Ahora que Argentina se ha desprendido para siempre del ruinoso pensamiento bolivariano impuesto por personajes descerebrados. Luego de que la reciente crisis financiera mundial ayudó a aislar y encapsular un modelo socialista dictatorial comandado desde Cuba, Venezuela y Ecuador, y promovido por Argentina, Bolivia y Nicaragua. Ahora que la cabeza del socialismo monárquico va rodando colina abajo. Justo ahora se ha despejado el camino para pensar un poquito sobre la integración económica del mundo civilizado. Ha llegado la hora de tomar en serio aquella eterna idea. En Argentina es la hora de pensar en ese ritmo evolutivo de la historia humana: Globalización.
La humanidad ha evolucionado lenta pero inexorablemente a lo largo de los tiempos. Con nuestras acciones desarrolladas durante los dos millones de años que llevamos como especie inteligente hemos cometido muchos errores. Han sido esos errores la principal fuente de inspiración para post-alimentar el sendero evolutivo de la humanidad. La sociedad humana avanza por prueba y error. La capacidad de la mente humana para memorizar la historia y reflexionar sobre sus acciones futuras constituyen una combinación perfecta para conducir el ensayo y el error.
Suponiendo que cada generación dura mas o menos unos 20 años en promedio, se deduce que han pasado por la faz de la tierra unas 100 mil generaciones, aproximadamente. La vida y las acciones de cada generación son el resultado observable de esos ensayos generacionales. Es como que para definir el destino de la humanidad un empedernido apostador por el progreso ha tenido la posibilidad de arrojar sus dados unas 100 mil veces, sabiendo que el resultado de cada tirada estará de alguna manera influenciado por las tiradas anteriores. 100 mil tiradas le han dado al apostador la experiencia necesaria para identificar ciertas apuestas ganadoras. Una de ellas es precisamente la Globalización.
A lo largo de la civilización, a medida que los hombres nos volvemos racionalmente civilizados, nos hemos estado globalizando. Esta ha sido entonces una apuesta ganadora del enorme experimento transgeneracional. Cada hombre por si solo aislado nunca puede vivir y perdurar. Siempre existe la necesidad de juntarse con otros e intercambiar. Muchas veces estos intercambios suceden a modo de una cooperación inconsciente. Si además los agrupamientos de hombres crecen y se organizan en poblaciones numerosas y estructuradas entonces los intercambios y la cooperación aumentan geométricamente. Esta globalización a pequeña escala da origen a un pueblo, una ciudad, una provincia y un país. Es así como hoy emerge una economía mayor: la economía global. Que ha venido para quedarse entre nosotros.
Pero ¿qué es la globalización? ¿con qué términos podríamos escribirla?. Hace muy poquito tiempo he tenido el placer de leer una nota publicada por el Profesor Don Boudreaux en el sitio cafehayek. Su nota se llama Globalization. Él detalla con cuidadosa precisión el significado de este término y los fundamentos económicos del fenómeno. La nota empieza diciendo: "la globalización es la dispersión de la cooperación humana en todo el mundo". Al final del cuarto párrafo dice: "la especialización del trabajo y la producción en diferentes industrias a lo largo del mundo es el fenómeno de la globalización". Recomiendo la lectura de esta nota, es muy instructiva.
Concuerdo plenamente con los términos del Profesor Boudreaux. Resalto el papel que juegan la ley microeconómica de las economías de escala y las leyes de comercio internacional de las ventajas comparativas (David Ricardo) y de la abundancia de factores productivos (Herscher-Ohlin). Estas leyes de la teoría económica resultan ser el fundamento técnico de la especialización de la industria global. El ordenamiento global de la industria permite producir bienes mas baratos, crea muchas mas oportunidades de negocios, demanda mucha mas mano de obra, y genera mucho mas ingreso y riqueza. Una observación interesante de la nota aparece al final del primer párrafo: "el principal obstáculo de la dispersión de la cooperación global entre las fronteras políticas es precisamente político, o sea la dificultad de los gobernantes para resistir las presiones que obligan a proteger a los productores locales de la competencia externa".
En la nota se resalta la importancia del libre comercio en la configuración de la industria mundial. Queda claro que las restricciones al comercio internacional son un obstáculo a la prosperidad de los pueblos y nunca es aconsejable restringir el comercio como una represalia al proteccionismo ejercido por terceros países. El libre comercio, aunque unilateral, siempre genera ganancias. Esta es, a mi juicio, la razón de ser del libre comercio. Y el libre comercio es el combustible que alimenta la globalización. Como corolario surge que: la globalización es una apuesta siempre ganadora.
Ahora en Argentina se ha despejado el camino político para pensar en un serio impulso de la globalización. Por ahí resulta mas fácil convencer a los ciudadanos de las enormes ventajas que surgen cuando se juega con apuestas ganadoras. Por ahí resulta necesario convencer a los ciudadanos sobre las enormes pérdidas por apostar al proteccionismo aislacionista. Ha llegado la hora de reconocer que unos pocos estafadores se aprovechan de los pueblos aislados. No será fácil esta tarea, pero el desafío vale la pena. Vale la pena el consenso de que la humanidad vive en una Eterna Globalización.
1 comentario:
¡Muy buen blog! Vi que te habías apuntado en los premios 20blogs. Si no te molesta, me gustaría pedir humildemente que votes a mi blog, Actualidades:
Aquí está un enlace directo a mi ficha en la Blogoteca
¡Gracias!
Saludos desde Georgia,
Zacarías
Publicar un comentario