El mainstream keynesiano -visión predominante en economía- genera y disemina una situación económica calamitosa alrededor del mundo. Por ejemplo, gobernantes de países como Venezuela y Argentina, recurrieron a las recetas económicas keynesianas para impulsar y sostener su comunismo local -o socialismo totalitario- denominado “socialismo del siglo XXI. De modo más moderado, los gobernantes de países desarrollados, especialmente Estados Unidos de América (USA) y los integrantes de la Unión Europea (EU), igualmente aplican políticas e intervenciones sugeridas por el keynesianismo. El culto keynesiano, esparcido por el globo, ofrece la base conceptual a la que acuden los gobernantes al momento de proveer fluido financiero para saciar la sed de su monstruoso aparato de sometimiento humano. Los prestamistas de última instancia, a disposición de los gobernantes, son los bancos centrales y el sistema bancario. Los que finalmente terminan financiando todo el festín de sometimiento son los mismo sometidos: la gran mayoría de los habitantes. Leer todo el artículo.
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