sistemas educativos, principalmente en países emergentes, se resisten a admitir la inexorable contundencia de los hechos: “La Globalización y la Desaparición de las Fronteras Territoriales es un Trascendente Paso Evolutivo Social del Hombre”.
Este avance, dotará a la humanidad de instrumentos necesarios para afrontar la próxima gran batalla evolutiva. En poco tiempo, el hombre no requerirá gastar tiempo, ni recursos, ni vidas humanas para trazar y proteger fronteras. La humanidad, marchando como un majestuoso ente, enfrentará barreras mucho más poderosas a aquellas que impedían una mínima organización para producir y acumular riqueza en una nación. El progreso y la existencia misma demandarán un gran esfuerzo común.
Por ejemplo, la humanidad toda, unida, deberá coordinar sus habilidades y esfuerzos para batallar contra problemas de manejo climático. La producción y administración de energía será crucial. Sí la humanidad ya ha alcanzado dimensiones como para modificar el clima terrestre entonces corre el riesgo de beber su propio veneno. Pasa que “todo” el clima de la tierra es cerrado. El clima no es un sistema abierto. No hay otro clima, de otro planeta, con el cual el clima de la tierra pueda interactuar de modo compensativo. Un impacto muy negativo sobre todo el clima terrestre podría ser un impacto muy negativo sobre la misma evolución humana. Por ello es preciso actuar.
Para enfrentar esta clase de problemas debemos prepararnos. Buena parte de esa preparación vendrá de la educación. Como en muchos casos, la educación es esencial. Todo aquello que mejore los sistemas educativos será bienvenido. El conocimiento ya es un bien universal y vamos a necesitar de la mejor manera para generarlo y trasmitirlo. La “LIBERTAD” parece ser parte de esa mejor manera. La mente del hombre se desenvuelve mejor en un contexto de libertad. Es talvez por ello que la democracia y la libertad económica son un bien preciado hoy en día. Aquellas sociedades que abandonan el autoritarismo y las tiranías se ponen en el carril apropiado. Aunque, sin nombrarlas, hoy en día quedan algunas que se han embretado en el sentido contrario.
Los maestros para el futuro tendrán que darse cuenta de esto. Sobre ellos recae gran parte de la responsabilidad de formar buenos estudiantes, buenos pensadores, buenos administradores, buenos científicos, buenos gobernantes. Afortunadamente, ya no será necesario que estos maestros gasten horas y horas de clase remachando en la mente de sus alumnos las fronteras territoriales de las naciones, fronteras que cierran más que abren la mente. Los maestros prepararán a sus alumnos para que ellos administren el uso de toda la tecnología de la información. Tecnología que estará a pleno servicio de la educación. La web será la gran escuela, la gran universidad del futuro y, probablemente, un un gran templo para orar sobre el destino de la humanidad.
Los estudiantes aprenderán a manejarse socialmente en la web tal como hoy lo hacen con el lenguaje coloquial cotidiano. Aprenderán esto tal como aprenden el idioma materno. De ese modo la web será uno de los mejores instrumentos de comunicación social. Cuando esto suceda, los nuevos líderes mundiales pensarán con amplitud universal. Se habrán formado para ello. En ese futuro ya casi no quedarán administradores de quinta.
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