El avance del Código Abierto/Software Libre (CASL) es hoy indiscutible. Miles de Empresas y millones de usuarios en el mundo lo han incorporado de manera permanente. Google, Sun Microsystem, Sony, IBM, NEC, RedHat, Philips, Novell, Canonical, Oracle, Nokia, Hewlett Packard e Intel son ejemplos de grandes compañías que lo han adoptado. Yo, en particular, estoy entre los usuarios comunes de código abierto. El CASL, que pudo haber surgido espontaneamente, podrá seguir prosperando porque hoy participa decisivamente en la economía de las organizaciones productivas y en las actividades sociales de las personas. Resulta ser una fuente muy apreciable de valor.
El capital, en una entidad productiva, es aquel elemento que le otorga una dada ventaja competitiva. Tal ventaja competitiva se traduce,tarde o temprano, en una ganancia monetaria para la compañía. Desde una perspectiva tradicional las empresas se fundan sobre tres tipos de capital: capital financiero, capital laboral, y capital comercial. El surgimiento y el desarrollo de redes sociales ha permitido a las empresas usar cada vez mas y mejor el capital social. Este tipo de capital, al igual que los tres tipos tradicionales, puede ser utilizado y aprovechado mientras las compañías maximizan sus ganancias y la sociedad optimiza sus beneficios.
El capital social (representado por la tecnología, el conocimiento, las habilidades y la experiencia de las personas externas a la organización) no podrá controlarse al modo clásico, pues está ubicado fuera de la empresa. No obstante el capital social siempre existió. Las compañías no son entes aislados siendo la comunidad en si una fuente de competitividad. La evolución actual de las redes informáticas fomentó el desarrollo y utilización masiva de Internet como un instrumento de redes sociales. Son estas redes sociales tecnificadas que han facilitado el acercamiento del capital social a la empresa permitiendo que tal forma de capital se torne una fuente importante de valor para la misma al tiempo que la sociedad se beneficia por este acto.
Un ejemplo claro es el mercado de ideas. Las empresas en general dependen de nuevas ideas y del desarrollo de nuevos productos. Estas ideas y desarrollos son talento intensivos. La mayoría, sino todos, de los talentos se encuentran fuera de la organización. Las redes sociales proporcionan una buena oportunidad para aprovechar estos talentos. Empresas anónimas llamadas "seekers" anuncian problemas y los liberan a los "solvers" del mercado mediante sitios específicos. Los solvers son recompensados económicamente por la resolución del problema, los sitios específicos reciben un pequeño porcentaje por el servicio, y las empresas anónimas incrementan sus beneficios al disponer de soluciones para sus problemas.
Pero este mecanismo, de uso mas reciente en las empresas, presenta dos dificultades principales. La primera es el de la propiedad de las ideas, las patentes, los productos y los derechos comerciales de estos. La segunda es el de la distribución de las ganancias por los servicios obtenidos de estas nuevas ideas. Es decir: ¿adquieren los seekers el pleno dominio de las nuevas ideas?, ¿sólo los seekers pueden usar los servicios de tales ideas?.
La filosofía del código abierto ha resuelto estas dificultades mediante un mecanismo práctico para sostener una clase de economía colaborativa, o cooperativa. Por un lado se otorgan licencias que privilegian la propiedad de la idea como un bien común con lo cual ninguna organización es dueña de la idea. Y por otro lado se acepta que cualquier agente puede acceder a los servicios de la idea para competir libremente en el mercado por el mejor uso de la misma.
El marco económico que subyace debajo de este mecanismo es bien simple. Como premisa principal se tiene: si numerosas entidades económica y físicamente independientes requieren utilizar como insumo básico para sus actividades productivas un determinado bien, entonces pude ser óptimo (legal y económicamente) que ninguna de ellas sea dueña de ese bien. Es decir, quien elabore dicho bien deberá exhibir una licencia de propiedad comunitaria donde conste que él lo produjo pero que ninguna entidad, él incluido, tiene privilegios de propiedad sobre tal bien. Con esto se asegura que nadie lo usará como objeto comercial directo ni podrá reclamar derechos mediante litigios futuros. Se deduce entonces que un bien que cumpla con la premisa deberá tener la característica preponderante, de bien público, de no rivalidad en el consumo.
Un sistema operativo, o el kernel de un sistema operativo, como Linux cumple plenamente con esta condición de no rivalidad ya que el consumo no lo agota. También lo cumplen todas aquellas aplicaciones tan básicas (paquetes de oficina, navegadores, y buscadores) que en general son utilizados por la totalidad de los agentes, ya sean estos organizaciones productivas o usuarios individuales.
La pregunta natural que uno se formula es: ¿y cómo se financia el desarrollo del kernel?, ¿qué agente estará dispuesto a financiar su desarrollo si una vez generado el nuevo kernel no podrá obtener los derechos de propiedad para hacerlos valer en plenitud?. La decisión de financiar o no el desarrollo del kernel es un problema económico para la entidad. Si es usuaria del kernel, de requerir una modificación del mismo estará dispuesta a financiarla siempre y cuando los beneficios de hacerlo superen a sus costos de oportunidad.
En esta instancia, a mi juicio, surge un hecho trascendente para la economía colaborativa del sistema operativo. Al ser el kernel de naturaleza pública entonces su código fuente se conoce en toda su extensión. Por esto cualquier agente está implícitamente autorizado a explorar y modificar libremente su código fuente. Nada impide que él por su propia cuenta encargue una modificación sin llegar a publicar los resultados obteniendo de este modo un sistema operativo propietario. Esto resulta poco probable porque en tal caso dejará de recibir los beneficios de una futura modificación pública del kernel. Le será mas costoso, por no decir imposible, ensamblar las distintas versiones. Por este hecho, si se encara una modificación por cuenta propia entonces conviene hacerla pública. El corolario es que toda modificación sustantiva del kernel será pública.
Ahora, dado que la dinámica evolutiva del kernel es cooperativa, todos pueden enterarse de la necesidades de modificación y ese mismo intercambio de información permite definir las características de una nueva versión del kernel. Dado que todos los usuarios participan, entonces la conformación de esta demanda será completa. En tal caso, será transparente y visible la necesidad de recursos, tanto humanos como financiero, para avanzar hacia la nueva versión.
Este esquema de trabajo colaborativo en red para obtener un bien público, puede resultar mucho mas eficiente que instalar una compañía que monopolice específicamente la producción del kernel. Un monopolio nunca tendrá acceso a todos los talentos. Tal compañía generaría otros costos, sumados a los humanos y financieros, para operar. Además, apenas instalado el monopolio, el kernel deja de ser un bien público y se trasforma en un bien privado (software propietario) sobre el cual la compañía adquiere los plenos derechos de propiedad, y se vuelve muy probable que el precio del kernel supere ampliamente al costo de financiar el desarrollo público.
Se concluye que el esquema colaborativo en la evolución de nuestro kernel resurge como un equilibrio óptimo. Siendo este el fundamento económico de su razón de ser. Por ello un sistema operativo como Linux, y sus aplicaciones básicas, desarrollado bajo tal esquema colaborativo fue concebido para quedarse entre nosotros. Incluso ni siquiera un monopolista benevolente, como podría ser un gobierno, reemplazará al mencionado esquema colaborativo. En general, el gobierno “no” es benévolo y casi con seguridad es corrupto. Según lo prometido en la nota precedente quiero pensar que para la Economía Del Código Abierto-Lo Cumplido Ya No Es Deuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario