Hay una situación a la cual ningún gobierno le apetece enfrentar: una recesión económica con elevado nivel de desempleo de mano de obra y ascenso de los precios en una espiral inflacionaria. Por este hecho, los gobiernos buscan siempre apuntar a objetivos precisos de crecimiento económico, de desempleo y de inflación. En los países modernos la terna (5,5,3) parece ser aquella combinación buscada. Los gobiernos monitorean las tres variables y regulan sus medidas de política con la finalidad de ajustar lo mejor posible el errático desempeño de su economía a este vector (5,5,3), que quiere decir 5% de crecimiento económico, 5% de desempleo de la mano de obra y 3% de inflación de precios. En lo que sigue usaré la expresión (g,u,p) para referirme de manera genérica a la terna de variables crecimiento, desempleo e inflación, respectivamente.
Qué podría decirse sobre una combinación (7,10,20) hoy prevaleciente en Argentina? A primera vista el 7% de crecimiento económico parece bueno, pero el 10% de desempleo y el 20% de inflación suenan demasiado lejos del 5% y 3%, respectivamente, buscados. Esto es más grave aún cuando ya se promedian unos 17 años seguidos con desempleo que superan el 10% y una situación inflacionaria que va desde el 3% al 20% en los últimos 4 años. Resulta evidente el comportamiento indeseable de la terna (g,u,p) a pesar de que se haya mantenido un crecimiento económico superior al 7% en los últimos cuatro años. Es más, resulta altamente probable (mas del 70%) que la economía converja hacia un aterrizaje brusco caracterizado por la terna (2,10,20) para el (g,u,p).
A partir de ese punto, (2,10,20), cualquier cosa puede pasar, incluida una espiral inflacionaria con estancamiento económico que se conoce en la jerga como stagflation, palabra compuesta formada por la conjunción de las palabras en ingles stagnation e inflation. Este escenario, stagflation, desespera a cualquier gobierno. Resulta muy dificultoso conducir la salida de un estancamiento con inflación debido a que la administración gubernamental se queda casi sin instrumentos efectivos de política. Adicionalmente, en Argentina se está consolidando la terna (7,10,20) como parte de la estructura económica. O sea, el desempleo es un problema estructural que lleva mas de 17 años, con el agravante de que la inestabilidad de precios se está transmitiendo a la estructura de la economía desde hace unos 4 años por lo menos.
Entonces lo que le queda a la autoridad gubernamental es frenar el avance inflacionario que está migrando hacia la estructura económica. Para lograr esto, probablemente deba hacer un viraje rotundo en su política económica: dejar de intentar manipular los objetivos de política como si fueran instrumento y echar mano a los verdaderos instrumentos de política para alcanzar aquellos objetivos resumidos por la terna (g,u,p)=(5,5,3). El gobierno Argentino está obligado a actuar de modo consistente con estos objetivos, priorizando el objetivo inflacionario. El gobierno se ha metido, por si solo, en un callejón sin salida.
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