Toda inteligencia finita que pretende conocer completamente el mundo está condenada a no hacerlo. Cualquier intento de acceder al noumeno será un fracaso miserable por su confinamiento a la finitud. Tampoco es posible concebir la infinitud desde la finitud. Cualquier definición de inteligencia infinita es limitada en todos sus aspectos porque no hay manera de concebir sus implicancias. Las categorías puras de la finitud son imperfectas y ponen límites a las concepciones de infinitud. El requerimiento de infinitud vuelve al noumeno completamente inaccesible.
La finitud implica incompletitud de verdad porque la completitud implica infinitud. La verdad fenoménica es discontinua, muy limitada y granulométrica. Los fenómenos son solo pantallazos de una realidad continua e inaccesible. Por esto, toda teoría es víctima inevitable del error y la deficiencia. Pero esta verdad incompleta es la única accesible al entender y conocer el mundo! Cualquier sistema consistente, formal o no, sirve para obtener verdades relevantes, aunque incompletas, en la resolución de problemas. Es así como cualquier inteligencia finita consistente sobrevive sin acceso a la verdad absoluta o divina.
Si la verdad fenoménica es imperfecta y perecedera, cómo es que puede ser consistente? La inteligencia finita crea un objeto imaginario, llamado fenómeno, que se intenta entender y teorizar para derivar conocimientos desde él. La mente crea algo que intenta entender! Todo conocimiento así obtenido tendrá que ser consistente, aunque eso no asegura verdad absoluta. Ningún fenómeno tiene el poder de otorgar garantía nouménica. Dada las debilidades de la finitud, el objeto imaginario podrá ajustarse para aproximarse al noumeno sin llegar a alcanzarlo. Este ajuste mental del fenómeno vuelve inconsistente a las viejas ideas, las que serán reemplazadas por nuevas interpretaciones consistentes con la nueva representación fenoménica.
La verdad absoluta sólo vive en el noumeno Kantiano. Este enunciado (G), completa la verdad fenoménica pero es indemostrable dentro de la finitud; por eso se lo presupone verdadero. Si fuera posible considerar toda la verdad, finitamente accesible, como un sistema formal, pues ese sistema sería incompleto o inconsistente. No hay ninguna posibilidad de mantener consistencia completa sin salir del sistema. Es decir, la verdad completa necesita o implica un auxilio externo a modo del enunciado G Gödeliano. Si bien G no revela la verdad, sí expresa la noción de que existe el arca de la verdad eterna.
Read All... Leer Todo...
La finitud implica incompletitud de verdad porque la completitud implica infinitud. La verdad fenoménica es discontinua, muy limitada y granulométrica. Los fenómenos son solo pantallazos de una realidad continua e inaccesible. Por esto, toda teoría es víctima inevitable del error y la deficiencia. Pero esta verdad incompleta es la única accesible al entender y conocer el mundo! Cualquier sistema consistente, formal o no, sirve para obtener verdades relevantes, aunque incompletas, en la resolución de problemas. Es así como cualquier inteligencia finita consistente sobrevive sin acceso a la verdad absoluta o divina.
Si la verdad fenoménica es imperfecta y perecedera, cómo es que puede ser consistente? La inteligencia finita crea un objeto imaginario, llamado fenómeno, que se intenta entender y teorizar para derivar conocimientos desde él. La mente crea algo que intenta entender! Todo conocimiento así obtenido tendrá que ser consistente, aunque eso no asegura verdad absoluta. Ningún fenómeno tiene el poder de otorgar garantía nouménica. Dada las debilidades de la finitud, el objeto imaginario podrá ajustarse para aproximarse al noumeno sin llegar a alcanzarlo. Este ajuste mental del fenómeno vuelve inconsistente a las viejas ideas, las que serán reemplazadas por nuevas interpretaciones consistentes con la nueva representación fenoménica.
La verdad absoluta sólo vive en el noumeno Kantiano. Este enunciado (G), completa la verdad fenoménica pero es indemostrable dentro de la finitud; por eso se lo presupone verdadero. Si fuera posible considerar toda la verdad, finitamente accesible, como un sistema formal, pues ese sistema sería incompleto o inconsistente. No hay ninguna posibilidad de mantener consistencia completa sin salir del sistema. Es decir, la verdad completa necesita o implica un auxilio externo a modo del enunciado G Gödeliano. Si bien G no revela la verdad, sí expresa la noción de que existe el arca de la verdad eterna.