Immanuel Kant comienza su magnífica obra sobre la razón, “The Critique of Pure Reason”, planteando la diferencia entre el origen -temporal- del conocimiento y la fuente -última- que lo elabora en la mente humana. Kant sostiene, en el primer y segundo párrafo de su libro, que si bien no hay dudas sobre el origen temporal ya que la experiencia -el objeto estimulando al sistema sensorial quien recibe, administra, y transmite un resultado a la mente- precede a todo conocimiento obtenido, eso nada dice sobre la fuente que elabora -manufactura- ese conocimiento que finalmente se registra en la mente humana. Para Kant, esa fuente puede ser tanto empírica como a priori. Es decir, los conocimientos pueden derivarse estrictamente de la experiencia, o pueden ser absolutamente independientes de ella. Leer todo el artículo.
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lunes, diciembre 02, 2013
miércoles, noviembre 20, 2013
Historia, Ciencias Naturales, Matemáticas, y Praxeología
Si una pizca de conocimiento -un enunciado- ha de ser considerado verdadero en una ciencia, púes éste deberá ser lógicamente consistente; esto es, un enunciado científicamente verdadero es "siempre" no contradictorio(1). Si un enunciado contradice lógicamente algo que se sabe verdadero, pues entonces el enunciado es falso. Esto vale para toda disciplina que pretenda llamarse “científica”. Un enunciado científico, o no tiene causa precedente, o cumple “estrictamente” con el principio de causalidad(2). Tal postulado, que podría llamarse de suficiencia científica, permite garantizar la no inconsistencia lógica en una ciencia. Quiero examinar en esta oportunidad el modo en que el postulado de suficiencia opera al determinar el carácter de la economía como ciencia.
A la luz del postulado de suficiencia, uno sabe que cualquier método -o instrumento- que vaya a emplearse en la obtención de conocimiento científico estará obligado a generar enunciados que satisfacen la condición de suficiencia. Esto vale en particular para un método de la ciencia de la acción humana y, dentro de esta, para la economía. Si un método empleado en una ciencia no cumple con esta exigencia, pues entonces su aplicación "no" podrá garantizar la deducción de enunciados lógicamente verdaderos.
Dado esto, la pregunta que puede formularse es ¿por qué la historia, el experimento controlado, o las matemáticas, resultan ser métodos insuficientes, completamente inapropiados, para obtener conocimiento económico?. ¿Por qué resulta imposible elaborar teoría económica a partir de sus observaciones?. La respuesta es trivial: ninguno de estos métodos cumple la condición de suficiencia. Veamos esta violación caso por caso.
Toda experiencia es una colección de eventos pasados. Nada suficiente podrá decir la experiencia sobre la necesaria colección de eventos futuros salvo que o tales sucesos sean efectivamente reducibles a una singularidad causal, o se vuelvan completamente independientes del tiempo. La acción humana, por ejemplo, es un fenómeno sumamente complejo; en cada una de sus manifestaciones concurre una infinidad de causas interactuantes que hace imposible aislar los elementos individuales de variación del fenómeno hasta reducirlos a una singularidad; además, los resultados de la acción humana ocurren, siempre, a lo largo del tiempo en tal forma que cualquier proceso causal opera sólo con el transcurso del mismo. No hay nada en las manifestaciones pasadas de este fenómeno que permita concluir que los hechos pasados constituyen, en sí, causa suficiente de la cual se derivan necesariamente los hechos futuros. Es decir, en una teoría de la acción humana, el pasado no constituye garantía de suficiencia, por lo que usarlo como tal puede resultar en contradicciones lógicas. Por esto, el pasado no es fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana en general, ni para la economía en particular.
Lo dicho en el párrafo anterior deja al método histórico sin posibilidades en el terreno científico. La historia, tal como lo menciona von Mises, es una colección y arreglo sistemático de datos de la experiencia de la acción humana. O sea, la historia es una representación de la "experiencia" de un fenómeno complejo y como tal -esta experiencia- no reúne las condiciones suficientes para derivar o probar enunciados no contradictorios. Nada más que decir de la historia sólo recomendar la cuidadosa lectura de las páginas 347, 348, y 349 -Human Action, de von Mises-.
¿Es aplicable el método de las Ciencias Naturales?. Aún suponiendo que la inducción -extensión arbitraria de verdad- es un procedimiento válido para obtener conocimientos, no es posible en el terreno de la acción human reproducir las condiciones experimentales requeridas por el método empirista. Este método utiliza la experiencia proveniente de experimentos controlados -en tal grado- que los eventos resultantes son como manifestaciones de elementos singulares, de variación, e independientes del tiempo. No es posible aislar y estudiar de este modo un único elemento de cambio en el fenómeno de acción humana. Luego, si el método de las ciencias naturales ha de aplicarse a la acción humana éste deberá emplear la experiencia de la acción human, esto es, la historia de la acción human; la cual es compleja e irreductible. De lo cual la completa inutilidad, de este método, queda garantizada.
¿Es aplicable el método matemático?. ¿Son los enunciados matemáticos última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana?. El atajo lógico que aquí encuentro para verificar la condición de suficiencia es primero establecer que "las matemáticas no son fuente cognitiva para la acción humana" para luego probar la verdad lógica de este enunciado. Para probar este enunciado suponga lo contrario; o sea, suponga que existe al menos un enunciado estrictamente matemático que cumple con la condición de suficiencia. Este enunciado, al ser estrictamente matemático, no se deriva ni de la historia ni de ninguna fuente experimental. Es el producto de la pura lógica matemática. Pero si algo estrictamente matemático ha de ser fuente cognitiva de la acción humana, pues esto presupone que nada, ni siquiera su reconocimiento, se interpone entre él y sus necesarias conclusiones sobre acción humana. Su reconocimiento implicaría que la mente, a través de la razón, ha actuado para identificar tal implicancia; la acción humana identificatoria del enunciado, y su vínculo con la conducta humana, precedería a la deducción cognitiva pues de otro modo no se podría reconocer esto; es así como el enunciado matemático quedaría precedido por la acción humana(3). Lo único que queda es que si tal enunciado existe pues entonces debe pasar desapercibido para la mente y la razón; es decir, nunca nos enteraríamos de sus implicaciones en el terreno de la ciencia acción human con lo cual sería un enunciado estéril, completamente incapaz de proporcionar conocimiento relevante para esta disciplina. Se concluye así que ningún enunciado estrictamente matemático es última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana.
Lo que queda entonces como único método válido de la ciencia de la acción humana es la pura lógica en sí. Es decir, los enunciados de esta ciencia son implicaciones estrictamente lógicas en las cuales la condición de suficiencia no está ni empírica ni matemáticamente determinada. La pregunta subsiguiente aquí es: ¿implicaciones estrictamente lógicas de quién?. ¿cuál es la fuente, la condición de suficiencia, de esos enunciados que necesariamente se deducen de ella?. Si tal fuente cognitiva de la acción humana existe ella debe ser axiomática ya que el origen de los conocimientos de esta disciplina no es ni histórico, ni empírico, ni matemático. Ese complejo axiomático debe ser una verdad lo suficientemente amplia para alcanzar a todo el espectro cognitivo de la acción humana. La única posibilidad para que una tal verdad revele todo este espectro cognitivo es púes que ella sea a priori y expresa portadora de las últimas causas que determinan el fenómeno de la acción humana. Esta excepcional condición de suficiencia es reunida por un único axioma, una expresión de las causas finales, que se denomina el axioma de la acción humana, y que fue postulado por Ludwig von Mises. Este axioma sostiene: Los Hombres Actúan. Todo el conocimiento de la ciencia de la acción humana se deriva como implicaciones lógicas de este axioma, y el complejo de tales implicaciones es lo que el mismo von Mises bautizó con el nombre de "praxeología".
La praxeología es el método por excelencia de la ciencia de la acción humana. Es un método lógico y completamente a priori. Dado que el punto de partida de la praxeología es la causa última del fenómeno -la causa última de la acción humana, la fuerza fundamental que mueve a los hombres- pues entonces tal conocimiento debe alcanzar para obtener todos los resultados teóricos de tal fenómeno. Los enunciados de la praxeología son implicaciones verdaderas derivadas de una última verdad. Esto le otorga a la praxeología una posición de privilegio respecto a otras disciplinas naturales como la biología o la física. En éstas ciencias se desconocen las causas últimas del fenómeno por lo que ellas se vuelven propensas al cultivo del empirismo, y métodos arbitrarios, dado que no hay una última condición de suficiencia que lo determina. Por esto, tales ciencias no quedan totalmente liberadas de la propagación del error debido a la aceptación de enunciados falsos que jamás serán verificados en última instancia.
El axioma de acción humana es, como von Mises lo indica, una verdad a priori categórica. Es una verdad porque cualquier intento de falsificarla conduce a una contradicción; que el hombre actúa quiere decir que tiene comportamiento intencional; actuar quiere decir eso: comportarse intencionalmente; no actuar también es un comportamiento intencional, es una forma de acción, pues implica optar por un estado de cosas invariable. Es a priori porque, tal como se demostró anteriormente, al ser un enunciado válido sobre la acción humana es completamente independiente de toda experiencia. Y es categórica, porque no tiene enunciado lógico que la preceda. Por el principio de suficiencia, toda implicación lógica derivada de esta categoría es, necesariamente, verdadera; por lo que todo enunciado de la praxeología posee como última -por regresión- condición de suficiencia lo establecido por tal categoría.
La condición de suficiencia es el postulado por excelencia que rige a toda ciencia. Su vigencia no sólo constituye garantía de verdad para sus enunciados sino que, fundamentalmente, permite juzgar si es que el método utilizado para generarlos es el apropiado. Se concluye que es tal, pues, el carácter de la economía: la de ser una ciencia a priori cuyos enunciados tienen como condición de suficiencia lo expresado por el axioma de acción humana. El carácter de la economía es estrictamente praxeológico.
Referencias
(1) Una disciplina que admite contradicciones podrá quedar, entre algunas verdades, plagada de falsedades.
(2) Este principio establece: "nada ocurre sin causa suficiente que lo determine."
(3) Algún hombre, empleando la razón, habría concebido esa condición de suficiencia de la implicancia matemática de modo que tal reconocimiento alcanzaría para obtenerla. Es así como el accionar de su mente, con sus nociones precedentes, intercede a la hora de obtener ese conocimiento sobre el accionar humano, con lo cual el enunciado matemático no puede ser la condición suficiente de última instancia. Esto hace pensar que habrá algo más profundo, más fundamental, que impulsa a ese hombre a utilizar su mente, y la razón, esperando obtener algunos resultados con este accionar
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A la luz del postulado de suficiencia, uno sabe que cualquier método -o instrumento- que vaya a emplearse en la obtención de conocimiento científico estará obligado a generar enunciados que satisfacen la condición de suficiencia. Esto vale en particular para un método de la ciencia de la acción humana y, dentro de esta, para la economía. Si un método empleado en una ciencia no cumple con esta exigencia, pues entonces su aplicación "no" podrá garantizar la deducción de enunciados lógicamente verdaderos.
Dado esto, la pregunta que puede formularse es ¿por qué la historia, el experimento controlado, o las matemáticas, resultan ser métodos insuficientes, completamente inapropiados, para obtener conocimiento económico?. ¿Por qué resulta imposible elaborar teoría económica a partir de sus observaciones?. La respuesta es trivial: ninguno de estos métodos cumple la condición de suficiencia. Veamos esta violación caso por caso.
Toda experiencia es una colección de eventos pasados. Nada suficiente podrá decir la experiencia sobre la necesaria colección de eventos futuros salvo que o tales sucesos sean efectivamente reducibles a una singularidad causal, o se vuelvan completamente independientes del tiempo. La acción humana, por ejemplo, es un fenómeno sumamente complejo; en cada una de sus manifestaciones concurre una infinidad de causas interactuantes que hace imposible aislar los elementos individuales de variación del fenómeno hasta reducirlos a una singularidad; además, los resultados de la acción humana ocurren, siempre, a lo largo del tiempo en tal forma que cualquier proceso causal opera sólo con el transcurso del mismo. No hay nada en las manifestaciones pasadas de este fenómeno que permita concluir que los hechos pasados constituyen, en sí, causa suficiente de la cual se derivan necesariamente los hechos futuros. Es decir, en una teoría de la acción humana, el pasado no constituye garantía de suficiencia, por lo que usarlo como tal puede resultar en contradicciones lógicas. Por esto, el pasado no es fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana en general, ni para la economía en particular.
Lo dicho en el párrafo anterior deja al método histórico sin posibilidades en el terreno científico. La historia, tal como lo menciona von Mises, es una colección y arreglo sistemático de datos de la experiencia de la acción humana. O sea, la historia es una representación de la "experiencia" de un fenómeno complejo y como tal -esta experiencia- no reúne las condiciones suficientes para derivar o probar enunciados no contradictorios. Nada más que decir de la historia sólo recomendar la cuidadosa lectura de las páginas 347, 348, y 349 -Human Action, de von Mises-.
¿Es aplicable el método de las Ciencias Naturales?. Aún suponiendo que la inducción -extensión arbitraria de verdad- es un procedimiento válido para obtener conocimientos, no es posible en el terreno de la acción human reproducir las condiciones experimentales requeridas por el método empirista. Este método utiliza la experiencia proveniente de experimentos controlados -en tal grado- que los eventos resultantes son como manifestaciones de elementos singulares, de variación, e independientes del tiempo. No es posible aislar y estudiar de este modo un único elemento de cambio en el fenómeno de acción humana. Luego, si el método de las ciencias naturales ha de aplicarse a la acción humana éste deberá emplear la experiencia de la acción human, esto es, la historia de la acción human; la cual es compleja e irreductible. De lo cual la completa inutilidad, de este método, queda garantizada.
¿Es aplicable el método matemático?. ¿Son los enunciados matemáticos última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana?. El atajo lógico que aquí encuentro para verificar la condición de suficiencia es primero establecer que "las matemáticas no son fuente cognitiva para la acción humana" para luego probar la verdad lógica de este enunciado. Para probar este enunciado suponga lo contrario; o sea, suponga que existe al menos un enunciado estrictamente matemático que cumple con la condición de suficiencia. Este enunciado, al ser estrictamente matemático, no se deriva ni de la historia ni de ninguna fuente experimental. Es el producto de la pura lógica matemática. Pero si algo estrictamente matemático ha de ser fuente cognitiva de la acción humana, pues esto presupone que nada, ni siquiera su reconocimiento, se interpone entre él y sus necesarias conclusiones sobre acción humana. Su reconocimiento implicaría que la mente, a través de la razón, ha actuado para identificar tal implicancia; la acción humana identificatoria del enunciado, y su vínculo con la conducta humana, precedería a la deducción cognitiva pues de otro modo no se podría reconocer esto; es así como el enunciado matemático quedaría precedido por la acción humana(3). Lo único que queda es que si tal enunciado existe pues entonces debe pasar desapercibido para la mente y la razón; es decir, nunca nos enteraríamos de sus implicaciones en el terreno de la ciencia acción human con lo cual sería un enunciado estéril, completamente incapaz de proporcionar conocimiento relevante para esta disciplina. Se concluye así que ningún enunciado estrictamente matemático es última fuente cognitiva para la ciencia de la acción humana.
Lo que queda entonces como único método válido de la ciencia de la acción humana es la pura lógica en sí. Es decir, los enunciados de esta ciencia son implicaciones estrictamente lógicas en las cuales la condición de suficiencia no está ni empírica ni matemáticamente determinada. La pregunta subsiguiente aquí es: ¿implicaciones estrictamente lógicas de quién?. ¿cuál es la fuente, la condición de suficiencia, de esos enunciados que necesariamente se deducen de ella?. Si tal fuente cognitiva de la acción humana existe ella debe ser axiomática ya que el origen de los conocimientos de esta disciplina no es ni histórico, ni empírico, ni matemático. Ese complejo axiomático debe ser una verdad lo suficientemente amplia para alcanzar a todo el espectro cognitivo de la acción humana. La única posibilidad para que una tal verdad revele todo este espectro cognitivo es púes que ella sea a priori y expresa portadora de las últimas causas que determinan el fenómeno de la acción humana. Esta excepcional condición de suficiencia es reunida por un único axioma, una expresión de las causas finales, que se denomina el axioma de la acción humana, y que fue postulado por Ludwig von Mises. Este axioma sostiene: Los Hombres Actúan. Todo el conocimiento de la ciencia de la acción humana se deriva como implicaciones lógicas de este axioma, y el complejo de tales implicaciones es lo que el mismo von Mises bautizó con el nombre de "praxeología".
La praxeología es el método por excelencia de la ciencia de la acción humana. Es un método lógico y completamente a priori. Dado que el punto de partida de la praxeología es la causa última del fenómeno -la causa última de la acción humana, la fuerza fundamental que mueve a los hombres- pues entonces tal conocimiento debe alcanzar para obtener todos los resultados teóricos de tal fenómeno. Los enunciados de la praxeología son implicaciones verdaderas derivadas de una última verdad. Esto le otorga a la praxeología una posición de privilegio respecto a otras disciplinas naturales como la biología o la física. En éstas ciencias se desconocen las causas últimas del fenómeno por lo que ellas se vuelven propensas al cultivo del empirismo, y métodos arbitrarios, dado que no hay una última condición de suficiencia que lo determina. Por esto, tales ciencias no quedan totalmente liberadas de la propagación del error debido a la aceptación de enunciados falsos que jamás serán verificados en última instancia.
El axioma de acción humana es, como von Mises lo indica, una verdad a priori categórica. Es una verdad porque cualquier intento de falsificarla conduce a una contradicción; que el hombre actúa quiere decir que tiene comportamiento intencional; actuar quiere decir eso: comportarse intencionalmente; no actuar también es un comportamiento intencional, es una forma de acción, pues implica optar por un estado de cosas invariable. Es a priori porque, tal como se demostró anteriormente, al ser un enunciado válido sobre la acción humana es completamente independiente de toda experiencia. Y es categórica, porque no tiene enunciado lógico que la preceda. Por el principio de suficiencia, toda implicación lógica derivada de esta categoría es, necesariamente, verdadera; por lo que todo enunciado de la praxeología posee como última -por regresión- condición de suficiencia lo establecido por tal categoría.
La condición de suficiencia es el postulado por excelencia que rige a toda ciencia. Su vigencia no sólo constituye garantía de verdad para sus enunciados sino que, fundamentalmente, permite juzgar si es que el método utilizado para generarlos es el apropiado. Se concluye que es tal, pues, el carácter de la economía: la de ser una ciencia a priori cuyos enunciados tienen como condición de suficiencia lo expresado por el axioma de acción humana. El carácter de la economía es estrictamente praxeológico.
Referencias
(1) Una disciplina que admite contradicciones podrá quedar, entre algunas verdades, plagada de falsedades.
(2) Este principio establece: "nada ocurre sin causa suficiente que lo determine."
(3) Algún hombre, empleando la razón, habría concebido esa condición de suficiencia de la implicancia matemática de modo que tal reconocimiento alcanzaría para obtenerla. Es así como el accionar de su mente, con sus nociones precedentes, intercede a la hora de obtener ese conocimiento sobre el accionar humano, con lo cual el enunciado matemático no puede ser la condición suficiente de última instancia. Esto hace pensar que habrá algo más profundo, más fundamental, que impulsa a ese hombre a utilizar su mente, y la razón, esperando obtener algunos resultados con este accionar
jueves, octubre 03, 2013
El Significado Puro de la Propiedad del Individuo
En un artículo publicado anteriormente en este sitio expuse la noción, forjada por Bastiat, acerca de la equivalencia entre la existencia, la libertad, y la propiedad de un individuo como determinantes fundamentales de su vida humana. Estas tres concepciones, dice Bastiat, son nociones acerca de la vida de un hombre que resultan últimamente equivalentes entre sí. Si se promueve cualquiera de ellas entonces se promueve la vida, pero si alguna se deteriora entonces se deteriora la vida. Esta equivalencia actúa en la práctica como un sofisticado instrumento que disponen las personas para juzgar la bondad de sus acciones. Cualquier acción que agrede o la propiedad o la libertad o la existencia de alguien pues entonces agrede la vida de ese ser humano. En general me interesa estudiar si este enunciado alcanza el suficiente grado de pureza característico del estatus moral. En particular, aprovechando esta equivalencia, quiero revisar en esta oportunidad si es que existe ese carácter más puro de todo aquello que posee un individuo y que llamamos su propiedad. Leer todo el artículo.
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miércoles, septiembre 11, 2013
La Odisea del Emprendedor Capitalista
Toda riqueza acumulada bajo un orden económico capitalista es generada por emprendedores capitalistas. Tal como lo dice Hans Hermann Hoppe en un excelente artículo publicado el 18 de Noviembre del 2011 en el sitio mises.org, un emprendedor capitalista recurre a los ahorros -propios o prestados por terceros- para contratar trabajadores, comprar materias primas, adquirir o contratar capital productivo, y luego intentar obtener un bien con cuya venta espera generar beneficios o ganancias. Leer todo el artículo.
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viernes, junio 28, 2013
La Deflación: Reduce la Pobreza y Promueve la Prosperidad
Resulta sorprendente escuchar a un economista afirmando que “la deflación reduce la pobreza”. Pues bueno yo soy un economista y puedo demostrar, con pura lógica y sentido común, que esto es así. Es más, se que ni un solo economista está en condiciones de refutar la siguiente afirmación: la deflación constituye la única garantía de prosperidad verdadera. Revisemos ambas ideas. Leer todo el artículo.
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lunes, abril 22, 2013
¿Es un Mito el Bitcoin?
Muy rara vez estoy en desacuerdo con lo que publica el sitio mises.org. Pero en esta oportunidad lo estoy. El 17 de Abril pasado, Frank Shostak escribió una nota donde expone la ausencia de cualidades monetarias propias del Bitcoin (BTC). El autor afirma: el BTC, como moneda, es un mito. Para Shostak las pretensiones del BTC son sólo un sueño por lo que, el BTC, nunca podrá remplazar a la moneda fiduciaria. Shostak sostiene que el BTC no deriva su valor y transabilidad del trueque, como sí lo hacen el resto de las monedas; el BTC es algo virtualmente creado por una máquina, por lo que exhibe valor y transabilidad derivada de otros bienes, señala Shostak. En esta nota, sin negar la crítica de Shostak, quiero mostrar el modo en que él -siendo un Austriaco- se muerde la cola exponiendo sus argumentos para criticar al BTC. Leer todo el artículo.
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sábado, abril 06, 2013
Moneda Perfecta: ¿El Bitcoin?
De la misma manera que predije el ocaso del fascismo del siglo xxi propuesto por el delirante y criminal hugo chávez como estándar social aplicable a toda la región latinoamericana [cosa que ya ocurrió], del mismo modo que predije la inexorable muerte del Euro o cualquier patrón fiduciario como estándar monetario mundial [cosa que está ocurriendo], es exactamente del mismo modo en que hoy me arriesgo por una predicción de máxima social: se viene, indefectiblemente, la moneda perfecta, la moneda sin bancos. Desde hace un tiempo vengo estudiando el fenómeno Bitcoin con el objeto de descubrir si esta moneda pude aproximar rápidamente sus cualidades monetarias hacia un estándar de perfección. ¿Qué es para mi una moneda perfecta?. ¿Es el Bitcoin una moneda perfecta?. Dos interrogantes que intentaré responder en esta nota. Leer todo el artículo.
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martes, marzo 12, 2013
Asesinos Silenciosos
Un asesino -o criminal- es una persona que aniquila o anula la existencia de otra persona. El daño que este acto provoca es irreparable. Cuando el asesino quita la vida de alguien, nada puede hacerse para reparar esa agresión y restituir lo sustraído. El asesinato es, por hoy, un evento irreversible. El corolario apriorístico que surge de ésto es que "...la convivencia social de los humanos exige ser intolerante con los asesinos...", de lo contrario las personas se auto-aniquilarían mediante una progresiva escalada de asesinatos masivos. Dado que cada individuo es consciente de esta consecuencia entonces se pone en alerta permanente para proteger y preservar su vida de todo accionar criminal, y la sociedad humana ha intentado desplegar arreglos institucionales para disuadir la criminalidad en general. Pero ¿qué le ocurriría al hombre social si de repente surgiera un asesino silencioso -tan perfectamente oculto- de tal forma que su accionar e identidad se vuelven indetectable para los demás?. La respuesta es que, dada la implacabilidad del asesino, esa sociedad tarde o temprano sucumbe.
Comúnmente se dice que "...no existe el crimen perfecto..." pues la institución humana puede rastrear cada crimen y detectar exitosamente al criminal. Pero esta conclusión es endeble. No hay demostración contundente de ella. Su único argumento se basa en observaciones empíricas, por lo que su prueba resulta de una extensión arbitraria de validez. Y ya lo mostró von Mises: "...una extensión arbitraria de validez jamás puede constituir lo que en rigor se entiende como una prueba definitiva...". Una prueba en rigor no puede dejar hueco alguno, no puede dejar lugar a dudas. Extender la rastreabilidad del accionar e identidad de un asesino a todos los asesinatos futuros sobre la base de asesinatos ocurridos no puede sostener una noción definitiva -no falsificable- de detectabilidad. Entonces, dado que el empirismo en general no permite constituir pruebas concluyentes, no es posible falsificar empíricamente "...el crimen perfecto...". No hay garantías para su no ocurrencia futura. El crimen perfecto no puede negarse empíricamente.
Es más, el crimen perfecto es de lo más frecuente que sucede en una sociedad. ¿Cuál es ese crimen?. Un asesino sutil no tiene incentivos para aniquilar la existencia, per se, de un individuo al cometer su crimen. Le basta aniquilar las cualidades -aptitudes- que determinan la existencia para así ver cumplido su objetivo. Eso es lo que un criminal silencioso hace. Esta clase de criminal es mucho más ambicioso que uno común. No sólo aniquila las cualidades que él minuciosamente elije, sino que fomenta el cultivo de aquellas que le sirven al propósito aún mayor que es esclavizar a su víctima y quedarse con todos sus logros. O sea, además de asesinar, esclaviza, y roba. Su esmerada tarea le permite apropiarse por completo de la vida de las personas. Las personas muertas no le sirven, y por eso al aplicar su plan las deja vivir.
Pero ¿qué individuo u organización social tiene semejante envergadura y poderes similares a los de esta clase de criminales?. La respuesta es simple: "los gobernantes". En las sociedades contemporáneas, los gobernantes ostentan monopolios que les permiten hacer lo que les plazca. Por ejemplo tienen el monopolio de crear y administrar reglas de convivencia, el monopolio para forzar el cumplimiento de esas reglas, el monopolio para emitir moneda falsa sin respaldo alguno, y el monopolio de decisión de última instancia -árbitros o jueces de última instancia. Estos cuatro monopolios alcanza para que los gobernantes violen impunemente los derechos de cualquier otra persona. Los gobernantes nos dicen cómo tenemos que vivir y, si no acatamos esto, nos aplican los castigos por ellos elegidos; los gobernantes siempre tienen la razón porque son el árbitro en última instancia; y ellos pueden financiar todas sus acciones falsificando dinero e imponiendo costos. Cualquier organización social que dispone de semejantes poderes posee suficientes incentivos para cometer toda clase de crímenes.
Pero los gobernantes han elegido una clase de asesinatos silenciosos que parecen sacados de una macabra obra de terror. Ellos no aniquilan abruptamente la vida de las personas sino que se apoderan lentamente de ella. El método inicial que utilizan es el adoctrinamiento. El instrumento operativo es la educación pública compulsiva y coercitiva. Los gobernantes deciden, a puerta cerrada, qué aptitudes se fomentarán y cultivarán en una sociedad. Y, por consiguiente, deciden cuáles se reprimirán, combatirán, castigarán, y anularán. Ellos determinan los contenidos que serán impartidos en las aulas de escuelas, colegios, y universidades, sin importar el verdadero significado que la educación tiene en la vida futura del individuo más allá de su objetivo de adoctrinamiento. Hay aptitudes que a los gobernantes les interesan, se trabaja sobre ellas; se anulan todas las demás. El resultado, puesto, de eso es: "una sociedad de zombis -cadáveres sin intelecto- formada por individuos condenados a la esclavitud y la pobreza, quienes jamás sentirán la verdadera felicidad de la realización personal; una sociedad autodestructiva".
Estos perseverantes criminales silenciosos son sumamente efectivos; van al grano, atacando desde el principio a los más indefensos de una sociedad: los niños. Tan miserables y cobardes son estos detestables señores que destruyen la vida desde la infancia. Pero lo más repugnante de esta tragedia es que la tarea de adoctrinamiento se hace en completa complicidad con los señores padres. Los padres entregan a esas criaturas indefensas quienes serán adoctrinadas y puesta al servicio de la servidumbre humana. Debo confesar que siento mucho asco cuando observo a estos miserables criminales destruyendo vidas de inocentes; pero más asco me provoca la actitud de los padres que eligen el sometimiento y la esclavitud para sus propios hijos. Asco y mucha tristeza es lo que me invade cuando pienso en todo ese accionar que convalida el predominio de los Asesinos Silenciosos.
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Comúnmente se dice que "...no existe el crimen perfecto..." pues la institución humana puede rastrear cada crimen y detectar exitosamente al criminal. Pero esta conclusión es endeble. No hay demostración contundente de ella. Su único argumento se basa en observaciones empíricas, por lo que su prueba resulta de una extensión arbitraria de validez. Y ya lo mostró von Mises: "...una extensión arbitraria de validez jamás puede constituir lo que en rigor se entiende como una prueba definitiva...". Una prueba en rigor no puede dejar hueco alguno, no puede dejar lugar a dudas. Extender la rastreabilidad del accionar e identidad de un asesino a todos los asesinatos futuros sobre la base de asesinatos ocurridos no puede sostener una noción definitiva -no falsificable- de detectabilidad. Entonces, dado que el empirismo en general no permite constituir pruebas concluyentes, no es posible falsificar empíricamente "...el crimen perfecto...". No hay garantías para su no ocurrencia futura. El crimen perfecto no puede negarse empíricamente.
Es más, el crimen perfecto es de lo más frecuente que sucede en una sociedad. ¿Cuál es ese crimen?. Un asesino sutil no tiene incentivos para aniquilar la existencia, per se, de un individuo al cometer su crimen. Le basta aniquilar las cualidades -aptitudes- que determinan la existencia para así ver cumplido su objetivo. Eso es lo que un criminal silencioso hace. Esta clase de criminal es mucho más ambicioso que uno común. No sólo aniquila las cualidades que él minuciosamente elije, sino que fomenta el cultivo de aquellas que le sirven al propósito aún mayor que es esclavizar a su víctima y quedarse con todos sus logros. O sea, además de asesinar, esclaviza, y roba. Su esmerada tarea le permite apropiarse por completo de la vida de las personas. Las personas muertas no le sirven, y por eso al aplicar su plan las deja vivir.
Pero ¿qué individuo u organización social tiene semejante envergadura y poderes similares a los de esta clase de criminales?. La respuesta es simple: "los gobernantes". En las sociedades contemporáneas, los gobernantes ostentan monopolios que les permiten hacer lo que les plazca. Por ejemplo tienen el monopolio de crear y administrar reglas de convivencia, el monopolio para forzar el cumplimiento de esas reglas, el monopolio para emitir moneda falsa sin respaldo alguno, y el monopolio de decisión de última instancia -árbitros o jueces de última instancia. Estos cuatro monopolios alcanza para que los gobernantes violen impunemente los derechos de cualquier otra persona. Los gobernantes nos dicen cómo tenemos que vivir y, si no acatamos esto, nos aplican los castigos por ellos elegidos; los gobernantes siempre tienen la razón porque son el árbitro en última instancia; y ellos pueden financiar todas sus acciones falsificando dinero e imponiendo costos. Cualquier organización social que dispone de semejantes poderes posee suficientes incentivos para cometer toda clase de crímenes.
Pero los gobernantes han elegido una clase de asesinatos silenciosos que parecen sacados de una macabra obra de terror. Ellos no aniquilan abruptamente la vida de las personas sino que se apoderan lentamente de ella. El método inicial que utilizan es el adoctrinamiento. El instrumento operativo es la educación pública compulsiva y coercitiva. Los gobernantes deciden, a puerta cerrada, qué aptitudes se fomentarán y cultivarán en una sociedad. Y, por consiguiente, deciden cuáles se reprimirán, combatirán, castigarán, y anularán. Ellos determinan los contenidos que serán impartidos en las aulas de escuelas, colegios, y universidades, sin importar el verdadero significado que la educación tiene en la vida futura del individuo más allá de su objetivo de adoctrinamiento. Hay aptitudes que a los gobernantes les interesan, se trabaja sobre ellas; se anulan todas las demás. El resultado, puesto, de eso es: "una sociedad de zombis -cadáveres sin intelecto- formada por individuos condenados a la esclavitud y la pobreza, quienes jamás sentirán la verdadera felicidad de la realización personal; una sociedad autodestructiva".
Estos perseverantes criminales silenciosos son sumamente efectivos; van al grano, atacando desde el principio a los más indefensos de una sociedad: los niños. Tan miserables y cobardes son estos detestables señores que destruyen la vida desde la infancia. Pero lo más repugnante de esta tragedia es que la tarea de adoctrinamiento se hace en completa complicidad con los señores padres. Los padres entregan a esas criaturas indefensas quienes serán adoctrinadas y puesta al servicio de la servidumbre humana. Debo confesar que siento mucho asco cuando observo a estos miserables criminales destruyendo vidas de inocentes; pero más asco me provoca la actitud de los padres que eligen el sometimiento y la esclavitud para sus propios hijos. Asco y mucha tristeza es lo que me invade cuando pienso en todo ese accionar que convalida el predominio de los Asesinos Silenciosos.
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miércoles, marzo 06, 2013
De Nuevo Online
Las amenazas han expirado. Yo estoy de nuevo online. El sentimiento de LIBERTAD siempre es Superior. Y así será por siglo de los siglos. ¿La imagen adjunta a la izquierda.? La dibujé yo mismo en un intento por registrar la creación y extinción cósmica. En el cosmos surge el orden pero también se desvanece lo que antes estuvo ordenado. Sólo queda de ese fenómeno la conciencia que el hombre tiene el privilegio de constituir. La conciencia vive con el hombre mismo y se revela como una manifestación libre de toda voluntad. De este modo el sentimiento de libertad se sobrepone como legado de la existencia misma... Read All... Leer Todo...
viernes, enero 04, 2013
Men Act
The superb heading of this note, "Men Act", is know as "human action axiom". This axiom was proposed by Ludwig von Mises, who stated it and studied its implication along of all his known book "Human Action". From this axiom it is obtained whole implication of "praxeology -the study of human actions", in general, and of "economics -the study of human scarcities", in particular. This proposition is a synthetic a priori judgment; in other word, it is a new a priori knowledge. Let me for a moment to use Kantian test of necessity and absoluteness to characterize this pure sentence.
It can be said that this axiom it isn't an empirical judgment because in other way the notion of "act" -the purposeful or intentional behavior- is learned through experience. But learning assumption supposes the existence of a given notion of "act" -someone else should exhibit this notion- in such a way that another men, ignorants of it, must learn it; which is an absurd result; any attempt to deny the "act" notion implies its existence. Then, the action axiom predicates an a priori knowledge.
Now: is the action axiom an analytic judgment?, is the notion of “act” a notion contained in another known notion?. Whither this were so then the notion of "human", which the men know, contains -cogitated through identity- the notion of "act". But the "human" notion says nothing conclusive about of human behavior. Then, the "act" is a synthetic notion.
In other words, it has been proved that the action axiom is a synthetic a priori judgment. Moreover, there is no other sentence from which it could be derived the action axiom, because it contains the idea of necessity in its very conception. Similarly it exhibits strict and absolute, and not assumed and comparative, universality; any attempt to deny it implies its existence. The action axiom is an absolutely pure knowledge. In this way it has been shown the purity of the sentence "Men Act".
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It can be said that this axiom it isn't an empirical judgment because in other way the notion of "act" -the purposeful or intentional behavior- is learned through experience. But learning assumption supposes the existence of a given notion of "act" -someone else should exhibit this notion- in such a way that another men, ignorants of it, must learn it; which is an absurd result; any attempt to deny the "act" notion implies its existence. Then, the action axiom predicates an a priori knowledge.
Now: is the action axiom an analytic judgment?, is the notion of “act” a notion contained in another known notion?. Whither this were so then the notion of "human", which the men know, contains -cogitated through identity- the notion of "act". But the "human" notion says nothing conclusive about of human behavior. Then, the "act" is a synthetic notion.
In other words, it has been proved that the action axiom is a synthetic a priori judgment. Moreover, there is no other sentence from which it could be derived the action axiom, because it contains the idea of necessity in its very conception. Similarly it exhibits strict and absolute, and not assumed and comparative, universality; any attempt to deny it implies its existence. The action axiom is an absolutely pure knowledge. In this way it has been shown the purity of the sentence "Men Act".
miércoles, enero 02, 2013
Necessary and Absolutely Independent of all Experience
More o less about two days ago, a friend asked me a question on a "pure a priori knowledge": what the meaning of sentence -necessary and absolutely independent of all experience is? he asked me. I must admit here my crooked temptation of using the mathematical gimmick of "definition" to respond such relevant question to my friend. But I'm not a such dishonest boy as to block his mind. In mathematics, you know, I told him, a sentence is: or a definition or a theorem. Period. Sometime it is more easy to use a definition than a theorem, of something. A definition doesn't require proof, while a theorem must be always a proved judgment. But both the necessary and absolute predicated on a pure a priori knowledge are a kind of notions contained in the notion of a priori; its connections are cogitated through identity. Then, it is possible to give a simple definition but it's both more exciting and more enlightening to show a best detailed explanation.
The Prussian Philosopher Immanuel Kant, in its "The Critique of Pure Reason" page 25, gives a clear definition about of this kind of special knowledge. He says, "...By the term "knowledge a priori", therefore, we shall in the sequel understand, not such as is independent of this or that kind of experience, but such as is absolutely so of all experience. Opposed to this is empirical knowledge, or that which is possible only a posteriori, that is, through experience. Knowledge a priori is either pure or impure. Pure knowledge a priori is that with which no empirical element is mixed up. For example, the proposition, "Every change has a cause," is a proposition a priori, but impure, because change is a conception which can only be derived from experience...".
So, to Kant, all knowledge is temporally preceded by experience. Our cognitive faculty is awakened by mean of experience. The experience kicks off our intellect. But in no way all knowledge arises from experiences -by mean of intermediation of sensuous impressions. In effect, there are knowledges -some predicates- which have no connection with the experience and they are completely -absolutely- independent of it. This kind of knowledge is called "a priori" in contradistinction of "a posteriori" which is raised from experience. A priori knowledge is impure or pure while, respectively, it contain or not empirical elements. A predicated of an a priori judgment is, always, absolutely pure -without empirical elements-, while its subject would contain some empirical elements in which case it is an impure a priori judgment. On another side, the predicated of a posteriori -empirical- judgment is, always, raised from experience, it is always impure.
Immanuel Kant, warned of the importance of the pure judgments, elaborated a simple standard to discriminate a pure from and empirical judgment. In first place, Kant says, "...Now, in the first place, if we have a proposition which contains the idea of necessity in its very conception, it is a if, moreover, it is not derived from any other proposition, unless from one equally involving the idea of necessity, it is absolutely a priori...". En Second place, Kant says, "...Secondly, an empirical judgment never exhibits strict and absolute, but only assumed and comparative universality (by induction); therefore, the most we can say is so far as we have hitherto observed, there is no exception to this or that rule. If, on the other hand, a judgment carries with it strict and absolute universality, that is, admits of no possible exception, it is not derived from experience, but is valid absolutely a priori...".
These two criteria -necessary and absolute- stated by Kant to discriminate between pure or empirical, are both so useful and so simple logically ones. Why are they so important criteria?. First, both criteria yield the same result; a necessary pure judgment is an absolutely universal judgment. Second, some time one standard is more easy to use than the other; it could happen that the necessity -its whole independence of other judgments- is more evident than its absolute universality -its not exceptionality; or it could be that all exception -all attempt of falsification- arises as a self evident contradiction in a way that its not necessity is not. Finally, both criteria are simple and convincing; they characterize a pure judgment as Necessary and Absolutely Independent of all Experience.
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The Prussian Philosopher Immanuel Kant, in its "The Critique of Pure Reason" page 25, gives a clear definition about of this kind of special knowledge. He says, "...By the term "knowledge a priori", therefore, we shall in the sequel understand, not such as is independent of this or that kind of experience, but such as is absolutely so of all experience. Opposed to this is empirical knowledge, or that which is possible only a posteriori, that is, through experience. Knowledge a priori is either pure or impure. Pure knowledge a priori is that with which no empirical element is mixed up. For example, the proposition, "Every change has a cause," is a proposition a priori, but impure, because change is a conception which can only be derived from experience...".
So, to Kant, all knowledge is temporally preceded by experience. Our cognitive faculty is awakened by mean of experience. The experience kicks off our intellect. But in no way all knowledge arises from experiences -by mean of intermediation of sensuous impressions. In effect, there are knowledges -some predicates- which have no connection with the experience and they are completely -absolutely- independent of it. This kind of knowledge is called "a priori" in contradistinction of "a posteriori" which is raised from experience. A priori knowledge is impure or pure while, respectively, it contain or not empirical elements. A predicated of an a priori judgment is, always, absolutely pure -without empirical elements-, while its subject would contain some empirical elements in which case it is an impure a priori judgment. On another side, the predicated of a posteriori -empirical- judgment is, always, raised from experience, it is always impure.
Immanuel Kant, warned of the importance of the pure judgments, elaborated a simple standard to discriminate a pure from and empirical judgment. In first place, Kant says, "...Now, in the first place, if we have a proposition which contains the idea of necessity in its very conception, it is a if, moreover, it is not derived from any other proposition, unless from one equally involving the idea of necessity, it is absolutely a priori...". En Second place, Kant says, "...Secondly, an empirical judgment never exhibits strict and absolute, but only assumed and comparative universality (by induction); therefore, the most we can say is so far as we have hitherto observed, there is no exception to this or that rule. If, on the other hand, a judgment carries with it strict and absolute universality, that is, admits of no possible exception, it is not derived from experience, but is valid absolutely a priori...".
These two criteria -necessary and absolute- stated by Kant to discriminate between pure or empirical, are both so useful and so simple logically ones. Why are they so important criteria?. First, both criteria yield the same result; a necessary pure judgment is an absolutely universal judgment. Second, some time one standard is more easy to use than the other; it could happen that the necessity -its whole independence of other judgments- is more evident than its absolute universality -its not exceptionality; or it could be that all exception -all attempt of falsification- arises as a self evident contradiction in a way that its not necessity is not. Finally, both criteria are simple and convincing; they characterize a pure judgment as Necessary and Absolutely Independent of all Experience.
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