El cosmos es, según mi visión, todo aquello que es llamado y destinado a existir; es así como lo digo en el cuarto párrafo de mi primera nota sobre el tamaño del universo. Esta noción del cosmos presupone un estado previo de completa aniquilación de aquello que existe. Cuando algo se aniquila, deja de existir como tal; y cuando algo nuevo surge es porque irrumpe en la existencia. Esta asociación entre existencia y aniquilación parece ser una dualidad intrínseca del cosmos. Dicha dualidad permite sospechar que el cosmos posee ciertos extremos, respecto a los límites tanto de la existencia como de la aniquilación. La pregunta más desafiante que surge de esta visión es: ¿hasta donde se extiende esta dupla existencia-aniquilación?, ¿cuán amplio y cuán profundo es su alcance?, ¿hay algo que las delimita?. Leer todo el artículo.
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