La conducta voluntaria, consciente e intencional del ser humano, es la definición de acción humana. Actuar es comportarse intencionalmente. Esta conducta es exclusiva del humano. La conducta involuntaria se llama conducta impulsiva/instintiva y es compartida entre humanos y no humanos. Esto es así para la praxeología pero no lo es para la psicología instintiva y la sociología instintiva. La ciencia instintiva sostiene que cada acto humano no está determinado por la razón sino que surge de rincones más profundos de fuerzas, impulsos, instintos y disposiciones innatos del humano que no están abiertos a ninguna elucidación racional. De este modo el instinto, y no la razón, es el determinante (el motivo último) de la acción.
El problema con este juicio de la ciencia instintiva es que su argumento queda indisolublemente ligado a la acción y la razón. El argumento es, en sí mismo, una acción formulada con la razón. Es decir, se intenta negar que la acción está determinada por la razón empleando una acción determinada por la razón1! Entonces, para intentar negar que la acción está determinada por la razón, la ciencia instintiva tendrá que encontrar un argumento que no sea una acción determinada por la razón, lo cual es literalmente imposible porque cualquier argumento es una acción elaborada con la razón. Una contradicción lógica de la ciencia instintiva es la causa de la discrepancia.
Puede ser que ciertos aspectos profundos innatos del ser humano estén determinando los objetivos y fines último de la acción tal como lo sostiene la ciencia instintiva, pero esto no invalida el carácter racional y deliberativo de la acción. Actuar es aplicar medios para alcanzar fines. Los medios que el ser humano elige para alcanzar fines (para su satisfacción) están determinados por consideraciones racionales de costo/beneficio, de pérdida/ganancia. La elección y aplicación de esos medio para alcanzar fines implica, en última instancia, un fenómeno racional (consciente) de comparación de medios valorados con fines valorados; del saldo de esa cuenta se decide hacer, o no, algo.
El ser humano actúa incluso bajo condiciones de impulso emocional. Las emociones desordenan las valoraciones pero no las anulan. El ser humano siempre valora, elige y actúa por medio de la voluntad y la razón. Esto lo caracteriza y lo coloca por encima del resto de las bestias. El resto de los animales siempre cede y se somete a sus impulsos e instintos. Sin embargo el humano tiene la facultad de ajustar su conducta deliberadamente y con ello doblegar y sobreponerse a las emociones, impulsos e instintos. Él puede racionalizar su conducta. El ser humano elige2, siempre actúa, incluso en el caso en que es doblegado por un impulso o instinto intenso. El hombre está preparado para actuar sobre el instinto.
1 La expresión “acción racional” carece de sentido porque la acción no se define por su racionalidad o irracionalidad. Cada acto es deliberado mediante la razón. Tampoco tiene sentido hablar de fines y medios racionales o irracionales. La conducta deliberada del humano es eso: deliberada. Lo irracional empieza cuando algo racionalizable no se puede racionalizar, dada las circunstancias. Por ejemplo, un ultimate given (un elemento no analizable) de una teoría es irracional porque circunstancialmente no es analizado en sus elementos constitutivos; pero el método que llevó hasta ese punto es siempre racional. La acción puede ser racional o no, pero todo lo que llevó a la acción (a aplicar medios para alcanzar fines) es racional.
2 El humano siempre elige y por ello su conducta se dice voluntaria. Vivir o no, vivir mejor o peor, seguir o no sus instintos, controlar o no su cuerpo, reprimir o no sus impulsos, cooperar o no hacerlo es siempre el resultado de una elección. Es el dominio de la voluntad y la razón puestas en plena operación.
El problema con este juicio de la ciencia instintiva es que su argumento queda indisolublemente ligado a la acción y la razón. El argumento es, en sí mismo, una acción formulada con la razón. Es decir, se intenta negar que la acción está determinada por la razón empleando una acción determinada por la razón1! Entonces, para intentar negar que la acción está determinada por la razón, la ciencia instintiva tendrá que encontrar un argumento que no sea una acción determinada por la razón, lo cual es literalmente imposible porque cualquier argumento es una acción elaborada con la razón. Una contradicción lógica de la ciencia instintiva es la causa de la discrepancia.
Puede ser que ciertos aspectos profundos innatos del ser humano estén determinando los objetivos y fines último de la acción tal como lo sostiene la ciencia instintiva, pero esto no invalida el carácter racional y deliberativo de la acción. Actuar es aplicar medios para alcanzar fines. Los medios que el ser humano elige para alcanzar fines (para su satisfacción) están determinados por consideraciones racionales de costo/beneficio, de pérdida/ganancia. La elección y aplicación de esos medio para alcanzar fines implica, en última instancia, un fenómeno racional (consciente) de comparación de medios valorados con fines valorados; del saldo de esa cuenta se decide hacer, o no, algo.
El ser humano actúa incluso bajo condiciones de impulso emocional. Las emociones desordenan las valoraciones pero no las anulan. El ser humano siempre valora, elige y actúa por medio de la voluntad y la razón. Esto lo caracteriza y lo coloca por encima del resto de las bestias. El resto de los animales siempre cede y se somete a sus impulsos e instintos. Sin embargo el humano tiene la facultad de ajustar su conducta deliberadamente y con ello doblegar y sobreponerse a las emociones, impulsos e instintos. Él puede racionalizar su conducta. El ser humano elige2, siempre actúa, incluso en el caso en que es doblegado por un impulso o instinto intenso. El hombre está preparado para actuar sobre el instinto.
1 La expresión “acción racional” carece de sentido porque la acción no se define por su racionalidad o irracionalidad. Cada acto es deliberado mediante la razón. Tampoco tiene sentido hablar de fines y medios racionales o irracionales. La conducta deliberada del humano es eso: deliberada. Lo irracional empieza cuando algo racionalizable no se puede racionalizar, dada las circunstancias. Por ejemplo, un ultimate given (un elemento no analizable) de una teoría es irracional porque circunstancialmente no es analizado en sus elementos constitutivos; pero el método que llevó hasta ese punto es siempre racional. La acción puede ser racional o no, pero todo lo que llevó a la acción (a aplicar medios para alcanzar fines) es racional.
2 El humano siempre elige y por ello su conducta se dice voluntaria. Vivir o no, vivir mejor o peor, seguir o no sus instintos, controlar o no su cuerpo, reprimir o no sus impulsos, cooperar o no hacerlo es siempre el resultado de una elección. Es el dominio de la voluntad y la razón puestas en plena operación.
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