David M.W. Evans, el 24 de Febrero pasado, ha publicado una contundente nota en donde expone de modo impecable sus argumentos para rebatir la idea sobre el calentamiento global. Desde esta nota de Evans se puede concluir que el planeta tierra “no” se está calentando tal como lo predijo James Hansen (el padre de la idea del calentamiento global) en 1988, y como lo predicen los modelos elaborados por científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en ingles) en 1990.
Es más, según evidencias de los últimos 500 años hoy acopiada por científicos escépticos al calentamiento de la tierra, la temperatura del aire y de los océanos terrestres oscila cíclicamente debido a causas aún no identificadas. Además, al comparar las predicciones realizadas por los modelos climáticos con datos confiables -no falsificados- recolectados en los últimos 20 años sobre el clima terrestre se puede concluir que: políticos, científicos, organizaciones gubernamentales, y organizaciones civiles, quienes impulsan el fundamentalismo del calentamiento global, han montado un escenario ficticio para transmitir a la sociedad esta falsa noción -del calentamiento global- que hace rato ha quedado al descubierto como una farsa y una gran estafa pública.
En este mismo blog, el día 4 de Diciembre del 2009, he dedicado una nota para describir parte del escándalo climático de ese momento que se hacía llamar como "climategate" y que James Delingpole resumió es su nota del 20 de Noviembre de ese año. Lo que en ese entonces se descubrió fue la punta de un ovillo, una madeja enredada de corrupción académica: con académicos inventando, falsificando, y ocultando cifras y hechos con el fin de ganar dinero pagado por otras personalidades tan corruptas como ellos quienes pretenden amasar fortunas estafando a toda la población civil del mundo. Dentro de ese espectro de estafadores sobresalen tanto académicos, como gobernantes, como hombres de negocios oscuros, y como organizaciones civiles que se hacen llamar 'sin fines de lucro'. Es un verdadero monstruo de cuatro cabezas.
Lo importante hoy en día es que se sabe que el cambio climático de la tierra "no" es tal, ya que se trata de una gran farsa. Las pruebas de esta estafa, abundan. Más allá de los mails y documentos derivados del climategate, hoy se suma la evidencia aportada por más de 20 años de datos verdaderos y confiables que contradicen las predicciones del modelo de cambio climático. Este modelo predice aumentos en la temperatura del aire que están -en el mejor de los casos- muy por arriba de lo observado, predice disminuciones de la radiación emitida por la tierra cuando estas emisiones se han incrementado constantemente, predice la formación de puntos calientes en la atmósfera cuando estos puntos no existen hoy en día, y predice incrementos en la temperatura del océano que jamás ocurrieron. O sea, las predicciones del modelo son un fiasco.
Siguiendo las explicaciones de Evans, y del grupo de escépticos, se concluye que las fallas del modelo se deben a la sobre-estimación del efecto feedback de la atmósfera. El efecto feedback es la respuesta térmica de la atmósfera al incremento en su concentración de CO2. El modelo supone que este efecto triplica al efecto directo que el aumento en la concentración de CO2 tiene sobre la temperatura del aire; mientras que los escépticos, y la realidad observada, indican que este efecto reduce a la mitad el efecto directo. Entonces el efecto directo, en lugar de triplicarse por el feedback, se reduce a la mitad. Esto tiene consecuencias drásticas sobre las predicciones del modelo, y las vuelve erróneas.
Evans explica que tal respuesta -feedback- es esperable en esta clase de sistemas que son persistentes y estables en largos periodos de tiempo. La lógica de esta idea sostiene que si un sistema complejo ha de ser estable en el tiempo entonces este debe amortiguar más que amplificar los efectos perturbadores de esa estabilidad, en caso contrario se vuelve inestable y entonces no podría persistir, lo cual es una contradicción. Esta característica de la persistencia se observa en complejos sistemas eléctricos bien estudiados.
La atmósfera terrestre es un sistema muy complejo y, a juzgar por los 4 billones de años que lleva su existencia, muy estable. La tierra ha sufrido durante su larga vida toda clase de ataques cósmicos violentos. Basta mencionar el que hizo desaparecer a los dinosaurios para tener una idea de la magnitud de esos eventos. Pero aún así, su atmósfera siempre se ha recuperado y restituido. Es asombrosa la capacidad que tiene la atmósfera de la tierra para amortiguar y, eventualmente, anular los efectos perturbadores. A la larga, la misma dinámica atmosférica corrige esos efectos perturbadores y los utiliza para fortalecer su propia estabilidad. Ese es el verdadero carácter de la estabilidad.
Si uno se da cuenta de este carácter, y reflexiona sobre su alcance, podrá entender que los humanos de hecho tienen habilidad y capacidad para perturbar la atmósfera del planeta; pero también podrá entender que el accionar humano perturbador del clima es limitado, y que los efectos climáticos destructivos de esto casi siempre serán amortiguados más que amplificados. También podrá entender que la vida de los hombres en este planeta recibe más amenazas desde el exterior no terrestre que desde su propio accionar. Afirmar que el hombre tiene la capacidad para destruir la atmósfera de la tierra contradice las verdaderas implicaciones de la vida sobre este planeta. Parte de esas implicaciones se vinculan con la persistente estabilidad de la atmósfera, sin lo cual la evolución de la vida a lo largo de 4 billones de años no habría ocurrido.
¿Qué queda entonces decir sobre el calentamiento global?. Tal como se ha planteado, por causas antrópicas, es falso. De ocurrir un calentamiento, no ocurrirá del modo en que unos pseudo académicos farsantes y estafadores -que arreglan informes a cambio de dinero- lo andan predicando por todo el mundo. Entonces esa triste idea que estos señores predican es "La Gran Mentira del Calentamiento Global".
Atte. Juan Carlos Vera.
Buenos Aires, Argentina. Read All... Leer Todo...