Aquella clase de bestia que integra una organización tan enorme y prepotente, como lo es el gobierno de un país, queda atrapada por ciertos encantos bajo los efectos de uno de los más potentes y adictivos alucinógenos: el poder. Esta clase de bestia adquiere, por el sólo hecho de pertenencia, gran poder económico, y un desafiante poder para influir sobre la vida y las acciones de otras personas de la sociedad. Esta clase de bestia conforma una hermandad de criaturas que han forjado ese poder con el paso del tiempo aprovechando, siempre a su favor, cada oportunidad para potenciarlo y ampliarlo. Para hacerlo más efectivo y de mayor alcance.
Esta clase de bestia se la pasa señalando cosas como: "los problemas surgen y se agudizan porque el gobierno no interviene"; "se requiere crear una nueva agencia de gobierno en tal lugar y por tal motivo para resolver tal o cual problema", "las personas se equivocan mientras los gobernantes actúan correctamente", "las acciones de las personas deben ser controladas por los gobiernos", etc.. Bajo estos lemas, los gobernantes intentan controlarlo todo. Ellos pretenden imponer esta lógica del súper control en la mente de los hombres, desde su nacimiento, para así legitimar su presencia. Su predominio debe ser indiscutible para el resto de los mortales. Es así que aplicando este método reiteradamente los gobernantes narcotizados, enceguecidos por el poder, emergen como dominantes absolutos sobre el resto de los hombres de una sociedad.
Este resultado final es el más perverso de todos lo posibles. En su génesis, nuestros ancestros pensaron en términos opuestos la trascendencia de un gobierno en una sociedad. La justificación, su razón de ser, de un gobierno se pensó ligada a los fundamentos de la vida de las personas: su existencia o personalidad, sus facultades o libertad, y sus apropiaciones o propiedad. Los gobiernos estaban concebidos para preservar estos derechos de la vida, derechos que vienen dados con la vida misma y que ningún gobernante crea ni otorga. Actualmente, los gobernantes no sólo no preservan tales derechos sino que ellos mismos los avasallan. Los gobernantes actuales se han convertido en un enemigo de la vida de las personas pues violan constantemente sus derechos.
Nuestros ancestros limitaron los poderes de los gobernantes especificando con suficiente claridad lo que podían y no podían hacer. De eso se trata una Constitución. En ningún caso podían violar los derechos de las personas pues proteger estos derechos es su razón de ser. Pero ese gobierno conformado por gobernantes con poderes bien delimitados -claros y acotados- ya no existe. La Constitución ha caducado. Lo que hoy se tiene es una organización gubernamental dominada por mafiosos y delincuentes que acceden al poder y lo usan para estafar y someter a las personas.
A modo de ejemplo sobre la secuencia constructiva del abusivo poder de los gobernantes quiero mencionar y comentar los términos de algunas declaraciones efectuadas por el Dr. Eugenio Zaffaroni, quien es un Juez de la Corte Suprema de Justicia de Argentina. Entre varios de sus dichos, el Sr. Juez menciona: "...Nosotros -La Corte Suprema- no podemos resolver problemas sociales estructurales...". Puede que él tenga razón, pero le recuerdo al Sr. Juez que La Corte Suprema de Justicia de un país jamás fue pensada para crear problemas estructurales. El Sr. Juez sabe bien que si la Corte Suprema juzga como inocente a criminales y asesinos, violadores de los derechos de las personas como son muchos de los gobernantes, entonces por esa misma acción de La Corte se crea el problema estructural de propagación de esa violencia social. Y si esa violencia social se vuelve una cultura, entonces la sociedad entra en decadencia.
En otro pasaje del reportaje realizado al Sr. Juez, él dijo más o menos: "...Se necesita crear un organismo autárquico de política criminal para analizar temas de seguridad y monitorear la violencia...". Le pregunto al Sr. Juez: ¿Ud. propone crear otro poder de estado?. ¿Se propone ampliar y profundizar aún más el poder que los gobernantes tienen para estafar a personas inocentes de la sociedad?. ¿Se propone armar otra súper estructura para crear más corrupción, fomentar más violencia, y no resolver ningún problema?. Le pregunto Sr. Juez: ¿Por qué con los poderes absolutos que tienen hoy los gobernantes no resuelven los problemas de inseguridad que reinan en Argentina?. Le adelanto una respuesta a este último interrogante: no los resuelven porque no quieren; no los resuelven porque sobre esos problemas se sostiene toda una estructura mafiosa pensada no para cuidar la vida de las personas sino para estafarlas y explotarlas. Ahora, ¿Ud. Sr. Juez propone ampliar esa estructura para promover más problemas en la sociedad y así luego tener otro argumento para continuar ampliándola?.
No me sorprenden para nada las declaraciones de un Juez de La Corte Suprema. Por el contrario veo algo útil en ellas pues transmiten una valiosa evidencia sobre el comportamiento de aquella bestia que constituye el objeto curioso en esta nota. Esas declaraciones han venido a informarnos un poco más sobre la dura lógica recursiva de la bestia: "...no podemos resolver los problemas-creemos súper estructuras-promovamos nuevos problemas que no podemos resolver-...". Me queda un poco más clara, más evidente, esa lógica, y su destino final: La Tragedia Del Súper Control.
Atte.
Juan Carlos Vera. Buenos Aires, Argentina.
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