La moneda, ese bien económico con poder de compra universal, es uno de los inventos más fantásticos del hombre. No existe orden económico duradero y próspero, sin moneda. La moneda, como la especialización y la división del trabajo, es el elemento vital de la economía. Todo orden social y político sin moneda, está destinado al fracaso inminente. Es Curioso que, siendo la moneda el bien económico más importante de todos, los seres humanos hayamos delegado su control sobre la base de la confianza. Esta delegación es muy perjudicial por sus efectos económicos destructivos. Por esto, la humanidad se enfrenta al desafío de recuperar la moneda. En 2009 surgió Bitcoin, como una moneda que viene a desafiar al estándar de confianza, proponiendo el paradigma de la prueba como un medio que permita devolver el control del dinero a los verdaderos dueños: los usuarios.
Quienes no entienden nada de Bitcoin, pero están en su contra, sostienen que Bitcoin no tiene respaldo ni uso alternativo más allá de la mera especulación y el oportunismo. Es algo similar a los tulipanes holandeses, sostienen, siendo su precio el resultado de una burbuja, un aumento alocado y ficticio. Pero, estos pseudo especialistas se equivocan. Cada vez que Bitcoin subió de precio, dijeron lo mismo.
Bitcoin tiene hoy en día cualidades monetarias muy evidentes. Adicionalmente, tiene otras cualidades que lo hacen muy atractivo. Es una moneda totalmente descentralizada, sin una autoridad central que la emita y la controle. Es de inflación acotada, pues cuando llegue a 21 millones la inflación será cero. Es anónima, a tal punto que no están identificados quiénes la intercambian. Es de adopción totalmente voluntaria, ya que nadie está obligado a aceptarla ni a efectuar pagos con ella. Es totalmente no intermediada, de modo que los usuarios la transfieren directamente unos a otros. Es una moneda electrónica de código abierto, en donde todo se conoce respecto a su seguridad y funcionamiento. Es globalmente intercambiable, permitiendo pagos mundiales a costos mínimos. Y, lo que es más importante, sus transacciones se basan en prueba criptográfica, con lo cual es totalmente libre de confianza.
Hoy por hoy, no existe ningún otro bien económico que reúna todas esas cualidades. A medida que muchos agentes económicos descubren esto, la demanda de Bitcoin se expande rápidamente y, dada una oferta limitada, se generan subidas abruptas de su precio. Además, sabiendo que la demanda para ahorro es el mayor componente de la demanda monetaria -entre 70 y 90%- ya que los usuarios demandan poder adquisitivo, se configura un escenario, de más demanda y poca oferta, que acentúa ese sinceramiento en el precio.
El aumento en el precio de Bitcoin hoy observado, es un sinceramiento, no una burbuja. Las burbujas son propias de los sistemas centralizados, o muy dependientes de la confianza; cuando la confianza se rompe o deteriora, el precio cae a cero. Obviamente el precio de Bitcoin puede caer, pero su capacidad de recupero es muy alta. El Bitcoin es descentralizado y totalmente libre de confianza. Se sabe todo porque hay suficiente prueba de ello. En un entorno descentralizado, transparente y seguro, cualquier moneda verdadera no sólo preserva sino que incrementa su poder de compra. Y esto no debe sorprender. Es lo que ha venido ocurriendo con Bitcoin: La Mejor Moneda inventada por el Hombre.
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