El secreto se revela en la razón. La causalidad se puede enunciar como un principio fundamental de la razón: Cada Evento Tiene Causa. Hay dos palabras importantes en este enunciado. La palabra Evento y la palabra Causa. El significado de estas palabras es de carácter coherente y universal. Todas las personas entienden lo que significa Evento y lo que significa Causa. Un evento es algo que ocurre y la causa es lo que lo trae a la existencia. Son nociones apriori.
Esto hace sospechar que el principio, así enunciado, es una verdad apriori. Pues esta sospecha está en lo cierto porque cualquier intento de negarlo lo presupone. Si se niega la existencia de eventos o causas pues al enunciar ésto se los presupone. Y si se niega la existencia de causa para un evento pués se está negando la existencia del evento; y dado que (¬C⇒¬E)⇒(E⇒C), luego se tiene que cada evento E implica una causa C. Queda claro que cualquier objeción al principio, lo presupone.
Este argumento se puede llamar el “Apriori de la Causalidad”. El principio permite establecer un orden en la mente humana. Sin él, no existiría la razón. El principio de causalidad es una verdad apriori ordenadora de la mente. Además de existir, el principio tiene un carácter de unicidad. Sólo la mente humana puede producir enunciados válidos apriori. Resultados innegables. El principio es de carácter universal, pues vive en la mente de cada persona. Ningún enfoque filosófico puede negarlo porque, en general, no es posible escapar a las leyes de la razón. Esto permite afirmar que en la mente viene escrita la noción de causalidad apriori.
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Esto hace sospechar que el principio, así enunciado, es una verdad apriori. Pues esta sospecha está en lo cierto porque cualquier intento de negarlo lo presupone. Si se niega la existencia de eventos o causas pues al enunciar ésto se los presupone. Y si se niega la existencia de causa para un evento pués se está negando la existencia del evento; y dado que (¬C⇒¬E)⇒(E⇒C), luego se tiene que cada evento E implica una causa C. Queda claro que cualquier objeción al principio, lo presupone.
Este argumento se puede llamar el “Apriori de la Causalidad”. El principio permite establecer un orden en la mente humana. Sin él, no existiría la razón. El principio de causalidad es una verdad apriori ordenadora de la mente. Además de existir, el principio tiene un carácter de unicidad. Sólo la mente humana puede producir enunciados válidos apriori. Resultados innegables. El principio es de carácter universal, pues vive en la mente de cada persona. Ningún enfoque filosófico puede negarlo porque, en general, no es posible escapar a las leyes de la razón. Esto permite afirmar que en la mente viene escrita la noción de causalidad apriori.