Los gobernantes intervencionistas y proteccionistas del mundo pretenden manipular la economía a su conveniencia. Ellos se asocian con grupos de amigos, grupos empresarios y sindicatos, para convalidar privilegios y obtener beneficios a costa de un severo deterioro tanto en la organización económica como en la prosperidad de las personas. Esta situación convierte a estos señores en personajes despreciables. Pero mucho mas desagradables aún son los economistas, asesores de estos señores, quienes terminan convalidando esta visión. Economistas que no piensan como economistas. Milton Fiedman dijo alguna vez “...I have found, over a long time, that some people are natural economists. They don't take a course, but they understand--the principles seem obvious to them. Other people may have Ph.D.s in economics, but they're not economists. They don't think like an economist. Strange, but true.". Print pdf.
Es muy habitual encontrar la clase de pseudo-economistas mencionados por Fiedman. En los países latinoamericanos abundan y perduran. No extrañamente todos ellos ocupan cargos jerárquicos en ministerios públicos ostentando la etiqueta de ministro de economía. Algunos de ellos cumplen su papel de fiel sirviente del controlador y de tanto en tanto caen en el completo ridículo. Por ejemplo se ven reescribiendo un diccionario económico para el rey inventando nuevos conceptos como el de inflación: inflación=tensión de precios.
Humildemente, les sugiero a estos señores seudo-economistas que, en lugar de delirar con conceptos que solo indican la magnitud de su retraso intelectual y su erosionada capacidad crítica para pensar, tomen la primera clase sobre teoría de precios. Aunque por el principio de Friedman apostaría que, si alguno de ellos lograra leerla, ninguno lograría entender esta primera clase.
Hayek, hace casi 40 años, escribió: “...In fact, in the case discussed, the very measures which the dominant 'macro-economic' theory has recommended as a remedy for unemployment, namely the increase of aggregate demand, have become a cause of a very extensive misallocation of resources which is likely to make later large scale unemployment inevitable. The continuous injection of additional amounts of money at points of the economic system where it creates a temporary demand which must cease when the increase of the quantity of money stops or slows down, together with the expectation of a continuing rise of prices, draws labour and other resources into employments which can last only so long as the increase of the quantity of money continues at the same rate or perhaps even only so long as it continues to accelerate at a given rate. What this policy has produced is not so much a level of employment that could not have been brought about in other ways, as a distribution of employment which cannot be indefinitely maintained and which after some time can be maintained only by a rate of inflation which would rapidly lead to a disorganisation of all economic activity. The fact is that by a mistaken theoretical view we have been led into a precarious position in which we cannot prevent substantial unemployment from reappearing; not because, as this view is sometimes misrepresented, this unemployment is deliberately brought about as a means to combat inflation, but because it is now bound to occur as a deeply regrettable but inescapable consequence of the mistaken policies of the past as soon as inflation ceases to accelerate...”.
Imagino a estos señores, seudo-economistas, imposibilitados de entender los términos de Hayek. También supongo que jamas podrán leer a Hayek. Lo cual me tiene sin cuidado. Lo que verdaderamente me apena es que estos payasos, servidores de la servidumbre, obtengan una paga ayudados por la fuerza pública para sustraer ingresos de la mayoría de las personas a quienes se les cercena su prosperidad. Verdaderamente me apena esta trágica intervención de los economistas no-economistas...
Atte.
Juan Carlos Vera. Buenos Aires, Argentina.
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